Tu nombre está entre los susurros. Y he estado oyendo los susurros de tu nombre durante todo el día.
Algunas voces dicen que que dejaste la escuela o que simplemente no venís. Otras voces saben que no volvés a tu casa por las noches y estás en cada fiesta... Y es gracioso porque no te gustaba salir de tu casa.
Hoy me he sumado a aquellas voces que susurran tu nombre y quieren humillarte. Les conté que tu primer beso había sido a los once años. Pero no me atreví a revelar que fue el amigo de tu padre quien te lo dio.
También les dije que fumabas marihuana a escondidas e ibas a la farmacia todos los viernes a comprar forros.
No dije más nada. Y conformé a las voces.
Luego de llamarte puta, me sentí bien.
No te preocupes. No les hablé sobre tus sueños en blanco y negro, tu ganas de respirar bajo el agua, viajar en el tiempo y mucho menos de aquellas noches en las que me decías que volar junto a las estrellas era tu mayor sueño.
Contarles sobre aquellos secretos no era posible. Para hablar sobre ellos debería hablar sobre nosotras. Y el nosotras no podría ser revelado.
En parte porque no existe, en parte porque es mí secreto.
Tus mayores temores y vergüenzas no se me escaparán. Todo aquello quedó entre nosotras y el pasado. Lo he guardado bajo llave. Compartir tus últimos momentos a mí lado me parece descabellado. Jamás lo sabrá nadie.
Y es que en serio me gusta pensar que, a pesar de lo que pasó, confías en mí. Y sabés que lo ocultaré todo.
Nunca me contabas secretos reales. Todo tu ser era un secreto. Y esa siempre será mi razón para guardar aquellos que sí me dijiste.
Para mí, nuestra amistad es un secreto ahora. Pero sé que para vos siempre lo ha sido.
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Un octubre sin vos
Cerita PendekSentáte, voy a contarte una historia sobre nosotras dos. Y sí, sé que no te importa.