Destinado a Ser

Capitulo 19

Recuerdos que quedaran en mi para siempre, nunca en mi vida he reído como lo he hecho estos últimos meses. No sé si fue el hecho que me lance de un paracaídas, dispare un arma, bese por primera vez, no sé si fue lanzarle la bebida al rostro de alguien.

Un momento mágico que quedar en mi memoria fue cuando me lance de ese paracaídas, hubo momentos donde me quería arrepentir, porque por mi cabeza pasaban varias ideas quizás que el paracaídas no abriera, en perdiéramos el control del paracaídas, que estuviera roto, tantos malos pensamientos que se sumergieron en mi cabeza. Pero al final me deshice de ellos, porque si no, no iba a aprovechar esa oportunidad y no la iba a disfrutar como correspondía.

Cuando nos estamos poniendo los trajes, luego de un breve curso donde enseñaban cosas básicas, que aunque nos íbamos a lanzar con un instructor profesional igual mi cuerpo se llenaba de pavor y de nervios, pero a la vez de emoción. Jackson ayudo a vestirme, subió el cierre del traje que debíamos usar, su cuerpo lo acerco al mío y sus labios estaban muy cerca de mi frente cuando subía el cierre, por un momento alce la mirada y me perdí en sus ojos, tienen algo hipnotizantes.

Cuando caminábamos hacia el avión, los nervios se sentían en el aire, pero también la felicidad y con varios desconocidos comenzamos un nuevo viaje, una nueva experiencia. Cuando el avión comenzó a tomar vuelo, pensé que mi corazón se iba a salir de mi pecho, que las mariposas que mi estomago iban a perforar mi intestino. Pero cuando una mano cálida se puso sobre la mío y le dio un apretón, no digo que las sensaciones desaparecieron pero mi cuerpo se relajo un poco y se lleno más de emoción que de otra cosa. Mientras ascendíamos mas, ambiente se iba poniendo más helado, llego un momento que mis dienten castañeaban y no sé si era por el frió o la adrenalina que recorría mi cuerpo. Por la ventana del avión podía ver todo, el verde de las montañas, la lejanía del cielo.

Cuando el avión se abrió y por orden comenzaron a lanzarse las personas con sus instructores tenía ganas de gritar y de huir, pero a la vez quería con mas fuerzas hacerlo. Cuando llego el turno de Jackson, le dio un apretón mas a mi mano y me regalo una gran sonrisa y en un momento estaba con el cielo de fondo y a siguiente solo se veía el cielo.

Cuando llego mi turno, que tenía que dejar caer mi cuerpo y que este quedara sujeto por el instructor y vi hacia abajo ya no lo quise hacer, quería gritar que se detuviera, que ya simplemente no quería hacerlo, pero antes que pudiera decirlo mi cuerpo iba cayendo en caída libre, y nos pusimos boca arriba y vi como el avión se iba haciendo más pequeño, como el helado aire tocaba mi piel, como la presión hacia que mi cuerpo estuviera tenso, pero me sentí libre, mis dientes presionaban fuerte, cuando veía hacia abajo y en si no se veía nada, solo era una caída. El camarógrafo se puso frente a nosotros y tomo mis manos, creo que esa fue la vez que mas fuerte le tome las manos a alguien y luego simplemente se alejo y la caída libre aunque solo fue 1 minuto lo sentí como horas. El paracaídas cuando se abrió, te impulsa y te jala hacia arriba, pero el mejor momento es ese, cuando olvidad que estas con alguien, simplemente sientes que estas volando, estas flotando, la brisa roza tu cara, y sientes una paz interna viendo el paisaje, los colores del cielo, como se ve la forma del mundo redonda, como el sol hace milagros y no solo ilumina los días sino que da brillo y belleza al mundo. Como puedes respirar profundo y la sonrisa simplemente no se puede borrar, como no quieres que el momento acabe y como lo harías una y otra vez sin arrepentirte un segundo, porque la experiencia fue la más mágica de la vida, y como me sentí en paz, realmente en paz por primera vez en la vida.

¿Por qué desprenderme de lo que sea a lo que me puedo aferrar para que la corriente no me lleve? ¿Por qué no luchar en lugar de dejarme arrastrar? ¿Por qué no manipular las circunstancias a nuestro propio beneficio? No hay que pensar en el sí, en lo que hubiese pasado. No hay que arrepentirse de los errores porque ellos refuerzan y te hacen más fuertes.