Tu hermano me llevó al circo anoche. Hubieras dicho que era un tonto si te lo hubiese dicho.
Estábamos en las primeras filas. Había payasos, magos, acróbatas y bailarines. Fue divertido.
Y cuando uno de los magos eligió a una chica del público, le pidió que pensara en la persona que más le importase, y la imaginase muy muy lejos.
Yo, sin querer, pensé en vos.
Y no me fue difícil imaginarte a lo lejos.Te observaba alejarte más y más.
Solo se veía tu cabellera roja.
Hasta que ya no pude ver nada.Te perdiste en un sombra y se me cayó una lágrima.
Tu hermano no notó que lloré casi la mitad de la función. Y me alegré. Porque luego me sentí estúpida.
Había prometido no volver a llorarte.
Pero siempre hemos roto nuestras promesas. Así que no me importó mucho.
No me importó, igual que como a vos no te importa.
Y está bien. Te extraño demasiado. Y pienso en tu voz cada día.
Pero está bien. Porque sé que no vas acordarte de mi.
Y yo lo haré.
Y la vida seguirá.
Y los recuerdos se quedarán.
Y vos no vas a pensar en mi.
Lo sé.
Siempre lo he sabido.
El hombre hipnotizó a la chica y la pobre terminó actuando como una gallina por dos minutos.
Sentí lástima por ella.
Pero más tarde me olvidé.
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Un octubre sin vos
Short StorySentáte, voy a contarte una historia sobre nosotras dos. Y sí, sé que no te importa.