Ichigo Kurosaki
Cada día que transcurría y conseguía ir a visitar a Renji comprobaba que iba a peor. Su embarazo no iba bien, sentía fuertes dolores por el veneno, se notaba como afectaba a sus órganos internos y últimamente... apenas comía, eso era un síntoma claro de que hasta su estómago estaba fallando ya, pero no era el único órgano.
Todo su cuerpo fallaba, se moría frente a nosotros y no podía evitarlo por más que quisiera, ya no se parecía ni a la sombra de lo que una vez fue un Renji fuerte y orgulloso, ahora era alguien débil que no podía valerse por si mismo y dependía de los demás para seguir sobreviviendo. Había tratado en todo este tiempo conseguir un remedio para ese maldito veneno que le robaba la vida, probé entre mi familia y yo miles de posibles curas pero ninguna surtía efecto. A este paso, moriría y lo peor... es que con ocho meses de embarazo ya estaba afectando al feto, tenía que sacarlo, no podíamos esperar más si queríamos salvar al menos al niño.
Hablé seriamente con mi padre sobre las opciones que nos quedaba, no eran muchas ciertamente... no podíamos permitir que Renji muriese sin haber dado a luz, era necesario sacarlo pero también quería poder llegar a Byakuya porque él era el padre, tenía que enterarse de lo que ocurría, pero nadie le había visto en estos meses.
Supuse que al principio Byakuya trataría de resistirse a su abuelo y esas condiciones, que le desafiaría, pero con lo rápido que había corrido la noticia de la muerte de Renji, era muy probable que creyese que estaba muerto, así que esperaba a un Byakuya destrozado por la noticia, seguramente hasta se había aislado él mismo en su cuarto y no quería ver a nadie por la depresión de haber perdido al ser más querido en su vida.
No podía imaginarme cómo debía sentirse, menos después de todo lo que habían vivido esos dos juntos y aunque traté en varios momentos llegar al capitán, Renji me había hecho prometerle que ya no le diría nada sobre que seguía vivo, yo me había propuesto conseguir verle para al menos... devolverle a su hijo. Renji había tratado en vano de contactar con él en varias ocasiones, trató de explicarle las cosas mediante cartas, pero yo estaba convencido de que su abuelo las estaba ocultando y no llegaban a su destino. Ahora a las puertas de la muerte... Renji ya no quería que Byakuya sufriera más, todos creían que estaba muerto y no quería decirle que estaba vivo dándole esperanzas e ilusiones para luego arrebatárselas cuando tuviera que verle morir frente a él de verdad, porque la realidad... es que por cruel que pareciera, Renji se moría y no podíamos ayudarle, ya había aguantado demasiado estos meses de embarazo con ese veneno que lo mataba en vida y el dolor de su cuerpo.
Decidí con mi padre ir a ver a Renji y explicarle la situación sobre el niño, habíamos resuelto sacarlo y meterlo en una incubadora hasta que sus órganos se formasen del todo, pues uno de mis grandes miedos de estos meses que traté a mi paciente, era que el niño saliera con alguna deformación o con algún órgano que no hubiera terminado de crearse correctamente, tenía que desarrollar todos los órganos.
Caminé hacia la casa de Ishida y toqué la puerta varias veces, pero al no escuchar respuesta alguna, decidí entrar con las llaves que hacía meses... me había entregado y yo aún no había tenido oportunidad de utilizar, porque siempre estaba en casa. Las llaves me las había entregado más que nada por si él no se encontraba en casa y yo debía acudir a su casa a revisar a Renji y comprobar cómo seguía su estado.
Entré con las llaves dando por supuesto que Ishida no se encontraba en la casa y es que... debía hablar urgentemente con Renji sobre la situación de su bebé y mi preocupación de no poder localizar a Byakuya aunque hasta Rukia lo estaba intentando.
Al llegar al alón y dar la luz, me di cuenta de algo muy importante, escuchaba ruidos pero no eran los típicos enfados y gruñidos que se lanzaban continuamente Ishida y Grimmjow, porque siempre estaban discutiendo y peleando por tonterías, sino que escuchaba jadeos y gemidos. Aquello me extrañó mucho, porque siempre que entraba, sólo se les escuchaba discutir a esos dos.
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Último beso (Bleach: Byakuya-Renji)
FanfictionRenji Abarai, fue vendido desde muy pequeño como doncel a un prostíbulo y no puede abandonar su trabajo hasta que no pague su deuda. Los más ricos de la sociedad de almas van al mundo real pagando por sus servicios hasta que llega a oídos de Byakuya...