Heridas de amor "Wigettaxx Mpreg"

Capítulo 4

[Samuel]
No se por que este chiquillo habia hecho eso, pero me fue imposible resistirme, no voy a negarlo, este niño es demasiado guapo, y provocandome asi, me es imposible controlarme.
No supe que pasó, pero en un momento ya lo tenia sobre mi escritorio, besando su cuello...

Guillermo habia logrado cumplir su caprichito, provocar al doctor para poder follar con el, se habia asegurado de poner seguro a la puerta para que asi nadie los interrumpiese, Samuel estaba completamente decontrolado, lo agarraba, lo besaba, lo mordia desesperadamente, como si jamas en su vida hubiese hecho eso; cosa que no era asi, el doctor estaba comprometido desde hace seis meses y habia mantenido relaciones con su pareja; pero lo que Guillermo le provocaba era inexplicable, era un deseo, lujuria, que no sabia ni que comenza a hacerle.

De esa misma manera salvaje y desesperada, comenzo a desvestirlo, practicamente arrancando su ropa, besando y chupando cada parte de su cuerpo que quedba al descubierto. Lo unico que salia de Guillermo eran gemidos, este se encontraba sentado en un escritorio y Samuel parado frente a el, Guille lo rodeó con sus piernas, haciendo que se pegara mas a el, y comenzo a desabrochar su pantalon, -déjame ver lo que tienes ahí- dijo Guille con la voz excitada, en un rapido movimiento Samuel bajó sus pantalones, hasta sus pies, quitandoselo por completo, sacó su camiseta y ahora ambos se encontraban en boxer.

Guillermo lo jaló hacia el, rodeandolo una vez mas con sus piernas y sus brazos, colgandose practicamente de el, Samuel lo agarró de las nalgas, apretandolas y cargandolo. Lo cargó hasta un pequeño sofá que se encontraba en esa habitación, era pequeño, pero cabian perfectamente bien los dos, Samuel dejó caer ahi a Guillermo, se acercó  el y quitó us boxers, dejando salir su erección, la cual, rapidamente tomó y comenzo a estimular.
Guillermo gritaba de placer, los movimientos de Samuel no eran nada delicados, eran salvajes y desesperados, eran bruscos y si algo no tenia era delicadeza, pero eso le gustaba mas a Guillermo.

Samuel se levantó y quito sus boxers, ahora si, ambos estaban completamente desnudos, Guillermo al ver eso, se levantó rapidamente, avalanzandose contra Samuel, o mas bien, contra su erección, comenzó a agarrar, jalar, apretar, haciendo salir gemidos, gritos y jadeos por parte de Samuel -esto te gusta ah- sus movimientos se volvieron mas fuertes y rapidos, Samuel se econtraba completamente excitado, desesperado, no soportaba mas, queria estar dentro de ese chico ya.

Apoyó sus manos en los hombros de Guillermo y lo tumbó en el sofá, se dejó ir sobre el, y sin ninguna sutilesa, se acomodó y entró en el, haciendo que dejara escapar un grito de dolor, la experiencia y la sensación no eran nuevas para Guillermo, pero podría decirse que este doctor estaba muy bien proporcionado, eso le había dolido, lo había tomado por sorpresa y le había dolido, pero no hizo falta mucho para que ese dolor se convirtiera en placer.

No hubo delicadeza, no hubo sutileza, no hubo nada mas que esas fuertes embestidas por parte de Samuel, las cuales llenaban de placer a Guillermo, con cada embestida que daba Samuel, un grito salía de Guillermo, quien estaba aferrado a su espalda, casi enterrando sus dedos en ella. Samuel aumentó la velocidad y la fuerza de la penetración, Guillermo ya no aguantaba, pero no quería que parara. Después de unas cuantas embestidas mas, ambos dejaron escapar un gran grito, habían llegado al mismo cielo, Guillermo había tenido el mejor maldito orgasmo de su vida, había estado con otros, pero ninguno le había hecho sentir lo que Samuel.

Después de un momento Samuel se levantó, no podía creer lo que acababa de hacer, y donde lo acababa de hacer, y mas aún, con quien... Se había visto envuelto con otras chicas, aun estando comprometido, pero jamas con un chico, si este doctor no era novio/prometido fiel, durante los dos años seis meses que llevaba con su novia, le había sido infiel con otras chicas en repetidas veces, pero esto no viene al caso ahora.

-Deberías irte ya- dijo Samuel mientras abotonaba su camisa, no estaba arrepentido de lo que había hecho, sino de con quien, en toda su vida, nunca imaginó que terminaría follando con un hombre, y peor aun, que terminaría gustandole, por que si, lo había hecho demasiadas veces y con demasiadas chicas, pero ninguna lo satisfizo tanto como Guillermo.

Guillermo se levantó y caminó hacia la puerta, quitó el seguro y se volteo, -nos volveremos a ver- le guiñó un ojo y salió de ahi, Samuel se había quedado flipando, y no lo negaba, quería volverlo a ver, algo en su interior deseaba volver a repetir lo ocurrido, algo le pedía a gritos que ese chico debía volver a ser suyo, un maldita obsesión comenzaba a nacer en el, una loca mania, y entonces, una sonrisa se dibujo en sus labios.

Guillermo no sabia en lo que se había metido...