Breathe me

Capítulo 20

¡Alto! Antes de leer este capítulo, debes leer que este trae contenido sexual, ya saben, esas cosas. No está tan fuerte (para mí) pero ya están al tanto.

Ahora sí, disfruta el capítulo (si es que lo lees) ^-^

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Justo llegamos nuevamente a la casa de Dylan. La entrada estaba llena de coches lujosos y caros. Nada comparado con el coche que tiene mi tía y Fernando.

Baje del auto negro del chico castaño y espere en la entrada principal de la casa al chico. Se escuchaban muchas voces dentro, entre mujeres y hombres. Estoy muy nervioso, esto está lleno de señores muy formales y yo vestido así.

Dylan por fin llegó de aparcar su coche y sonrió mientras subía los pocos escalones a la entrada principal. Nos giramos hacia la entrada, él tomo los picaporte y abrió las dos enormes puertas.

En la casa había personas de varias edades. Desde jóvenes empresarios y negociante, hasta veteranos en todo eso.

Andrew se encontraba con un traje totalmente negro y elegante. Mientras que Clara llevaba un vestido rojo, largo y escotado. Los dos se encuentran hablando con unos señores. «Deben ser sus socios o amigos» pensé.

No me había fijado como iba vestido Dylan, hasta que lo mire bien. Se veía demasiado bien. Una camiseta gris simple, con un chaleco negro y unos pantalones negros.

El chico castaño me toma de la mano y me lleva en dónde están Andrew y Clara. Al llegar, Dylan me suelta, metiendo sus manos en los bolsillos inmediatamente.

—Papá, como pediste —dice el chico castaño—. He traído a Juan Pablo, su tía vendrá en menos de una hora.

Andrew se gira hacia nosotros y nos sonríe. Pone su mano en mi hombro y lo apreta.

—Me alegras que hayas venido —por fin habla—. Y dime, ¿quién es tu tía?

Aclaro la garganta.

—Estela, Estela De la Rosa.

Andrew al escuchar su nombre abre los ojos, tanto que me da un poco de miedo de que se les vayan a salir, aunque sea una completa estupidez.

El padre de Dylan sin decir más, se da la vuelta, el chico castaño al darse cuenta, saca sus manos de los bolsillos y vuelve a tomarme de la mano.

Dylan comienza a caminar más rápido. Yo intento seguirle el paso, pero es inútil, él camina más rápido que yo.

De repente, un niño pequeño sale de una habitación y Dylan se detiene en seco. Lo escucho maldecir por lo bajó y observo que tiene el ceño fruncido. Miro al niño y se ve tan tierno, que dan ganas de apachurrarlo de amor. No ha de tener más de tres años. Tiene una cabellera rubia y unos ojos verdes claro.

—Tío Dylan —chilla el pequeño. ¿Esperen? ¿Tío?—. Hemos llegado, mami dijo que te buscara —el niño se me queda viendo con asombro—. ¿Quién es él, tío Dylan?

—Él es Juan Pablo, será tu tío próximamente —explica el chico castaño—. Ya que se casara conmigo.

—¡¿Qué?! —exclamo tan alto que algunos invitado nos miran, me pongo rojo en pocos segundos.

El chico castaño carga al niño. Los dos me miran y Dylan esboza una sonrisa, al igual que el niño, que por cierto no sé como se llama.

El pequeño le susurra algo a Dylan y él asiente. El chico castaño se me acerca y rodea un brazo en mi cintura, atrayendo me más a él, aparte teniendo al niño con su otro brazo. Dylan empieza a caminar, obligándome a mí también.