Como pasa el tiempo de rápido cuando vas disfrutando de él. El viendo bate mi cabello, el sol calienta mi rostros y una sonrisa permanente que no se borra de mis labios, sé que puedo sonar repetitiva con respecto a mi felicidad, pero no puedo dejar de expresar cuan emocionada estoy por todo lo que he vivido. No sé a dónde vamos, Jackson me dijo que era una sorpresa, que hoy tacharíamos otra cosa de la lista como veníamos haciendo.
Anoche tachamos otra mas, salimos a un bar sencillo y me puso un vaso en la mano y me dijo que era mi momento, primero no entendí de lo que hablaba pero cuando caí en cuenta la risa exploto y no podía parar de reírme como una colegiala, pero verlo a los ojos me dio la valentía para tomar la decisión de ir y lanzarle el liquido en la cara a alguien.
Mire a mis lados y no vi a una posible víctima, porque realmente es difícil escoger a alguien entre tantas personas, pero mi mirada se fijo en un grupo de universitarios que estaban jugando billar en la esquina más cercana a la pista de baile y no pude dejar de fijarme como mujer que pasaba, mujer que palmeaban en el trasero y realmente eso me molesto y quisiera tener cuatro vasos para aventarles todos, pero como solo disponía de uno tenía que tener imaginación.
La luz del salón esta tenue que da un ambiente de intimidad y con paso seguro me dirijo a ellos, con mi vaso en la mano, respiro profundo y finjo una sonrisa de la que pienso yo es coqueta y me acerco a ellos, cuando se dieron cuenta de mi presencia fue demasiado tarde, le lance en la cara la bebida al que estaba más cerca de mí y me lance sobre la mesa de billa y desordene y el juego y luego salí corriendo y tome la mano de Jackson a mi partida y corrimos y corrimos y no podía parar de reír, que me dolía el abdomen de tanto hacerlo y su risa unida a la mía fue como una armonía.
Y hoy vamos a no sé donde, dejando la ciudad atrás y saludando a la naturaleza. Cuando Jackson detiene la motocicleta, me quito el casco y bato mi cabello. Tiene algo liberador respirar tan puro aire.
–Otra cosa que tachar de tu lista Olivia. –Y me señala una mesa con varias latas, me giro a mirar y lo veo con un arma en la mano, me sobresalto pero recuerdo que quería hacer eso en la lista, así que enderezo mi cuerpo y me preparo para lo que será mi clase de cómo aprender a disparar. Estoy nerviosa, pero también muy emocionada.
Después que me da unos tapones para mis oídos, me da el arma y pesa realmente, no es tan liviana como hacen creer en las películas ni nada de eso.
–Ahora, separa las piernas al nivel de los hombros. No pongas aun el dedo en el gatillo, con la mano izquierda toma la culata de la pistola y con la derecha cubre la mano izquierda y el dedo índice déjalo encima del espacio del gallito ¿Entiendes? –Está detrás de mí, sus manos sobres las mías, respiro profundo y aspiro su aroma, trato de concentrarme en sus palabras pero la cercanía de su cuerpo me desconcentra. –Tienes que mantener los brazos firmes y los codos levemente flexionados ¿Ves la mirilla? –Asiento– Hay un espacio y tienes que angular el arma para que veas desde ahí, un leve levantamiento en la punta del arma ¿Lo ves? –Vuelvo a asentir– Ahora vas a apuntar donde quieras disparar y apretaras el gatillo mientras exhalas el aire que acabas de aspirar.
El estruendo hace que mi cuerpo se estremezca y aunque no le di al objetivo, me sentí poderosa de una forma u otra porque sé que las armas son mortales, sé que no se debe jugar con ellas, pero siento que es mejor tener conocimiento sobre algo para que no me agarren con la guardia baja, porque el saber cómo manejar un arma me da el conocimiento y el poder de salvar mi vida si llega el momento. Puedo sonar dramática, pero era algo que sentía la necesidad de saber.
Practicamos una y otra vez hasta que mis brazos se cansaron y al terminar nos sentamos a comer sobre una manta, sin hablar de nada y a la vez hablando de tanto. Con el aire, el sol, un nuevo conocimiento, un punto tachado y una magnifica compañía transcurrió mi tarde en armonía.
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Destinado a Ser
RomancePor más que intente apartarme los de los demonios de mis pasados, por más lejos que corrí, siempre el pasado vuelve convirtiéndose en tu futuro, atrapándote y hundiéndote. Antes de que naciera mi vida fue planeada, una vida que pensé que era mía, pe...