Desperté gracias a la luz del sol que entraba por unos grandes ventanales que no conocía. Entreabrí los ojos para adaptarme a la luz, pero tenía un enorme dolor de cabeza.
Volteé a ver por todas partes, para saber donde estaba. Era una habitación, pero era obvio que no era mía, está lucía más rústica y moderna a la vez. Era muy acogedor, pero necesitaba saber donde me encontraba. El dolor de cabeza seguía, era la tal llamada resaca.
Comencé a moverme en la cama que alguien me había puesto o yo llegue ahí. Sólo recordaba pocas cosas de anoche. Caí de la cama de culo.
«¡Ay!» Dije por mis adentros mientras apretaba los labios para no soltar un grito.
Me levanté mirando hacia la cama y me lleve un sobresalto. Adrián estaba sin camisa en ella. Me sonroje al verlo así, sólo la sábana lo cubría de la cintura para abajo.
Reaccione y deje de mirar su tan trabajado cuerpo. Me miré en un espejo que estaba pegado en la pared.
-¡Qué bueno que tengo ropa! -pensé en voz alta.
Tapé mi boca con mis manos, esperando que Adrián no se haya despertado. Por suerte no.
Me senté en un sofá que había en la habitación. Puse mis manos sobre mi cabeza. El dolor seguía. Nunca más volveré a tomar alcohol.
Quería seguir durmiendo, pero no mientras Adrián siguiera ahí. Se interpretaría mal, para cualquiera que entrará en la habitación.
Se me ocurrió la idea más tonta, pero la curiosidad me ganaba. Quería ver sí Adrián estaba desnudo de bajó de esa sábana.
Me levanté del sofá sin hacer ruido y comencé a caminar hasta situarme a lado del chico. Tomé una punta de la sábana y comencé a deslizarla lentamente hasta sacarla completamente.
Di un brinco y tape de nuevo mi boca con mis manos para no soltar otro grito. Notaba como me sonrojaba cada vez más. Maldije por lo bajó.
Adrián sí se encontraba desnudo. Completamente. Mi vista fue a su miembro, este estaba erecto. Era enorme y... grueso.
Agite mi cabeza para sacar sucios pensamientos. Volví a colocar la sábana en su lugar, pero el miembro erecto de Adrián todavía lograba visualizarse.
Entré a una puerta que era el baño. Justo lo que buscaba. Cerré la puerta y le puse el seguro.
Fui hasta el lavabo, abrí la llave y llene mis manos de agua, para echarme un poco en la cara. Me miré al espejo.
«¿Por que pienso esas cosas?» pregunté en mis adentros.
Tal vez podría ser la resaca. Sí, quizás sea eso o sino, son ideas locas de mi cabeza.
Salí de aquel baño y me encontré a Adrián sentado en la orilla de la cama, con la sábana cubriéndole la entrepierna y él frotandose un ojo como un niño.
-¡Oh! -se asombró al verme-. Conque estabas ahí.
Se levanto y la sábana cayo, haciendo que se viera su gran "amigo" y ruborizandome.
-Por favor, ponte algo de ropa -mencione mientras me daba la vuelta para no mirarlo.
-¿Qué? ¿Acaso no te gusta verlo? -dijo en tono burlón
-N-no... L-lo tienes muy grande -se me escapó de la boca.
Giré para ver la reacción de Adrián, sin importarme que estuviera desnudo. Estaba con cara de asombro y algo sonrojado.
Puso una sonrisa picara al reaccionar. Tomo unos pantalones y se los puso. Yo estaba impactado por la escena más rara del día de hoy.
Adrián se comenzó a acercar a mí, mientras se ponía una camisa. Estaba demasiado cerca.
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Breathe me
RomanceJuan Pablo, es un chico tranquilo y timido que sufrió en un pasado. Ahora él vive con su tía, empezando un nuevo año escolar en otro grupo de su instituto, conociendo a gente nueva, entre ellos un chico que lo cambiara todo. Dylan, el típico chico i...