Nuevo.

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No paso mucho tiempo para que la nana nueva aceptara a niños y el orfanato ya no sería exclusivo para niñas. Pronto comenzaron a llagar nuevos niños, algunos muy pequeños y otros de la edad de Selene.
Selene estuvo desde las 5:00 am acompañando a la nana a esperar a los niños nuevos que enviaron o que recientemente habían perdido a sus padres, Selene tenía miedo y se llenó de culpabilidad con tan sólo pensar en que tal vez ella fue una de las causante de que alguno de esos niños ya no tuvieran padres. Nunca había matado a parejas, pero aún así sentía culpabilidad o algo parecido.
Los niños llegaron media hora después de las 5:00 am, llego un bebé con unas semanas de nacido y otro ya un poco grande de entre 2 a 3 años, además llego un joven de 17 años aproximadamente y un niño de 7 u 8 años. Selene recibió a los dos niños más pequeños y los llevo a su habitación, por ser tan temprano los llevo a dormir.Los mayores estaban asustados, miraban el orfanato del techo al suelo. El niño de 8 años se veía un poco acostumbrado a los orfanatos, pero el de 17 se notaba que hace poco había perdido a sus padres y que estos le habían dado un buena vida, veía cada habitación del orfanato con asco, pero a Selene le extrañaba que un niño de alta sociedad que haya perdido a sus padres este en un orfanato y no con un familiar o tutor.
Selene los llevo a descansar de su viaje, el niño de 8 años no hablo y sólo durmió, parecía muy cansado, el de 17 solo se sentó en la cama y con la mirada perdida apenas y respiraba, sus ojeras reflejaban que dormía poco o que lloraba mucho, quizá ambos. Selene quiso hablar con el para poder animarlo, pero el joven se le hacía indiferente, decidió sólo decirle -descansa- y cerro la puerta suavemente. Más tarde por la mañana, como las 10:00 am, Selene estaba en la cocina como de costumbre ayudando a hacer el almuerzo de los sábados, las niñas estaba escribiendo algunas tareas en la sala de estar.
- Selene, sube a ver los niños más pequeños, y si están despiertos tráelos a desayunar... Has lo mismo con los grandes, por favor.
-si nana- dijo secándose las manos con el mandil y subió rápidamente las escaleras.
Primero fue a ver a los niños las pequeños, el bebe estaba despierto pero calmado, y el otro estaba algo confundido, cargo al bebe y al otro niño lo tomo de la mano. Caminó despacio hacia la otra habitación. El niño de 8 años ya estaba despierto y listo para bajar a desayunar, el de 17 estaba acostado y pasmando mirando al techo sin parpadear. Selene asustada sólo lo dejo acostado y se llevo a los niños a desayunar. La nana los sentó a almorzar junto con las niñas, Selene regreso de nuevo a la habitación a ver al muchacho.
-¿acaso te sientes mal?- pregunto Selene abriendo la puerta.
-¿acaso te importa?- pregunto él indiferente.
- si no me importara ¿por qué estaría aquí?- replico Selene.
- no entiendo por que estoy aquí...
- ¿a qué te refieres?
- yo tenía una buena vida, mis padres estaban divorciados pero de todos modos yo tenía todo, estaba en una buena escuela... En fin ... Ambos murieron ... Y yo ...ahora estoy en este horrible lugar, me siento una basura.
- este horrible lugar es mi hogar, el de muchos niños y ahora es el tuyo, sabes no me interesa tratar con personas como tu, me voy ahora- contesto molesta Selene.
- no, no,no - y corrió hacia ella por el pasillo tapándose aún con una manta- regresa, me siento solo y confundido- la tomo de la mano con fuerza. Selene lo miro fijamente y suspiro con fuerza.- esta bien - y camino de regreso.
- ¿qué necesitas? - respondió Selene aún molesta.
- no lo se ... ¿Te he visto en otro lugar? - dijo mientras la miraba detenidamente casi a centímetros de su rostro, él permanecía sentado en la cama si soltar la manta que lo cobijaba.- me pareces conocida...
- yo ... Jamás te había visto. - dijo Selene alarmada por el hecho de que él joven invadiera su espacio.
Selene tenía curiosidad por saber cual era la causa de muerte de los padres de aquel muchacho y cuales eran las razones de que estuviera en ese lugar y no con algún familiar; pero tenía que ser discreta, era un tema delicado.
-sabes éste lugar... Es tan diferente a mi antigua casa, yo no se como me acostumbrare a este lugar, no se si me pueda adaptar, me siento confundido y algo vacío, aún acostumbro a esta vida, es más todavía no creo que sea real que mis padres ya no estén vivos, ¿me entiendes?- dijo él buscando la mirada de Selene.
- por su puesto que te entiendo.
- ¿te puedo pedir un favor?
- mande ...
- me puedes abrazar, me siento acabado y creo que tu eres la indicada para mitigar este dolor.
- esta bien- se enrollo un poco las mangas de su blusa de manga larga dejando ver su lunar en el brazo.
- vaya que curioso lunar... Es hermoso- y sonrió
- gracias, es herencia- y lo abrazó.
- me gustaría que fuéramos amigos, sabes... Yo casi no tengo amigos ahora ... Y yo creo ...
- entiendo- dijo Selene sonriéndole.
- me gustaría saber tu nombre.
- me llamo Sol Selene ¿y tu?
- yo soy Erick.- no dijo más solo suspiro.
- bueno, Erick hay que bajar a comer, lo necesitas.
- claro, pero dime algo.
- ¿qué cosa?
-¿cuantos años tienes?
-yo ...- Selene vacilo por un momento, quedo pensativa, ella no podría decirle que tenía siglos. - tengo 15 años- contesto.
- que bien, yo tengo 17, vamos a comer.

Hija de la tierra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora