Capítulo 36

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Narra Frank

Te prometo que no voy a tardar—, odiaba tener que irme y dejarlos solos, si por mi fuese, dejaba la escuela y dejaba todo solo para estar a su lado, cada hora y minuto del día, —recuerda que cuando volvamos vamos a salir los cuatro amor.

¿No se te hace muy tarde para sacar a los niños?— me dijo algo serio, —Venga cariño, el clima es perfecto, ademas no iremos a un lugar donde les de el fresco, solo saldremos a cenar— las cosas habían cambiado mucho, se habían vuelto un tanto complicadas, pero siempre sabíamos salir del paso, Guille es un grandioso padre y como pareja ni hablar, el mejor, —¿no crees que seria mejor dejar encargados a los niños con Jose?

Bien cariño, ya hablaremos bien cuando regrese vale, de todas maneras ve llamando a tu amiga, te conozco-, me acerqué y le di un corto beso, -aun así pienso hacer mi lucha sabes- miré el reloj y ya se me estaba haciendo tarde, como siempre, —bueno amor, debo irme que si no, no llego— me despedí de el y salí lo mas rápido de casa.

Pensaba en terminar este ciclo y buscar un empleo, quería que Guillermo siguiese sus estudios y tener dos niños, estudiar ambos y sin un empleo, es algo muy difícil de llevar, ahora estamos bien por que recibimos ayuda de mis padres y por que los padres de Guillermo le depositan cada mes una buena cantidad de dinero para sus necesidades, pero no podemos vivir siempre así, si pensamos formar una familia, yo quiero ser quien se haga cargo de los gastos y las necesidades de ellos, sobre todo mis niños.

Jamás me imaginé verme así, yo preocupándome por encontrar un trabajo, por mantener una familia, pero es curioso como cambia todo cuando encuentras a esa persona especial en tu vida, entonces deja de importarte lo que necesitas y solo te preocupas por lo que necesita el, en este caso, ellos.

En fin, mientras caminaba rumbo a clases, me di cuenta de que mis llaves habían quedado en casa. Los dos teníamos copia, sobre todo por que cuando los niños dormían, Guillermo también lo hacía, en más de una ocasión me tocó llegar y encontrarlos a los tres dormidos, supongo que es muy agotador para el, lo admiro.

Tuve que volver a casa por mis llaves, no había caminado lo suficientemente lejos, de todas formas que más daba llegar tarde hoy, casi siempre lo hacía.

Guille cielo olvidé las llaves—, abrí la puerta y entré a casa. Sinceramente lo que vieron mis ojos no me gustó para nada. Por un momento creí que mis ojos me engañaban, cerré la puerta como en una película de comedia, volví a entrar a casa y sus miradas estaban clavadas en mi. ¿Qué se suponía que debía hacer o decir?

Guillermo?—, lo miré pidiendo una explicación, ¿qué demonios hacía Samuel en mi casa, en nuestra casa y con mi pareja?, por un momento sentí rabia, sentí unas ganas de arrebatarlo a golpes, pero algo me hizo detenerme, si de Luque estaba en mi casa era por qué Guillermo le había permitido la entrada, ¿por qué?

¿Que leches haces en mi casa Samuel?—, intenté sonar lo más calmado posible —Guillermo—, lo miré de nuevo, pero no había respuesta por ninguna de las dos partes, como si yo no estuviese aquí, como si le hablara a la pared.

¿ACASO ALGUNO DE LOS DOS PIENSA RESPONDERME?—, grité ya molesto, las cosas se comenzaban a poner mal y esas miradas que se echaban entre ellos me hacían sospechar cosas que intentaba no imaginar.

Frank cariño, ¿podemos hablar?—, Guillermo se acercó a mí y tomó mi mano, no quería molestarme con el, no podía hacerlo, pero algo en mí me decía que las cosas no andaban bien, —por favor Frank.

Anda que a ver si lo entiende—, fruncí el ceño al escuchar la voz de Samuel y si Guillermo no me hubiese estado sosteniendo, ahí mismo lo arrebato a golpes, —tú cállate Samuel—, no hizo falta hablar, Guillermo se me había adelantado. ¿Cállate? ¿Por qué lo callaba?, mi cabeza comenzaba a dar vueltas, miles de ideas tontas venían a mi.

Sentí una vez a Guillermo jalándome, pero no pensaba moverme, solamente hice una maldita pregunta, ¿tan difícil era responderme?, las cosas no tenían por que llegar a últimos extremos, solamente quería saber que hacia Samuel en casa. Me solté del agarre de Guille y me crucé de brazos, esperando, mirando a ambos, hasta que uno de los dos se atrevió a hablar.

Mira Guillermo, es así de sencillo—, dijo Samuel sin apartar su mirada de mi —o se lo dices tu o se lo digo yo—, sentí una fuerte presión en mi pecho y mis ojos poco a poco se fijaron en Guillermo, quien se encontraba en completo silencio, mirándome, pidiendo con la mirada el poder hablar solos, pero yo quería escuchar lo que De Luque tenia que decir.

Habla ya Samuel—

Frank por favor— la voz desesperada de Guille me interrumpió, pero decidí ignorarlo, hubiera preferido mil veces que, las palabras que voy a escuchar, saliesen de su boca y no de Samuel, —habla ya Samuel— comenzaba a desesperarme aun mas.

No Samuel!!—

Guillermo por favor, a estas alturas piensas seguir escondiendo la verdad?— odiaba reconocerlo pero Samuel tenia razón, en este punto era inútil decir que nada sucedía, después de ver su comportamiento, después de encontrar a otro en mi casa, y después de todo lo que he escuchado, no valía la pena decir que nada pasaba.

Déjame ser yo quien se lo diga— Guille me miró con la pura tristeza reflejada en sus ojos, —pero déjanos solos por favor— y no fue necesario decir mas, Samuel salió de nuestra casa y todo quedó completamente en silenció.

¿Y bien?—

Frank—, mi mirada se mantenía fija en el, —quiero que sepas que eres muy importante para mi, que lo que siento por ti es sincero y que si no te dije nada de esto es por que te amo y no quería lastimarte—, ¿a caso estaba...?

Frank yo... yo estuve mirando a Samuel a escondidas por que el me amenazó con contarte todo y no podía permitirlo

¡¡Quieres hablar de una vez Guillermo!!— alcé un poco la voz, sentía un dolor enorme y mis ojos estaban al borde del llanto.

Los niños no son tuyos...

Quiero dedicar este capítulo a BatraciaDeWillyz4

Heridas de amor "Wigettaxx  Mpreg"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora