CAPÍTULO 18

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Gracias a la semana de Evaluaciones, Melisa no pudo coquetear a fondo con David, pero eso no impidió ciertos encuentros esporádicos.

Finalmente, llego el viernes y ella ya tenía planeado pedirle una cita. Algo informal como ir a comer pizza esa noche. Claro que, por el momento, todo en plan de amigos.

"Con calma" se recordó, mientras caminaba hacia él en el recreo.

Lo observo. Llevaba el cabello más largo, tanto que las profesoras lo habían regañado. Eso lo hacía lucir más guapo. Y no hablar de sus ojos. Más azules y profundos que nunca.

Él se volteo y la encontró mirándolo. Esta vez, ella no aparto la mirada, sino le sonrió.

– ¡Melisa! – la llamo una voz masculina. Ella giro.

Se encontró con Fabio, un estudiante de 11. Según Fernanda, él era muy atracitvo y tenía un trasero "apachurrable".

– ¿Hola?

– Sí, Hola. Soy Fabio, un gusto – dijo él, dándole la mano.

– Yo lo sé – contestó, recibiéndola –. Eh, ¿Cómo estás?

– Bien. ¿Tu?

– Lo normal – respondió, frunciendo los hombros.

– Uh, yo, me preguntaba, es decir... – parafraseo de manera nerviosa.

Ella no entendía lo que le sucedia. No es como si ella se lo fuera comer vivo.

– ¿Qué pasa?

– ¿Tu, te gustaría, salir en una cita conmigo?

"Diablos" pensó, mordiéndose el labio.

– Le encantaría – contestó alguien por ella.

Giro su cabeza y se encontró con David, sonriéndole.

"Trágame tierra".

– ¿Es eso verdad, Melisa? – cuestiono Fabio.

– Em, yo... – buscó una buena excusa, pero no encontró ninguna buena. Prefirió decir la verdad –. Planeaba salir con David.

Él aludido la miro sorprendido. Un leve rubor había cubierto sus mejillas.

– No importa, Mel. Los amigos pueden esperar – comentó él –. Dale una oportunidad a Fabio.

Ella se lo pensó y, después de un largo suspiro, respondió.

– Umm, vale.

– Genial. Esta noche seria grandiosa – propuso el chico –. ¿Me regalas tu dirección?

Ella se la dicto y Fabio la copió en su celular.

– Entonces, nos vemos esta noche, linda – le dijo, robándole un beso en la mejilla –. Adiós y gracias, David.

El mayor se fue y ellos dos se quedaron en un raro silencio.

– ¿Por qué hiciste eso? – inquirió ella, molesta.

– Tranquila, solo te quería ayudar con el chico que decías que te gustaba.

– ¿Qué?

– Sí, ya sabes, del que hablabas en la charla de sexualidad – le recordó –. Guapo, no lo conocemos y, según tú, inalcanzable.

"Me refería a ti, idiota" mascullo en su cabeza.

Ella respiro hondo.

– Muchas gracias, David – le hablo, con cierto sarcasmo en su voz –. Pero, no te vuelvas a meter en mis asuntos.

El chico abrió los ojos herido por sus palabras. Melisa lo noto e intento remediarlo.

– ¡Yo no planeaba decir eso! – exclamo, rápidamente –. ¡Lo siento tanto si sonó así! ¡Discúlpame!

– No, no pasa nada. Se me olvidaba que te gusta hacer las cosas por ti misma.

– No es así – le corrigió –. Yo, solo, no quería que las cosas no salieran de esa manera. Tenía pensado algo diferente.

– Bien – le afirmo David, dándole una sonrisa compasiva –. ¿Amigos?

– Amigos.

"Otra vez en la Friend Zone" pensaron al tiempo.

– De igual forma, tienes una cita esta noche – comentó él, después de un tiempo.

"Se supone que tendríamos una cita, tu y yo" se lamentó, mentalmente.

– Si. Espero que salga bien. –

– Yo también – dijo él, con una media sonrisa falsa –. Pero, si se llega a sobrepasar contigo, llámame y voy a castrarlo.

Ella rió.

– No pasara. Me sé defender sola.

– Solo te aviso. No dejaría que nadie te hiciera daño.

Melisa quedo pasmada en ese lugar. Eso había sido tan... tierno.

– Gracias.

Él subió los hombros, despreocupado.

– Me voy a comprar algo. Hablamos luego – avisó ella y, después, se fue.

Se quedo allí, pensando en lo que había hecho.

Le había dejado el camino libre a Fabio con la chica que quería. Aunque, eso era lo correcto. A Mel le gustaba ese chico y él, más que amor, quería la felicidad de ella.

La miro caminar.

Pareciera flotar a cada paso, justo como lo hacía sentir a él cuando le daba una sonrisa.

Suspiro.

– Las oportunidades nunca son para mí – susurró.

Nota de Autora:

He vuelto, tal y como lo prometí.

No me maten por este capítulo. Las cosas van a mejorar, créanme.

De igual forma, gracias por leer esta historia. SE LOS AGRADEZCO DE TODO <3

No olviden dejar sus comentarios y recomendarles a sus amigos mi escrito.

Nos vemos en una próxima oportunidad.

Bye – bye & mucho amor.

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