Narra Samuel:
Cuando me presentaron; Varios chicos comenzaron a murmurar, muchos les conocía de algunos partidos en los que participaba mi antiguo instituto, Luzu detuvo los murmullos explicando que haríamos durante la practica.
Varios minutos después de comenzar a entrenar me percaté de que aquel chico con ojos achinados que tan embobado me había dejado estaba mirándome. Cuando nuestras miradas se encontraron volteó a mirar hacia otro lado de manera brusca, tanto que parecía que se fuese a partir el cuello, sin embargo seguía observándome de reojo.
- Oigan, ¿cómo se llama el? - pregunté a unos de mis nuevos compañeros de equipo, refiriendome al chico de ojos achinados.
- ¿Él? es Guillermo Diaz, es el jugador estrella del equipo.
- ¿Tan bueno es? - pregunté de nuevo
- Una vez marcó él solo cuatro goles al equipo con el que jugamos la final del torneo. Él es, bueno no, lo que sigue.
Mi cara de sorpresa fue grande al oír eso. No solo era Guapo, también era bueno jugando, aunque eso debía comprobarlo yo mismo, me acerque a él y le dije.
- Guillermo el sutil te llaman - volteo a mirarme sorprendido, le debió sorprender que supiese su nombre, así que me presente - Me llamo Samuel.
- Encantado - Me dijo con una sonrisa la cual correspondi. Iba decir algo, pero Luzu nos llamo y pidió que formásemos dos equipos.
Quedé en el mismo equipo que Guillermo y debo decir que era tan bueno como decían. Nos entendimos perfectamente, creábamos jugadas sin siquiera hablar, Ganamos 9-2, Guillermo había marcado cuatro goles al igual que yo, otro de nuestros compañeros marcó el otro.
Era divertido ver como el equipo rival se cabreaba por que decían que teníamos demasiada ventaja. Él entrenador nos llamo y nos felicito por nuestro desempeño para después irse. Guillermo y yo nos miramos y le pregunte si iba a hacer algo, dijo que se quedaría entrenando un rato mas, así que decidí acompañarlo.
(...)
Jugamos unos penaltis en los cuales le había tocado a Guillermo ser el portero... Al parecer no era tan buen portero como jugador, no había logrado detener ninguno de mis disparos.
- Buah chaval, que malo eres - le dije riéndome. Lo ví cruzarse de brazos y me miró enojado, aun así no dijo nada, pero me pareció muy gracioso verlo comportarse como un niño - Bueno... Un tiro más y me pongo yo de portero.
Disparé con todo la fuerza que pude y el balón salió en dirección a Guillermo. Iba con tal fuerza que en vez de detenerlo; se tiro a un lado y dejo salir un grito de dolor.
Me acerqué a él, preocupándome de que se hubiese lastimado al caer. Me arrodille y pregunte si estaba bien, lo vi sonreír y me empujo haciéndome caer, quedando frente a mí.
- ¡Deberías haber visto tu cara! -comentó partiéndose de risa, ¿así es como quiere jugar eh? por mi perfecto, si cree que va a salirse con la suya, está muy equivocado.
- Deberías de ver la cara que vas a poner ahora tú - acto seguido le tiré a un lado cambiado nuestras posiciones - Esa cara.
Y allí estábamos en medio de un campo de fútbol, sudados, cansados, mirándonos, con nuestros cuerpos tan cerca...no sabría como explicarlo exactamente, pero algo en mi hizo click y se me era completamente imposible reaccionar, no podía ni quería moverme, hasta que Guillermo rompió el silencio.
- Hay que recoger los balones... - al escucharlo me levanté y me quedé pensativo, ¿qué diablos estaba haciendo? me estaba exponiendo, sin embargo no podía negar que él me gustaba. Le ofrecí mi mano para ayudarlo a levantarse, pero la rechazó y se levantó por si solo, bien hecho Samuel, muy bien hecho.
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Dreamers {Wigetta}
RandomDos jugadores totalmente opuestos con un sueño en común por el que tendrán que trabajar duro. ¿Te unes a la aventura?