Ser.

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Selene dudosa del cambio, le confundía como tenía que cambiar algunas cosas de su apariencia para ser aceptada, ella siempre había aceptado a todos en el Olimpo, ella sabía que habían diferencias pero eso nunca le impidió ser amiga de algunos ángeles, dioses con apariencias específicas, demonios incluso guardianes o algunos seres híbridos. Para ella solo importaba que fueran respetuosos y pudiera convivir. Estaba acostumbrada a ver a sus hermanas desnudas, con vestidos largos, cortos, adornadas con pinturas y raíces, con pedrería entre otras cosas. Así que ver a gente vestida diferente no le provocaba indiferencia, envidia o repulsión, es más le gustaba ver la variedad de colores, formas y diseños como algo sorprendente.

Cuando llego a la preparatoria encontró a Sara, guiada por cierta inquietud decidió contarle acerca de Alexa y sobre lo que la madre de Aaron pensaba de ella. Sara se mostró neutral pues sabia que Selene era muy "natural", era ella misma y su inocencia a veces la hacia ver tonta o fácil de manipular, por eso de cierta forma apoyaría a verla más civilizada, aunque para Selene sería como domesticar a un jaguar que ha vivido la mayor parte de su vida de forma salvaje.
- Selene a veces los cambios son buenos y quiero que sepas que lo que dice la madre de Aaron es incorrecto, además tu no le puedes hacer daño o influenciarlo de forma negativa, aunque me gustaría verte... Aaaaaamm... Como decirlo; mmm como señorita.
- ser una "señorita" sería convertirme en humana por completo.
- no me refiero a eso, sólo digo que eres muy bonita pero haces y vistes muchas cosas que te hacen ver un poco salvaje y si permites que te mejoren te veras mucho más hermosa.
- ya veo... Pero me asusta un poco esa idea.
- No tengas miedo, soy tu amiga así que sí te hace estar más tranquila yo estaré ahí todos los días para que te mejoren pero no te cambien.
-Gracias, me tranquilizas- y sonrió.

Pasaron algunos días y Alexa comenzó a frecuentar el orfanato con el fin de acercarse más a Selene. Aaron al principio estaba en desacuerdo pero pronto le agrado la amistad y compañía de Alexa con Selene aunque temía enormemente que ella se volviera un tanto superficial como Alexa la cual tendría cierta influencia y de alguna forma "la guiaría" con el fin de mejorarla.
Sus primeras mejoras comenzaron desde el momento en que comenzó a elegir la ropa por Selene que ahora era más juvenil y comenzó a reemplazar sus faldas y vestidos largos por prendas un tanto más cortas que según ella dejaban ver y resaltar más su figura pero que a Selene le hacían sentir un poco incómoda por no estar acostumbrada.
Alexa la convenció de aprender a usar tacones altos teniendo como reto el saber que Selene en muchas ocasiones no usaba zapatos o era muy inquieta por lo que terminaría cayéndose, lastimándose y si acaso llevara vestido éste dejaría ver más allá de sus piernas.
Las preguntas eran muchas y simplemente las respuestas serían obvias pero difícil de poner en marcha; ¿cómo hacer que alguien que no usa zapatos use calzado sofisticado? ¿Cómo evitar que sea menos impulsiva aquella persona guiada por el instinto? ¿Cómo mantener limpia a una chica que juega todo el tiempo? ¿Cómo lograr todo eso en unos cuantos meses?
Y lo cierto era que Alexa era muy observadora y lo que en un comienzo era algo que tomaba como coincidencia pronto comenzó a tomar un sentido guiado por premisas verdaderas que le llevaron a creer más allá de lo que sus ateísmo le permitía.
Pues en repetidas ocasiones dando paseos por el jardín en donde le gustaba charlar, Alexa le acompañaba y al pasar Selene por dónde yacían flores varias algunas se abrían y otras se inclinaban como haciendo reverencia. - tal vez sin plantas sensibles al tacto o moviendo- pudo pensar cada vez que esto sucedía, sin embargo con el fin de comprobar su teoría ella pasaba por el mismo lugar intentado crear el mismo efecto.
En otra ocasión observo detenidamente como influía Selene en el clima, y el clima en su piel; así Selene cambiara de ánimo se podía nublar o poder ver el sol más resplandeciente.- ¿coincidencia?- se dijo a sí misma, escéptica sobre el poder de Selene- el clima cambia muy seguido... Pero su piel cambiar de tono es increíble.
A partir de muchas sospechas y supuestas coincidencias comenzó a observar más detenidamente a Selene desde el punto de como el viento jugaba con ella, su cabello y como sus ojos podían ofrecer tan maravillosos cambios.
Alexa y Sara se conocieron con el fin de hacer sentir a Selene más segura y confiada, se hicieron buenas amigas.
Una tarde cerca de las 5:00 pm Alexa, Sara y Selene estaban en el orfanato comentando acerca de algunas mejoras que tenía Selene y como seguirán apoyandola.
Selene recibió una llamada de la nana para cuidar a un niño que no dejaba de llorar dejando a Alexa y Sara solas; por lo que Alexa aprovechó para confiar algunas sospechas sobre Selene a Sara.
-Sara ... Dime ¿nunca habías notado algo raro en Selene?
- ¿cómo que? - preguntado sin más.
Alexa revelo ciertas observaciones que le había hecho a Selene exponiéndole múltiples coincidencias u otros actos misteriosos casi mágicos.
Sara sabía lo que Selene ocultaba, era obvio ya que eran amigas muy leales y honestas, y sabía a que punto quería llegar Alexa. Pensó rápido y recordó que Alexa se denominaba atea por lo que lo uso a su favor.
- ¡es broma!¿ Cierto ? Se me hace muy gracioso que alguien atea como tu este dando esas explicaciones. Cuando se tiene esa clase de dudas la ciencia te puede dar una explicación.- dijo sonriente como su en realidad se tratara de un chiste.
Avergonzada por esta aclaración, decidió retractarse para no verse "tonta".
-¡vaya tienes razón! Creo que me sugestione con todo esto.
- ¡claro! Que barbaridad pensar que Selene tiene poderes mágicos- río falsamente- ¡como si fuera bruja, hada o un dios!... Es imposible
- diosa- dijo entre dientes pensativa.
- pensar en eso cuando tu no crees en nada o en algo parecido.
-pero tu si- y se retiró rápidamente casi ofendida.

Hija de la tierra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora