-¿De quién eres Guillermo?, ¿Quién es tu dueño?, ¿A quién le perteneces?- preguntaba Samuel sin dejar de tocarlo.
-Tu... Tuyo... Soy, tuyo... Te... Pertenezco a ti- decía entre jadeos.
-Si Guillermo- Samuel ya había comenzado a quitarle la ropa, cuando una voz lo hizo volver en si.
-¡Samuel!- se escuchaba una voz femenina desde abajo.
-¿Quién es?- preguntó Guille levantándose de la cama.
-Eso no te interesa- dijo Samuel mientras salía de la habitación -me esperaras aquí, calladito, o te puede ir muy mal- y después de decir eso cerró con seguro.
*************************
-Hola cariño-
-¿Que haces aquí Anna?-
-Vaya como te alegras de verme-
-Estoy ocupado Anna, ¿que es lo que quieres?-
-Primero que nada, que te lleves a estos perros de aquí, que sabes nunca me han agradado, y segundo, quiero hablar contigo de unos asuntos importantes-
-Vaaaaale- Samuel chasqueó sus dedos de nuevo haciendo que los perros se levantasen, -Vamos- ordenó y estos lo siguieron, continuó caminando hasta su habitación, abrió la puerta y miró a Guille, sentado en la cama, abrazando sus rodillas -te traje compañía pequeño- dijo para abrir mas la puerta y dejar entras a los perros, que sabía tanto le gustaban a Guille, -Ahora regreso- y volvió a marcharse.
-Ahora si Anna, querida, de que quieres hablar-
-Si no lo recuerdas, Samueeeel, en tres meses es nuestra boda y no he visto nada de tu parte-
-¿Y que quieres que yo haga?, si dijiste que tu y tus amigas se encargarían de todo-
-Pues que me acompañes Samuel, no se, a elegir las invitaciones, la comida, no se, algo-
-Sabes que tengo mucho trabajo, estoy demasiado ocupado-
-Ash Samuel, siempre el mismo pretexto-
-Y tu siempre la misma tontería, si es que y sabes cual es la respuesta, y si no te importa, tengo cosas que hacer-
-Ok... Cariño... Me voy- dijo dándose la vuelta para después salir de la casa.
Esa es Anna, la prometida de Samuel, y a veces, bueno, la mayoría del tiempo, es una pesada de lo peor, (ya la irán conociendo), -Aun no entiendo por que me voy a casar con ella- dijo Samuel rascando su cabeza.
**************************
-Ven, ven, arriba- decía Guille palmando la cama, con la intensión de que uno de los perros se subiera con el. Y después de tanta insistencia lo logró -Que lindo... eeeh... ¿cual era tu nombre?- decía mientras lo acariciaba.
-Espartacus- se escucho desde la puerta.
-Sa... Samuel-
-Guillermo-
No se que es lo que tiene ese chico, siento un deseo enorme de hacerlo mío a cada rato, pero también siento la necesidad de no alejarme de el, de estar cada segundo junto a el, no se que me pasa...
Samuel caminó hasta la cama y se sentó junto a Guillermo, -¿Que pasa pequeño, por que me miras así?- tomó su mano y entrelazo sus dedos -¿Me temes?- dijo con una sonrisa en su rotro, Guille solo desvió su mirada y tragó saliva -Tranquilo mi pequeño Guille, no voy a hacerte daño- dijo sonriente -No mientras te portes bien- Guillermo rápidamente volteo a verlo, -¿Que?-
-Si Guillermo, mira, la cosa es sencilla- se levantó de la cama y comenzó a caminar por la habitación -Tu te portas bien y me obedeces en todo, y yo seré bueno contigo, y conseguirás lo que quieras conmigo- y entonces se detuvo
-Pero... Si tu me desobedeces en algo... Me conocerás enojado...--Pero...-
-No hay peros chiqui-
Entonces hubo silencio por unos segundos, hasta que Samuel chasqueó sus dedos, atrayendo la atención de los perros -Los llevaré afuera y cuando vuelva, hablaremos de unas cositas- Samuel salió y Guille solo se quedo observando la puerta, ahora estaba asustado, asustado de verdad, en que tremendo lío se acababa de meter, y como es que saldría de este.
Después de unos minutos Samuel volvio, con una enorme sonrisa, caminó hasta donde se encontraba Guillermo y se sentó a un lado de el, -Ya va, hay ciertas reglas, que debes conocer- dijo acercándose a su cuello -¿Reglas?- eso lo asustaba un mas, cuales podrían ser esas reglas, y por que debía haber reglas.
-Si, reglas pequeño- y comenzó a besa su cuello, lentamente, dejando una que otra marca, mientras que con la mano acariciaba su entrepierna - Sa... Sam... Samuel- decía Guille entre gemidos -Te gusta pequeño ah- y subió un poco mas su manos, hasta llegas al miembro de Guille, y comenzó a dar pequeños masajes, le encantaba provocarlo y ver sus reacciones, -Samuel... Si vas... Aaahh, si vas a hacer algo... Joder si... Hazlo ya- pero entonces Samuel se separó, se levantó y caminó hacia la puerta, dejando a Guillermo con una cara de molestia total.
-No, antes de eso, debes conocer ciertas reglas que tengo para ti- y dale con las malditas reglas, por que no las dice de una vez, y así podrán continuar con aquello.
-Y, ¿cuales son esas reglas?-
-Ahora te las muestro-
-¿Como?, ¿Osea que ya las tenías escritas?, ¿Ya has hecho esto con toros chicos?-
-Jamas... He traído a nadie a vivir conmigo, y si, las escribí desde el día que follamos en el hospital-
-Entonces... Tu, ¿ya tenías planeado desde entonces traerme aquí?-
-Si Guillermo-
Samuel caminó hasta uno de los cajones que estaban en frente de su cama, lo abrió y sacó unas hojas. Caminó hasta donde Guille y se las entregó.
-Ahí están Guillermo, las reglas que debes acatar mientras vivas conmigo, léelas y grábatelas bien-
-Numero uno...-
![](https://img.wattpad.com/cover/48260306-288-k769417.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Heridas de amor "Wigettaxx Mpreg"
Fanfiction¿Que eres capaz de hacer para tener a tu lado a la persona que amas?