Narra Samuel
-¿Vienes al "baile" conmigo? -Me preguntó sonriente la chica que supuestamente era mi novia.
No me habría costado tanto responder a la pregunta si no fuera porque Guillermo estaba justo al lado de nosotros.
Le dirigí una corta mirada y sentí como si él apartase la suya, ¿acaso nos estaba mirando? Sonreí para mis adentros y dirigiendo mis ojos para esa rubia tan despampanante asentí.
-Claro ¿Por qué no?
En un par de días os aseguro que tendría mil respuestas diferentes a esa simple frase que dije sin pensar, pero era mi novia y quedaría raro decirle que no.
Hablamos un par de minutos más. Con algo de desinterés y esperando que mágicamente el entrenador me llamase la atención para seguir jugando. Cosa que gracias a dios sucedió.
-Samuel, no te entretengas, continua con la práctica -Hice una falsa mueca de fastidio para aparentar desilusión mientras empezaba a caminar hacía el centro del campo.
Intente adentrarme como si esos últimos minutos no hubiesen sucedido a la vez que le dirigía una muy sutil mirada a Guillermo.
En los últimos minutos del partido de práctica que habíamos comenzado tratamos por todos los medios de marcar el gol definitivo, pero tanto Guillermo como yo parecíamos estar en otro mundo. Yo siempre trataba de darlo todo. Aunque esta vez no fue suficiente.
-¡GOOOL! -Grito un chico de baja estatura y pelo oscuro. Celebrando el gol como si de una adolescente emocionada se tratase.
Intente aguantar la risa por su inesperada reacción y me senté en el suelo para descansar mientras veía como todos le felicitaban.
Estaba claro que ese chico no había marcado un gol estilo súper saiyan de nivel 777. Igualmente le felicitaban todos por ser al parecer "de sus primeros goles". Creo que el chico era de los mas recientes.
Cuando me di cuenta mis pensamientos se habían alargado demasiado y el campo estaba prácticamente vacío... a excepción de aquél chico moreno de ojos achinados que aún estaba practicando los goles en la portería.
-Esa portería se ve muy vacía ¿Necesitas ayuda? -Dije alzando la voz con una sonrisa para que notase mi presencia. Había hablado casi sin pensarlo.
-No hace falta -Susurro mientras seguía pateando balones sin ni siquiera mirarme. Y es que no se porque tenía tantas ganas de estar con él, pero no quería rendirme tan fácilmente.
-Porfi -Suplique con un tono muy agudo para conseguir hacerlo reír. Cosa que finalmente conseguí.
No sé que pensaría quién me viera; Suplicando de forma infantil para sacarle una sonrisa a un chico que había conocido hace unos pocos días.
Realmente no me reconocía ni yo, pero no siempre soy el chico arrogante o prepotente del que todos hablan. Guillermo me hacía querer comportarme diferente.
Empezamos a practicar los tiros a portería y los pases entre nosotros. Obviamente no faltaron esos momentos en los que conseguía mandar el balón muy lejos y empezaba a echarme flores para ver como Guillermo me decía "Que modesto, claval" a la vez que se reía.
(...)
Una vez terminamos de entrenar nos tiramos directamente al cesped intentando descansar después de casi una hora haciendo el tonto. Giré mi cabeza hacía la derecha; encontrándome con su mirada pensativa puesta en el cielo.
Sin poder evitarlo pasé mi pulgar por su mejilla quitando la suciedad en esta. Crucé mi mirada con la de él y me quedé estático, ¿de verdad este chico era real?¿Puede alguien ser tan hermoso aun en estas condiciones? Sucio, sudado y despeinado, con algunos cabellos rebeldes pegados en la frente, creo que de hecho... Todo lo que mencioné antes lo hace ver aún mejor.
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Dreamers {Wigetta}
RandomDos jugadores totalmente opuestos con un sueño en común por el que tendrán que trabajar duro. ¿Te unes a la aventura?