Narra Rubius:
Me acerqué a él con todo el cuidado del mundo, dándole un beso en la mejilla, sonriendo al instante. ¿Como había comenzado todo esto?
Nos conocemos hace bastante, pero aún recuerdo el momento exacto en el que nuestra forma de mirarnos cambió... Traspasando la amistad y todos aquellos sentimientos que hasta ese entonces habían ocupado mi cabeza.
Aquella noche en la fiesta... esa en la que Samuel y Guillermo se pelearon.
Como cambian las cosas ¿no? De un día para otro puede pasar tanto.
Desde esa pelea pasaron muchas cosas... Samu y Guille comenzaron a salir, se pelearon e incluso rompieron.
Yo en cambio estoy igual que aquella noche, mirándole a los labios, con ganas increíbles de besarlos, pero sin poder hacerlo.Mangel se había quedado dormido en mi cama después de jugar videojuegos y charlar. Últimamente este tipo de visitas se estaban haciendo muy comunes: Él venía, jugábamos, nos divertiamos y acabábamos hablando hasta las tantas de la madrugada. Teniendo al final que quedarse a dormir por que ya era demasiado tarde.
¿Sabes? Hay momentos que pienso que ya lo hace a posta, que sabe lo tarde que es e incluso trae ropa cómoda por si acaso. Ya es una rutina... nuestra rutina. Que aunque se contradiga, cada vez es diferente.
Siempre hacemos lo mismo, pero cada vez que pasa parece distinto. Charlando cada día de cosas variadas, llegando incluso a tocar temas más duros, entre ellos una vez me confesó su sexualidad.Eran cerca de las cuatro de la mañana cuando me lo contó.
Ambos estábamos en mi habitación, con la tenue luz de la lámpara situada en el escritorio, alumbrando a duras penas todos los sentimientos que se escondían entre nosotros.-Hay veces que me canso de ocultar tantas cosas -Comenzó diciendo el malageño mientras movía la cabeza de un lado a otro. Como si estuviese tratando de recordar algo-. Estoy cansado de fingir ser alguien que no soy -Suspiró, exhalando emociones con cada palabra-. Y lo peor es que no tengo los cojones de mostrarme tal y como soy.
-Vamos, tampoco puede ser tan malo -Respondí yo, tratando de calmar la situación, pues después de sus palabras me temía lo peor.Hubo unos segundos de silencio antes de decir nada. Segundos en los que se planteó tantas cosas... pero al final decidió lanzarse a la piscina.
-Soy gay.
Dos palabras, seis letras, un suspiro... pero con más sentimientos reprimidos de los que podía imaginarme.
Y es que, en ese momento no pude evitar sonreír para mis adentros. Empezando a ver un poco de luz al final del túnel.
Ya no me daba miedo admitir que estaba enamorado de él... después de que se lo confesase a Samuel pude comprenderme más a mí mismo. Y aunque aún no me veía capacitado de confesarle mis sentimientos, el hecho de saber que era gay me hacía sentir que todavía había una posibilidad en mis manos.(...)
Han pasado varias semanas desde aquél momento en el que me confesó ese secreto que tanto daño le hacía, desde entonces ninguno lo volvió a nombrar.
Y bueno, ahora puedo admitir lo jodido que estoy, mirando como duerme en mi cama, con ganas inmensas de besarlo.
-¿Que te detiene?
Como si hubiese leído mis pensamientos: Mangel abrió los ojos. Acortando la poca distancia que había entre nuestros rostros.
-Dime, ¿que te detiene? ¿que es lo que deseas? -Cada vez se encontraba más cerca, eliminando la distancia que ahora era nuestra enemiga.
Lo miré a los ojos... esos ojos oscuros que tanto amo, esos que tanto tiempo han ocupado mis sueños. Bajé la mirada un sólo instante a sus carnosos labios, instante que valió para enloquecerme, para necesitarlo, para volverme a enamorar.
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Dreamers {Wigetta}
RandomDos jugadores totalmente opuestos con un sueño en común por el que tendrán que trabajar duro. ¿Te unes a la aventura?