Olivia
Hoy amanecimos una vez más sin luz, ya han pasado varios días sin tener electricidad. Ayer cuando revise la nevera, las pocas cosas que había se estaban descomponiendo. A mamá se le olvido pagar la factura, no es la primera vez que pasa, pero si la primera que nos cortan la electricidad.
Ayer se me hizo difícil estudiar para el examen que tenia hoy, cuando llegue de clases estaba todo desordenado y sucio, me dedique a recoger todo antes que mamá volcara su mal humor en mi.
En la noche no vino nadie a una de las reuniones comunes de mamá, sin luz no hay diversión, aunque no se cual es la diferencia si al final en esas reuniones nunca hay luz, siempre están apagadas estas, no veo la diferencia.
Estoy nerviosa por el examen de hoy, aunque tengo buenas calificaciones no me gusta fallar en nada y se me hizo difícil estudiar sin luz.
Voy al baño y al bajarme la ropa interior con la luz del baño iluminando un poco el baño, veo una mancha marrón, la respiración se queda atorada en mi pecho y mis ojos se hacen agua. Porque solo puede significar una cosa, y es que me vino mi primer periodo, ya en clase hablamos de esto.
Este es un paso más hacia la adultez, esto me lleva cada vez más cerca de ser una mujer y me asusta como nada en este mundo, puedo temer a mamá, a sus amigos, a las bebidas, a sus cigarros, a sus polvos, a sus droga, puedo temerle a muchas cosas porque ese es mi día a día, temer a las sombras que persiguen. Pero el mayor temor es conocer y abrirme a una nueva vida, a pensar en el futuro, porque cada noche temo no volver a despertarme, porque mi vida está constantemente incierta, tengo miedo a conocer una vida distinta a esta.
Veo a mis compañeros de clases que hablan de sus futuros, de la universidad a la cual entraran, a las beca que aspiraran, a los trabajos, a las familias, a todas esas cosas que yo no me permito pensar porque no quiero vivir una desilusión si no las puedo cumplir.
Busco en el estante toallas sanitarias que estoy segura que las vi, a mama le debe venir el periodo ¿no?
Y pienso en esas niñas que sus madres están con ellas en este momento, que les enseñan a cómo usar las toallas, que están con ellas apoyándolas en esta etapa donde cada vez mas van dejando la infancia atrás y están cada vez más cerca de la madurez. Y siento nostalgia por algo que no tengo, no he tenido, ni tendré.
¿Han sentido esa necesidad, esa urgencia, esas ganas de matar a alguien? Esa necesidad, esa urgencia y esas ganas las tengo en este preciso momento, realmente quiero matar a Alana, quiero arrancarle la cabeza o simplemente ahorcarla.
Primero me siento como la idiota más grande y no solo porque bote mi quesillo o más bien se lo lance encima a Jackson –y si, gracias a Alana se su nombre, pero no deja de ser vergonzoso– sino porque me quede como idiota muda, no podía hablar, simplemente verlo como si fuera los faros de un carro que me fuera a atropellar –que buena impresión dejaste Olivia, te felicito–no sé que tiene el que hace que las palabras salgan corriendo, que la lengua se me trague o más bien que fuera como si me la comieran unos jodidos ratones –odio a esos animales rastreros y hubiese preferido que ellos me comieran la lengua a pasar esa vergüenza–.
El interrogatorio intenso que Alana le hizo, como una policía mala, no sé que pretendía ella porque sé que estaba muda y mis ojos se iban a tragar mi cara de lo agrade que estaban, pero ella preguntarle tantas cosas y aunque en cierto sentido me emociono que se preocupara por mi después me lanzo a la boca del lobo dándole mi numero, si él le hubiese preguntado el color de mis pantaletas o cuando me vino el último periodo es más que seguro que se lo hubiera dicho.
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Destinado a Ser
RomancePor más que intente apartarme los de los demonios de mis pasados, por más lejos que corrí, siempre el pasado vuelve convirtiéndose en tu futuro, atrapándote y hundiéndote. Antes de que naciera mi vida fue planeada, una vida que pensé que era mía, pe...