Algo. 20

39 6 0
                                    

La chica cumplió su promesa. Llegó a mi casa cerca de las tres de la tarde y fui casi saltando a abrirle la puerta.

Me sonrió amable y le pedí que pasara para explicarme algo que ya entendía sobre historia.

Cuando ella pisó mi casa casi se desmaya.
Me asusté y llamé a mi mamá. Para cuando ella llegó, mi vieja amiga ya estaba mejor.

Me sorprendí tanto al ver sus ojos desorientados que me olvidé de las tareas y mis planes manipuladores.

Jamás podría haberla imaginado tan desorientada.

Me preguntó, después de beber tres vasos de agua seguidos, si ya había estado en mi casa antes.

Me la quedé viendo estupefacta. Luego en sentí estupida.

Le dije que solíamos ser amigas cuando teniamos cinco años. La chica se llevó una mano al pecho y dijo que tenía que irse.

Al levantarse de la silla, casi se cae.

Yo no lo comprendía.

Algo en mi interior no deja de repetir que está escondiéndome alguna cosa en el fondo de su ser.

Sé que ese algo tiene razón.
Ese algo alguna vez me dijo que escondías algo.
Y escondías mucho más que un algo.
Escondías un de todo.

Estoy asustada. Perder a mi plan B me duele.

Y llamar a alguien "plan B" me recuerda a vos.

Y eso está aterrándome.

Parecerme a vos sería terrible.

Parecerme a vos sería como caer muy muy bajo.

Pero también estoy cerca de eso.

Y me avergüenzo.

Un octubre sin vosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora