Narra Guillermo:
Adiós miedos. Adiós limitaciones. Sabía perfectamente que de seguir ignorando mis sentimientos acabaría volviendome loco. Tanto yo, como Samuel. Así que hice una locura... probablemente la más grande que haya hecho hasta ahora, pero es que la presión me pudo.
Y ahora me encontraba así, delante de aquel moreno estúpido y prepotente que había desordenado tanto mi razón como mis pensamientos.
Y no voy a mentir, sigo sin saber que es lo que siento exactamente por él, pero al menos se lo que el cuerpo me pide que haga... Me moría por ganas de besarle.
Antes, en el entrenamiento, cuando nos encontrábamos sólo nosotros dos, intente atreverme.
Lo observe fijamente, estaba mirando al balón con una sonrisa inconsciente y el sol dándole en la cara. Era perfecto. Se veía tan natural... siendo él mismo, sin que nadie lo juzgue o espere constantemente lo mejor de él. Sin presiones ni obligaciones. Sólo él y el balón, haciendo una de las cosas que más disfruta. Siendo feliz.
Esa imagen tan verdadera de Samuel comenzaba a hacer latir mi corazón a otro nivel... aún más rápido que cuando nos besamos. Y es que, joder, quería besarle. Quería probar nuevamente esos lindos labios, me lo pedía el cuerpo. Así que empecé a acercarme más a él, haciendo caso a mis instintos y sentimientos confusos para quedar cada vez más cerca. Pero cuando me encontraba a la distancia perfecta para tirarle de la jodida camiseta y estampar mis labios con los suyos, me arrepentí. Me aleje un poco y miré hacia otro lado para disimular mientras me culpaba por ser tan cobarde.
Pero ahora es diferente, pues quiero dejar de ser un cobarde. Ahora mismo quedar en ridículo me importa una mierda. No podía aguantar más, tenía que calmar aunque sea por unos segundos la necesidad de volver a sentir sus labios sobre los míos.
Y por eso me encuentro aquí, desnudo frente a él chico más jodidamente sensual que pueda llegar a existir, mandando a la mierda la vergüenza y olvidando completamente el uso de la razón.
Cosa que se esfumó todavía más cuando note como correspondía mi beso.
De nuevo sentía aquello. De nuevo el tiempo parecia haberse congelado para nosotros, para hacer énfasis en las mariposas de la barriga y los latidos del corazón.
Estaba tan cerca suya que casi sentía poder escuchar su corazón latiendo de forma desenfrenada.
Poco a poco el beso se fue tornando como nuestros latidos y respiraciones; Intenso y apasionado.
Si pudiera cogelaria este momento para siempre, eramos tan sólo él y yo, huyendo de los problemas de la forma más bonita y posiblemente arriesgada que pudiésemos encontrar... pero ambos estábamos felices. Disfrutando este momento como lo que era; Un momento único.
Un momento perfecto, hecho a medida para dos corazones distintos que intentan encajar a través de los latidos y al ritmo de la música que había en nuestros corazones.
Y se que puedo sonar jodidaments cursi, pero es que esto era exactamente lo que llevaba sintiendo tanto tiempo sin darme cuenta. Al fin había conseguido encontrar una forma de monstrarle mis sentimientos sin tartamudear y equivocandome cada dos por tres con las palabras.
Igual mi forma de besar puede ser algo torpe también, pero con un chico como Samuel al mando eso no me preocupaba.
En medio del beso no pude evitar fijarme un poco el los musculoa y abdominales delineados, los cuales se ecuentran en este momento cubiertos de agua.
Desgraciadamente, la felicidad sin problemas no es eterna... y yo había olvidado un dato muy importante al tomar esta decisión tan atrevida, y es que ¡estoy desnudo! Y, digamos que cuando a un hombre le gusta denasiado algo, se puede llegar a notar en algunas partes... ¡Y justo esa parte yo la tenía muy a la vista!
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Dreamers {Wigetta}
RandomDos jugadores totalmente opuestos con un sueño en común por el que tendrán que trabajar duro. ¿Te unes a la aventura?