Byakuya Kuchiki
Por primera vez en mi vida, me quedé con Renji toda la noche en su habitación y eso para mí ya era todo un record, porque jamás me había quedado en el edificio del escuadrón, siempre me iba a mi mansión, pero supongo que por hoy podía hacer una excepción. Renji no se encontraba muy bien, había cerrado los ojos por el mareo y se había abrazado con fuerza a mí en la cama.
Le abracé por hacerle sentir mejor, por demostrarle que estaba allí junto a él. A veces su cuerpo temblaba y en esas ocasiones, me gustaba abrazarle más fuerte para que estuviera bien, para que se sintiera protegido a mi lado, porque yo no dejaría que nadie le hiciera daño de ninguna forma. No podía imaginarme aún todo lo que debía haber sufrido con aquellos hollows, pero si se atrevían a volver por allí yo mismo los mataría. Sé que no tenía autoridad para prohibirles la entrada, pero no volverían a tocar a Renji, de eso me encargaría yo y si tenía que hablar con el propio jefe del club para que no se acercasen a mi chico y poner la cantidad de dinero que fuera necesaria, lo haría, pero ningún hollow se acercaría a él de nuevo.
Por la noche aún mientras dormía mi chico, le escuché llorar y sé que era por todo lo que llevaba dentro, pero no podía hacer nada para mitigar su dolor y eso me dolía más a mí, me sentía impotente sin poder ayudarle, quería hacer algo para poder mitigar su dolor, para arrancarle todo ese sufrimiento que Renji llevaba por dentro desde hacía demasiado tiempo y él jamás se dignó a contarme, porque sé que ocultaba cosas, tenía problemas desde hacía demasiado tiempo y yo como capitán debía haberlo notado, pero no lo hice, siempre fue mi torpe Teniente y no me di cuenta hasta que empecé a enamorarme de él, de lo que sufría.
Se despertó sobresaltado y tras tener que intentar calmarle diciéndole que yo estaba aquí con él, pareció tranquilizarse mientras se agarraba a mí. Temblaba como un niño pequeño lleno de miedo y eso sí me extrañaba mucho. Le besé la frente mientras escondía su rostro en mi pecho y le acaricié el cabello.
- ¿Una pesadilla? - le pregunté notando como cerraba sus dedos agarrando mi camiseta con fuerza.
- No - me dijo
- ¿Puedo ayudarte en algo Renji? - le pregunté.
- No - volvió a responderme.
- ¿Qué te pasa Renji? Llevas unos días algo extraño.
- Lo siento - me dijo - lo siento de verdad pero son problemas personales.
- Renji, me gustaría ser algo más de ti que tú capitán y lo sabes, me gustaría ser tu pareja, que pudieras contar conmigo para lo que necesitases, que tus problemas fueran de los dos, ayudarte en todo.
- Te lo agradezco Byakuya, pero estos problemas son demasiado personales y no estoy listo para contarte todo.
- Vale - le comenté dándole tiempo - puedes contar conmigo cuando lo necesites, aquí estaré para ti.
Le besé con calma y suavidad intentando que volviera a calmarse, que se relajase un poco y dejara de pensar en todas esas preocupaciones que le pasaban por la cabeza y que no deseaba contarme en estos momentos. Para mi sorpresa, Renji siguió mi beso e incluso puso mayor pasión que yo, cogiéndome del rostro con sus manos y profundizando el beso.
Bajé mis manos a su cintura acariciándola con suavidad, metiendo mis manos bajo su camiseta para hacer más contacto, para tener más tacto con él. Estaba ardiendo, supongo que por todas las mantas que teníamos encima y con las que yo me estaba muriendo de calor, pero es que Renji siempre fue algo friolero.
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Último beso (Bleach: Byakuya-Renji)
FanfictionRenji Abarai, fue vendido desde muy pequeño como doncel a un prostíbulo y no puede abandonar su trabajo hasta que no pague su deuda. Los más ricos de la sociedad de almas van al mundo real pagando por sus servicios hasta que llega a oídos de Byakuya...