Capítulo 8

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[Guillermo]
Esta era una maldita locura, un maldito sueño, como me pone este hombre joder, es la maldita gloria, ¡Siiiiiii!

Samuel continuaba con la erección de Guillermo en su boca, pero con esta vez, tres dedos en su interior, y este los movía al mismo ritmo con el que chupaba -jo... joder- gritaba Guillermo y un pequeño quejido de molestia se hizo presente cuando Samuel se detuvo y sacó sus dedos, se acercó a Guillermo Y lo penetró de una, sin cuidado, sin delicadeza, lo único que había era deseo y lujuria.

Las embestidas de Samuel eran fuertes, rápidas y profundas, Guillermo ya no sabía si gritaba de dolor, placer o desesperación, este hombre sabía perfectamente que hacerle para llevarlo a la gloria.
Las embestidas fueron aumentando, y en un instante se detuvieron, Guille algo molesto levanto la mirada y se encontró con Samuel, mirándolo -ven levantate- dijo el haciéndole una señal, a la cual Guille hizo caso, se levantó y se acercó a el.

Estaba demasiado excitado, demasiado desesperado, que se lanzó hacia el, juntando sus labios, besándolo desesperadamente, mordiendo su labio, restregándose en su cuerpo. Ahora era Samuel quien había logrado lo que quería, desesperarlo a tal grado de que pidiera, suplicara y rogara mas. Guillermo bajó su mano mientras continuaba besándolo, agarró la erección de Samuel y comenzó a jugar con ella, haciéndolo gemir entre el beso, y eso lo excitaba aun mas.

No fue capaz de soportar ni un segundo mas, como pudo, jaló a Samuel y lo tumbó en la cama, besó sus labios, bajando por su cuello, continuando por todo su abdomen, hasta llegar a su miembro, el cual metió por completo a su boca, chupando y disfrutando como si fuese alguna clase de caramelo.
-Para- dijo Samuel entre gemidos, pero Guillermo no parecía querer hacerlo, -que pares- ahora lo dijo un poco mas fuerte y agarrando a Guille del cabello para separarlo de ahí -te he dicho que pararas- dijo acercándose a sus labios pero sin soltarlo. Besó sus labios y después su cuello, dejando algunas marcas en el, -con esto sabrán que eres de mi propiedad- lo jaló una vez mas hacia el, haciéndolo quedar encima suyo.

-Hazlo- Guille sabía perfectamente a que se refería, y sin dejar pasar mas tiempo, tomó el miembro de Samuel y acomodándose bien, se sentó en el, haciendo que este lo penetrara, el dolor salía sobrando, era mas el placer que había, solo quería seguir gozando, seguir sintiéndolo -Aaahh Sii- gemía Samuel al sentirlo moverse, -brinca- le ordenó y Guille obedeció.

Sentía que estaba en el mismo cielo, creía que no podía excitarse mas, que no podía sentir mas, pero estaba equivocado, Samuel comenzó a mover su cadera, haciendo mas profunda la penetración, cosa que hizo enloquecer a Guillermo, ya no sabía que era lo que sentia, no sabia si gritar, llorar, reir, eran demasiadas sensaciones, era demasiado placer en un instante. No entendía que era lo que este hombre le hacía, pero le gustaba demasiado y no quería que parara.

Guille se corrió, sin haber sido tocado, pero eso no era necesario, bastaba con lo que estaba ocurriendo para poder correrse veinte veces seguidas si eran necesarias, -Ooohh Guille- cada movimiento que hacía excitaba mas y mas  Samuel, quien estaba a punto de llegar al orgasmo, a punto de correrse, a punto de tocar el cielo y las estrellas.
-Me... Me corro- Dijo Samuel agitado, y entonces Guillermo se levantó un poco mas haciendo que el miembro de Samuel saliera de el, ganándose una mirada asesina por su parte, pero entonces, así como se levantó, se dejó caer de nuevo, haciendo que Samuel lo penetrara de una y demasiado furte, -¡AAAHH SIIII!-, dijo para acabar dentro de el.

Guille cayó desplomado junto a Samuel, ambos estaban agitados, les costaba tomar aire, no había palabras, todo era silenció y después de unos minutos Samuel se levantó y comenzó a vestirse, Guille solo lo observaba, atento.
-No se que es lo que tu tienes- Dijo Samuel mientras abotonaba su camisa -¿yo?- eso fue algo sorpresivo, -Voy a decirte algo y no lo repetiré- Guille observaba atento y se mantuvo en silencio para escucharlo -no quiero que nadie, escuchalo, nadie te toque- a Guillermo le encantaba estar con el, y sobre todo, las cosas que el llegaba a hacerle sentir, pero ¿en que momento el se había convertido en un juguete?. - y se puede saber quien dijo que yo soy exclusivamente tuyo- Samuel se giró a verlo y comenzó a acercarse, poniéndolo nervioso - yo.. yo no soy ningún juguete- dijo nervioso y pasando saliva, al tenerlo a unos cuantos centímetros de el.

-Escúchame Guillermo, desde ahora, tu eres mio, solamente mio, ¿te quedó claro?- Guille hizo un mal gesto antes de responderle -y que si yo no quiero- Samuel se acercó mas a el y de nuevo lo volvió a tomar por el cuello, pero ahora apretando un poco mas fuerte, -No te estoy dando a elegir Guillermo, no tienes esa opción, de ahora en adelante eres mío y nadie mas, nadie, va a tocarte, ¿te queda claro?- Guille solo asintió, pues con ese agarre le era imposible hablar -muy bien, así me gusta- dijo para soltarlo y caminar hacia la puerta -nos volveremos a ver- y se fue.

Guille buscó desesperado su movil y cuando lo encontró envió un texto...

"Jose... estas ahí"

"Que pasa chino, aquí estoy"

"Creo que me he metido en un problema muy grande"

"Que hiciste ahora Guillermo"

"Tenías razón"

"Voy para allá"

Heridas de amor "Wigettaxx  Mpreg"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora