Un octubre sin vos

Karma. 14

Una chica de mi curso se acercó a mí esta mañana mientras mis padres y yo salíamos de la escuela luego de firmar el acta de la suspensión. Me sonrió y saludó como si nada. Al verla la recordé enseguida, después de muchísimos años sin pensar en ella. Sin pensar en nosotras.

Aquella chica de ojos castaños y cabello negro era mi mejor amiga antes de que entraras al salón de clases esa mañana de inverno.

Dejé a esa chica a un lado por la chica nueva.

Me sentí mal el resto de día. Me di cuenta de que me merecía todo lo que estaba pasando.

Lo que me hiciste, yo se lo hice a ella.

Todo lo que das vuelve. Y a mi me volvió.

Karma. Así lo llaman.

Ahora mismo quisiera llorar tanto como lo hice esa noche de Agosto en la que te grité tanto y dije que te fueras para siempre. Me merecía cada lágrima y cada punzada de dolor en el corazón.

Me arrepiento de haber sido tu amiga. Me arrepiento de haberte llorado.

Fuiste mi peor error.

Me convertiste en una tonta, sumisa de tus acciones.

Hoy desearía cambiarme. Cambiarme de mente y cuerpo. Volver al pasado y arreglarlo todo.

Fue culpa de ambas, no te preocupes. Fue mi culpa haberte querido. Y fue la tuya dejarte querer sabiendo que ibas a lastimar.

No puedo volver el tiempo atrás y no conocerte. Tampoco puedo obligarme a dejar de quererte.

No lloré hoy, pero tenía ganas de hacerlo.

Mis padres olvidaron el nombre de la niña que fue mi amiga antes de la chica del piyama violeta y el cabello rojo revuelto. No sé si debería preocuparme el hecho de que ellos ya no pregunten por vos.

Tal vez sea una señal para dejarte ir.

Olvidarte al fin.