Miro a los lados y me preguntó a mi misma que hago aquí, como llegue a este lugar. Como me permití a mi misma acercarme a él, como permití que tomara mi mano y calentara con la suya la frialdad de las mías. Los demonios del pasado siguen acechando cada rincón de mi cerebro, de arriba a abajo, de izquierda a derecha, chocando, impactando, jugando con mis pensamientos, recordando y rememorando recuerdos desagradables, sin poder dejarlos ir, sin querer liberarme de esas garras que me aprisionan pero respiro hondo y cierro los ojos y cuando los abro veo a mi alrededor una vez mas y me doy cuenta que no hay ningún peligro en ningún lado, no hay ninguna razón por la que temer porque me estoy dejando ir, me estoy permitiendo ser feliz, estoy autorizándome a confiar, no sé si en mi misma o en los demás.
El cosquilleo insistente en mi estómago hace que piense que tenga nauseas, pero la realidad es que, estoy nerviosa por lo que vendrá porque ver el tamaño de esa montaña rusa hace que la adrenalina recorra todo mi cuerpo y no se si tengo más necesitas de huir hacia la salida o enfrentar lo que me espera y seria como una interpretación de mi vida y cada decisión que tome en el ahora, no pensando en el pasado, ni en lo que pasara en el futuro sino en el aquí, en el ahora. Porque si huyó, estaré corriendo de todo lo que he creado para mi bien y si lo enfrento de una vez por todas seria el paso definitivo para una nueva yo porque lo he repetido y lo he dicho pero esta sería la firma definitiva de que olvidare lo demás y solo pensare en la felicidad del momento y no en las lágrimas del mañana.
Él gira su cara hacia mí y me muestra una inmensa sonrisa que devuelvo con una de las tímidas mías y sin darme cuenta o mejor dicho más consciente que nunca de mis pasos tomo una decisión sin importante el mañana, solo el hoy, el ahora, solo él y su sonrisa, solo yo y las sensaciones que siento cuando de una vez por todas me dejo ir.
Los gritos de los niños llenan mis oídos y su felicidad contagiosa inunda mi cuerpo, el olor a algodón de azúcar, de manzanas acarameladas, de salchichas, del maíz llenan mis fosas nasales. Las sonrisas de cada persona que pasa a mi lado, una pareja de adolescentes caminan tomados de la mano y no quiero pensar en que si hubiese tenido otra vida yo hubiese sido esa chica. Pero como me estoy dejando llevar, pienso en Jackson y en mi como esa pareja, unos años más viejos pero así como ellos y capaz no tan enamorados pero caminado para cruzar ese puente, porque no se qué deparara mañana, no sé qué sucederá, solo pensare en este momento y vivirlo porque cada día lo viviré como si fuera el último, tengo que disfrutar mi vida y no pensar en lo que perdí, sino en lo que ganare.
¿Alguna vez han sentido como si estuvieran caminando directamente al sitio donde acabaran con todos tus sueños? ¿Esperanzas? Y toda la mierda esa que sentimos al pensar en el futuro y en nuestras vidas y lo que haremos con ella.
Quiero lanzarme al piso y gritar y llorar, quiero que se detenga todo esto. Quisiera despertar de este sueño, pero por más que me pellizco no despierto estando en otro lugar y no en esta pesadilla que se convirtió mi vida.
Quiero correr, correr y no detenerme. Porque mientras me dirijo al sitio que cambiara mi vida con una firma y un ''si acepto'' quiero vomitar, quiero morirme en el acto.
Rodeada de desconocidos que jamás he visto y otros que alguna vez llegue a ver en las tantas fiestas de mi madre. Un escalofrió me recorre la espalda y cuando me giro a ver quién fue el causante de ese efecto en mi y de la mala espina que sentí, veo a mi madre.
Después de tres años de no verla se nota que el abuso de las drogas y alcohol la fue destruyendo y solo es un saco de huesos, la piel de un color enfermizo. Sus ojeras de notan desde donde estoy, su ropa le queda extremadamente grande y en hombro huesudo queda a la vista. Sonríe y sus dientes manchados me causan repugnancia y mucha más cuando comienza a caminar hacia mí.
ESTÁS LEYENDO
Destinado a Ser
RomancePor más que intente apartarme los de los demonios de mis pasados, por más lejos que corrí, siempre el pasado vuelve convirtiéndose en tu futuro, atrapándote y hundiéndote. Antes de que naciera mi vida fue planeada, una vida que pensé que era mía, pe...