Me suspendieron por una semana esta mañana.
Una chica dijo que eras una zorra y yo la observé sin expresión. Ella se rió y dijo que yo también era una zorra, pero más tonta.
No sé si fue porque estoy cansada de oír cómo la gente me insulta por tu culpa, como todos me observan y señalan como si hubiera sido yo quien llegó borracha una mañana, como tu hermano habla de vos cada día que nos vemos, el cómo te fuiste, el odio que te tengo o quizá fue porque tenía ganas de pelear, pero me arrojé sobre ella en medio de una clase de inglés.
Llamaron a la ambulancia porque le rompí un par de dedos.
Llamaron a mis padres.
Me castigaron por un mes.
Me suspendieron por una semana.
Nada de eso me importó porque rompí algo. Algo como sus dedos. Y es que a mi ya me habían roto algo. Algo como mi corazón.
Al llegar a casa, rompí cada foto nuestra.
Lo destrocé todo.
No estoy arrepentida.
Estoy castigada.
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Un octubre sin vos
Short StorySentáte, voy a contarte una historia sobre nosotras dos. Y sí, sé que no te importa.