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El vestido en multimedia es más o menos como me imaginé el vestido de Sophie :)

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El vestido en multimedia es más o menos como me imaginé el vestido de Sophie :)

Nicholas

Sophie había hecho un escandaloso berrinche y su padre sólo se quedó mirando. ¿Es que acaso no tienen poder sobre la descarriada? esto debe cambiar... cuando ella esté bajo mi poder, será todo muy distinto; ella vivirá para mí, y sólo hará lo que yo quiera.

—señor, señora, debo retirarme—hice un pequeño saludo a ambos— ya vendré mañana a buscar a Sophie.

—la haremos entrar en razón, Nicholas— Witerpool dijo, con voz cansina.

—eso espero, no quisiera tener que ponerme duro con ella― le respondí.

La esposa de Witerpool palideció.

—Iré a hablar con ella— rápidamente se despidió y casi corrió a las escaleras.

—espero que el berrinche de Sophie no afecte nuestros negocios, Nicholas― el hombre me miró con un poco de terror a que su hija le hubiera arruinado los negocios.

—sólo dígale que permanezca en su lugar como mujer y todo quedará bien, Jeremías.

Él asintió, pero noté la preocupación por el futuro de su hija.

҉

Me encontraba esperando impacientemente a que mi prometida bajara. Sus cosas ya se encontraban en el carruaje y Saúl les echaba un vistazo por si acaso.

Jeremías me ofreció una copa de Whisky mientras que la esposa― Lilianne― iba por las escaleras a buscar a su hija.

—No tardará— nos informó cuando regresó.

El juez de paz que haría legal nuestro matrimonio― No había sido difícil que el hombre viniera con tan poco tiempo de aviso a casarnos. Dinero. Todo se solucionaba con dinero― estaba sentado frente a mí, leyendo algunos pasajes de la biblia mientras repasaba los votos que diría. Sólo seríamos él, Witerpool, su esposa, la amiga de Lilianne y Sophie.

Luego de varios minutos, Sophie bajó. Su padre había enlazado sus brazos y su mirada parecía firme. Sophie, por su parte, no mostraba expresión alguna. La chicavestía un largo vestido color grisáceo casi blanco, con algunos detalles enencaje. Me gustaba cómo combinaba con su color de pelo― atado en un moño flojo enla nuca― porque realzaba su palidez de manera natural. 

—bien, comencemos― el cura, papa, obispo o lo que mierda fuera habló.

Cuando ella estuvo cerca, vi que sus ojos estaban rojos e hinchados― cosa que no noté con la distancia― tal parece que hubiera llorado.

-cuídala, Nicholas― Jeremías me extendió la mano de Sophie mientras ella miraba a otro lado, sin hacer el más mínimo esfuerzo.

—hoy, nos encontramos aquí reunidos ― empezó el hombre, con su libro sagrado en ambas manos― para unir bajo la protección del Señor Jesucristo y la Ley a estos dos amantes, Nicholas y Sophie— el tipo siguió hablando, sin ninguna intervención.

Ámame.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora