Lloré como una estúpida en la puerta de mi casa esta tarde. Vos ibas caminando y sé que me viste, pero no te detuviste. Me miraste, lo razonaste y seguiste.
Me sentía tan mal y dolorida que si te acercabas juro que podría haberte abrazado.
Más tarde, en mi cama, con los ojos hinchados de tanto llorar, me llegó un mensaje tuyo mientras escuchaba música con esos auriculares violetas que una vez me regalaste. Me dolía todo el cuerpo, pero al ver esa notificación dejé de sentir.
Se me cayó el alma al piso al ver tu nombre en la pantalla. Creí que era un error y tardé un minuto en decidirme por abrirlo.
A penas comencé a leer, volví a llorar.
Me aprendí el mensaje de memoria.
"La verdad es que no sé como decirte esto. Y mucho menos si debería hacerlo, por lo que pasó. Pero no me interesa. Quiero que sepas que me importas muchísimo, y no quiero que nada malo te pase, porque para mi vales mucho más de lo que te imaginas. Hoy te vi llorar y se me partió el corazón, le pregunté a mi hermano por vos y dijo que estabas pasándola muy mal, que en la escuela te están tratando mal. No sé bien que te está pasando ahora, no sé en que andas, tampoco me quiero meter. Pero tené en cuenta que siempre hay una salida. Que tenés a muchas personas a tu alrededor que te quieren y te necesitan. No solo tus papas, no solo tu nueva amiga, hablo muy en general.
Yo sé bien lo feo que se siente estar hundida, pero pensá que tenés todo tipo de cosas para hacer, lugares a donde ir, personas con quien estar. Aprovechá tu tiempo, valorá a quienes están con vos, cuídate a vos misma.
No te rindas, por favor, no caigas. No estás sola, no tenés porqué estar así, vos sabés que no querés seguir de esta manera. Buscá razones para seguir avanzando y hacelo.
Porque en serio te necesitan. En serio quieren que estés con ellos. No te das una idea lo bien que le haces a las personas (incluso a mi)"A penas pude respirar. Me quedé sentada en mi cama, con los auriculares a un lado oyendo a la distancia una canción triste que conocía y no recordaba.
Aún pensabas en mí. Eso no era posible. No tenía sentido.
Se me aceleraba el corazón. Las lagrimas se me caían solas.
Vos. Vos habías hablado conmigo.
Era mi oportunidad.
Me llevó toda una noche decidirlo, pero finalmente te respondí.
"No tenía idea de que todavía pensabas en mí y cuando leí tu mensaje lloré bastante en parte porque no sabía qué tan perdida estaba y en parte porque venía de vos. Me llevó toda la noche pensar en qué decirte y terminé reflexionando sobre lo que estaba haciendo. Casi nadie piensa en lo que siento últimamente y leer tu mensaje me hizo sentir muchísimo mejor, gracias por seguir ahí.
No voy a hacer nada tonto y tampoco había pensando en hacerlo. Sé que si lo intento lo puedo mejorar aunque sea difícil, voy a estar bien. Ya pasé por algo así antes y ahora no me parece tan complicado.
A mí también me importás mucho y te extraño a pesar de todo, pero espero con todo el corazón que seas feliz y que tengas amigos que puedan quererte tanto como te quiero yo.Gracias por seguir preocupándote por mi sin importar que haya pasado. Siempre vas a ser parte de la mejor parte de mi vida"
Y te lo envié con la esperanza de una respuesta amistosa, pero nuestra conversación terminó ahí.
Nuestra historia terminó ahí.
Y me sentí bien, por primera vez en Octubre.

ESTÁS LEYENDO
Un octubre sin vos
Short StorySentáte, voy a contarte una historia sobre nosotras dos. Y sí, sé que no te importa.