Estoy enamorada de él.
Sé que es una estupidez. Un sueño adolescente. Otra cosa confusa en mi cerebro de arcoiris como solías decir.
Pero él es especial. Tu hermano es especial. Y me hace sentir especial.
Hay algo en él. Algo que me vuelve loca. Tal vez son sus ojos verdes, con las pecas juguetonas. El cabello rojizo que no deja de pararse por más gel que lo intente contener. El ceño que se le frunce una forma bonita cuando algo le molesta. A veces se concentra tanto mientras dibuja, tanto que me da miedo que se pierda en sus trazos y olvide mi nombre.
Siempre me ha gustado. Siempre.
Pero ahora, cada vez que lo acaricio de la forma que sea, el corazón me late con más fuerza. Cada vez que lo miro con tanta cercanía y libertad me da miedo de tener un paro cardíaco.
Cuando pienso en su voz ronca me dan ganas de abrazarlo un día más.
Tu hermano me encanta. Es mi perdición y lo será eternamente.
No sé si él sentirá lo mismo por mí. Sin embargo algo en mi interior quiere gritar que lo amo.
Tal vez solo sea aquel amor de adolescencia del que hablan los adultos. Es una posibilidad, lo sé. Y no importa.
Si quiero entregar mi vida a alguien, que sea a él.
Perdón, por desobedecer tus reglas.
Perdón, por haberlo besado mil veces.
Perdón, por todo lo que pasó y pasará.
Perdón, pero me enamoré de tu hermano.

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Un octubre sin vos
Short StorySentáte, voy a contarte una historia sobre nosotras dos. Y sí, sé que no te importa.