Tristeza. 22

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Hoy vi a tu hermano con otra chica. Me deprimí al instante y solo pude pensar en el por qué.

Tal vez es verdad, pasamos mucho tiempo sabiendo que nos gustábamos y nadie hizo nada. Fingimos no querernos por mucho tiempo y ahora ya es demasiado tarde.

Pasamos juntos un rato inolvidable y fue todo. Ahora mismo quisiera llorar, pero me guardaré las lágrimas. Prometí no volver a llorar por un chico.

Lo extraño y cada vez que lo veo desearía poder tenerlo conmigo. Cupido me ha odiado toda la vida y sé que eso no volverá a pasar.

Ojalá esto que siento no fuese real y aquellos ojos pudiesen mirarme de la misma forma otra vez.

Me siento mal, triste.

Y es que ella no puede tocarlo como la vi hacerlo. Yo era dueña de cada pestaña y lunar, pero ahora no soy nadie para esa sonrisa y me dan ganas de no despertar mañana porque sé que tendré que verlo en la calle y no quiero. No puedo.

Esa desconocida a penas sabe quién es. No conoce cada centímetro de su alma. Jamás fue a uno de sus cumpleaños y llevó el mejor regalo porque lo conocía mejor que cualquiera. No pasó noches enteras oyendo desde la otra habitación como hablaba dormido. Esa chica no tenía derecho a estar donde está ahora.

¿Cómo es posible que también la bese a ella cuando me prometió un para siempre alguna vez?

¿Por qué la toma de la mano?

¿Quién es esa a quien le sonríe con el mismo sentimiento intenso?

¿Dónde quedaron sus palabras?

¿Qué pasó con el nosotros?

Ya no quiero volver a verlo si no es mío.

Su corazón ya no se acelera cuando me ve y el mío ahora lo hace por los dos.

Tal vez la gente con tu sangre me hará sentir siempre esta misma sensación de dolor y nostalgia.

Un octubre sin vosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora