Ya había pasado una semana desde que Guillermo estaba con Samuel, obviamente Guille había faltado a clases toda esa semana, y no había tenido contacto con su amiga y mucho menos con su familia, quienes ni si quiera habían notado su ausencia como el ya había dicho antes.
-Es que ya ha pasado una semana y él ni sus luces macho, como no quieres que esté preocupada, no responde ni las llamadas- decía Jose caminando de un lado a otro mientras era observada por Alex.
-Ya, de seguro anda por ahí con alguna de sus aventuras, parece que no lo conoces Jose- le repetía el chico, mientras la veía avanzar de un lado a otro, moviendo rápidamente sus dedos al escribir en su móvil.
-Es que tú no entiendes, por más días, semanas o meses que se largue, siempre me responde, nunca apaga su móvil, es lo último que Guille haría en la vida, despegarse de su móvil-
-De seguro aparece pronto Jose tu tranquila, vale-
-Debes estar de joda tío-
(...)
-Dijiste que me ibas a dejar llevar una vida normal, y me has tenido aquí encerrado por una semana- Guille se encontraba atado de manos en el sofá, con las piernas dobladas y sus brazos descansando en ellas.
-Que, ¿ya olvidaste lo último que hiciste? La confianza se gana querido Guillermo-
-Pero si he hecho todo lo que quieres y todo lo que me dices lo obedezco, ¡que más quieres!-
-Que dejes de responderme así, joder Guillermo-
-Es que me desespero tío, ya no me dejas ni salir al patio- dijo esto haciendo una mueca de disgusto, cosa que a Samuel no le agradó para nada.
-Y ahí vamos de nuevo Guille- se acercó a él, tomándole del amarre, lo jaló fuertemente hacia el, haciéndolo ponerse de pie al instante -hasta cuando vas a aprender pequeño- dijo apretando el amarre, lastimando las muñecas de Guille -Tal vez dejándote otra semana aquí encerrado- pero eso no podía ser, otra semana más no.
Guille no lo pensó y acercó sus labios al cuello de Samuel, pasando su lengua suavemente por el -Guille, Guille, ¿crees que con esto arreglas él problema?- sabía perfectamente que cuando Samuel decía NO, era NO, pero, esta vez no había escuchado ningún NO, por su parte, así que continuó en lo suyo, ahora besando su cuello.
-¿Y no es así?- dijo susurrando en su oído, acción que hizo a Samuel estremecerse, al mismo tiempo que sus ojos se cerraban. Una semana con este chico y ya lograba volverlo loco -N... No- respondió Samuel entre suspiros, no lo podía creer, ahora quien estaba controlando el momento era Guillermo, y eso no lo podía permitir, pero, no quería dejar de sentir ese placer que le estaba brindando.
-No me provoques pequeño o... Aaahh- no pudo evitar gemir al sentir una mordida por parte de Guille.
-¿O qué?- dijo contra el cuello de Samuel, quien se estremeció y lo tomó por la cintura, apartándolo de él un poco.
Con fuerza arrojó a Guillermo hacia el sofá, y segundos después se colocó encima suyo, besándolo con desesperación, pasando sus manos por el cuerpo de Guillermo quien se estremecía con cada contacto, con cada roce de sus manos sobre su piel, como pudo, Guillermo pasó sus manos, que continuaban únicas por el amarre, por arriba de la cabeza de Samuel, haciendo que su cabeza quedará en él espacio que quedaba entre sus brazos.
Guille rodeó la cintura de Samuel, con sus piernas, haciendo que este comprendiera su intención, quien con algo de dificultad se puso de pie, cargando con Guille, quien se encontraba colgado a su cuerpo; una vez de pie, Samuel pasó sus manos por el trasero de Guille, levantándolo un poco, restregando su ya, notoria ereccion en la entrepierna de Guillermo, haciendo que este soltara un pequeño gemido y mordiera su labio.-Así me gusta pequeño, que gimas para mí- dijo Samuel, mientras movía a Guille de arriba a abajo, provocando múltiples sensaciones en el, haciendo salir de su boca extraños sonidos -Sa.. Samuel- decía Guille entre gemidos, mientras permanecía con los ojos cerrados y su boca entre abierta, una hermosa escena para Samuel, quien ya se relamía los labios saboreandolo. Samuel siguió avanzando, hasta que por fin llegaron a su habitación, Guillermo al darse cuenta de dónde estaban, sonrío, recordando lo que le había dicho al principio, "no te acostumbres, que en mi habitación no entraras a menos que yo te lo ordene" y ahora se encontraban ahí, sin una orden, ni nada por el estilo, simplemente había sido Samuel quien decidió que ese era el lugar perfecto.
Samuel lanzó a Guille a la cama y rápidamente se echó sobre el, dejando caer un poco la parte inferior de su cuerpo, brindándole placer a quien se encontraba debajo suyo, haciendo un delicado y lento movimiento de cadera -Hazme tuyo ya- suplico Guille, quien no podía soportar más, cada movimiento de Samuel era una tortura para el, quien se sentía torpe por no poder tocar, moverlo, o acercarlo a el; al tener atadas las manos, todo eso le era imposible y estaba a completa merced de Samuel, aún que siempre ha sido así -Alguien está un poco desesperado ya- soltó Samuel con una sonrisa de lado, mientras llevaba su mano a la creciente ereccion de Guille, y a los pocos segundos comenzó a desabrochar su pantalón.
-Esta noche no dormirás pequeño- dijo mientras bajaba su pantalón, haciéndolo quedar en bóxers y con su camiseta, subió un poc hasta quedar a la altura de sus labios, lo besó, y lo tomo del amarre, jalándolo un poco, haciendo que quedara sentado justo frente a él -No pienses que será así siempre Guille- dijo mientras desataba sus manos -Pero esta noche quiero disfrutarte como nunca- tiró el mecate al suelo, tomando a Guille de las muñecas y llevándolas sobre su cabeza, volviendo a hacer esos movimientos de cadera, que excitaban a ambos cada vez más -Aaahh Samuel, por... Favor- decía suplicante, deseoso por sentir más.
-No me apresures, que si yo quiero paramos ahora mismo- Guille movió un poco su cuerpo, y cómo pudo acercó su rostro al de Samuel -Sabes que no lo harás- dijo en modo de susurro pero perfectamente claro -Me estás deseando tanto o más, de lo que yo te estoy deseando ahora mismo- y esas palabras golpearon a Samuel, haciéndolo sentir una descarga eléctrica, que recorría todo su cuerpo, su corazón se aceleró y su respiración se volvió más agitada de lo que ya estaba, con solamente esas palabras que Guille le había dicho, palabras que estaban llenas de verdad, pues en este momento, y todos los demás, deseaba a Guille más que a nada. Samuel alejo su faceta de malo y dominante y se entregó al momento, permitiendo que Guille tomará el control de vez en cuando, permitiéndose disfrutar de otra manera, -Quiero hacerte el amor Guille- dijo de manera inconsciente, ganándose una mirada de deseo por parte del menor...
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Heridas de amor "Wigettaxx Mpreg"
Fiksi Penggemar¿Que eres capaz de hacer para tener a tu lado a la persona que amas?