Creo que hoy es un día extraño. Por una extraña razón el cielo está nublado con unas nubes rojizas tan grandes que no se puede distinguir desde donde comienzan. Mi gato no esta en la habitación a pesar de que lo he llamado y he servido comida en su tazón no ha llegado ni ha mostrado las mas mínima pista de donde podría estar. Tengo una extraña sensación en el estómago, no es dolor pero me incomoda y casi me impide ponerme erguida y caminar. Me asomo por la ventana y no veo a nadie caminar por la calle ni siquiera veo alguien en el jardín; eso me extraña pues veo el reloj y está marcando 12:15 pm y los niños del orfanato deberían estar jugando en el jardín como todos los sábados.
Es que todo es tan extraño. Para calmar un poco mi angustia tomo el teléfono y marco a la casa de Aaron donde reconocen ese número de teléfono y saben que soy yo quien habla. El teléfono suena por instantes y luego me mandaba a buzón, cuelgo y vuelvo a marcar, sin embargo ocurre lo mismo, hago lo mismo en repetidas ocasiones pero no consigo resultados; esto hace que me preocupe pues sé que esta sensación esta anunciando alguna catástrofe.
Doy vueltas dentro de la habitación, tengo miedo de bajar y que me den la noticia de algo devastador. Tengo que tener valor. Busco ropa limpia para quitarme la pijama y poder bajar. Mientras me pongo los zapatos puedo escuchar tres balazos pero por alguna razón esto no me sobresalta. Cuando me doy la vuelta el cuervo de Amartia esta posado en mi ventana, intento hablar con el pero éste solo me mira como si no me conociera, me acerco a él esperando lo peor y noto como su cuerpo esta casi desplumando.
-¡Amartia! ¿que le ha pasado? - pregunte pero el cuervo no contestó, camina dando brinquitos pues al parecer también tenia una patita lastimada. El cuervo dejo caer una lágrima. Intente tocarlo acercando despacio mi mano hacia él; el cuervo abre las alas y vuela. Se alejo diciendo "vida, muerte y traición".
No pude evitar asustarme y caí hacia atras perpleja, trage en seco y me levante tan rápido como pude, até mis agujetas y corrí por el pasillo. Casi llegando a las escaleras escuche como alguien gritaba mi nombre, no pude distinguir quien era quien gritaba pero al voltear pise accidentalmente mi falda y resbalé. Escuché como esa misma voz que me gritaba ahora se reía desaforadamente. No quiero averiguar quien es la persona que ríe, tengo miedo.
Termino de bajar las escaleras y no hay nadie en la sala ni en la cocina, voy hacia la habitación de la nana y afortunadamente ella esta ahí leyendo como siempre.
- ¿Nana donde están los niños? - dije intranquila.
- Selene recuerda que la mamá de Aaron los iba a llevar al parque.
- ¿y por que no me llevaron?
- Intentamos despertarte pero al parecer estabas muy cansada así que te dejamos dormir, de todas formas eres quien mas sale aquí, tranquila.
-¿ Y Aaron? ¿Sabes donde está? Él no contesta el teléfono y estoy preocupada... Yo necesito saber como está.
- Seguro acompañó a su mamá y a los niños, tranquila.
- Cierto- tome mi cabello aun preocupada.
Salí de la habitación y di vueltas por la sala, el reloj marca las 12:45 pm y no se que hacer.
Escucho el claxon de una camioneta que traía a los niños del orfanato y en el asiento de copiloto estaba sentado Aaron. Mi corazón comenzó a latir de la forma normal y por fin pude respirar con calma. Espero a que lleguen hasta la entrada del orfanato pues los veo pero aun no cruzan la calle principal.
- ¡Nana! Ya vienen los niños- grite impaciente.
Salgo al jardín pero no puedo contener las ganas de abrazar a los niños y besar a Aaron. Salí a la calle y Aaron me miraba desde la camioneta, me hacia señas diciendo que estaba impaciente y que no podían cruzar la calle por el tráfico.
Al poco tiempo su mamá emprende la marcha para cruzar la calle, los niños me saludan desde dentro de la camioneta y unos sacan sus manitas diciendo hola.
Me alegra verlos.
Inesperadamente escucho un derrape en la esquina, es una camioneta de transporte que va a toda velocidad y al parecer el piloto perdió el control, estoy perpleja. Aaron me mira por último vez y leo sus labios diciendo -te amo- y en instantes la segunda camioneta impacta con fuerza a la camioneta donde va Aaron; su madre grita tan fuerte y los niños asustados se cubren la cara. Estoy paralizada de miedo, no puedo ni gritar. No hay nadie cerca para ayudar. Corro lo mas rápido posible para llegar hasta la camioneta. Llego hasta la esquina y el paso de los coches se detienen. Camino muy asustada hacia las camionetas que ahora están compactadas una con otra. Me acerco aun mas y veo la cara de la madre de Aaron ensangrentada e intento abrir la puerta de la camioneta pero está deformada y es imposible abrirla. Di la vuelta y la segunda puerta en donde estaba Aaron se puede abrir pero él esta igual o peor que su madre. Tose y entonces me doy cuenta que esta vivo. El cinturón de seguridad lo mantiene inmóvil en el asiento.
-Aaron, te sacaré de aquí y todo estará bien. - mis lágrimas se escurrían por su mano que tocaba mi mejilla.
- No llores- dijo Aaron
- Es que tengo miedo a perderte, Aaron te amo, te amo, te amo. - seco mis lágrimas con mis manos y me apresuró a quitarle el cinturón, escucho como los niños se quejan y algunos ya ni se mueven, estoy desesperada y mi pánico me hace torpe, el cinturón esta casi asfixiando a Aaron, tengo miedo a perderlo, pero no puedo hacer algo para salvarlo, su sangre se escurre y las gotas llegan hasta el suelo. Mis zapatos están en un charco enorme de sangre y mis lágrimas.
-no Selene, ya no lo hagas- dijo Aaron mientras quitaba mi mano del cinturón. Ya es tarde.
-No, Aaron... No digas eso- estoy tan alterada que mis lágrimas me nublan la vista. Aaron llora conmigo.
Logró quitarle el cinturón de seguridad. Lo tomo entre mis brazos y por ese instante no me importa nadie más que él.
-Aaron te amo, por favor se fuerte, sé que ahora no puedo hacer nada más que esto, quiero estar contigo siempre, esta vida tan vacía que tengo sólo tu le puedes dar sentido. Te amo. - lo abrazo fuerte pero no puedo dejar de llorar.
Aaron no tiene fuerzas para abrazarme, pero me susurra suavemente - te amo- y no me dice nada más... Ya no puede.
No se que hacer, estoy asustada.
- vamos Aaron, por favor no me dejes, estoy asustada ahora mismo, te necesito, te amo, te quiero ver feliz quiero caminar contigo... Te extraño ¡Aaron! ¡Aaron! Por favor se fuerte.
No quiero aceptar que ha muerto, me niego a aceptarlo. - ¡vamos amor! Di algo.
Lloró, pero ahora tengo que ser fuerte y lo dejó por un instante, pido ayuda a la gente que esta de espectadora.
-¡ por favor ayuda! Alguien ayudeme a sacar a los niños de la camioneta, vamos gente apoyen por favor. - pero la gente sólo me mira como si no me conocieran ¿ por que la gente no ayuda?
Hay más de veinte personas ahí y ninguna me puede dar la mano y ayudar.
Me armó de valor e intento sacar a los niños, algunos siguen vivos,otros desgraciadamente ya no, la sangre escurre como el agua. Estoy asustada pero aún así sigo corriendo a sacar a los niños de la camioneta. Mi ropa se mancha de sangre. No tengo más fuerza, ya he cargado a más de 7 niños bañados en sangre(uno a la vez), la gente sólo me mira y no se que hacer.
Ya no puedo más. Los para médicos llegan uno de ellos me aleja del lugar creyendo que yo estaba herida. Pero no puedo dejar que me alejen de ellos. Corro hacia donde esta Aaron pero mis piernas ya no tiene fuerza y caigo nuevamente sin embargo no es lo único que cae, pues lo que pasa en este momento se detiene y como cristales todo se comienza a caer a pedazos, escuchó graznar a los cuervos e intento juntan los pedazos de este presente destrozado que tengo pero me hieren. Quiero cerrar los ojos y darme cuenta que esto no es real. Sólo un sueño.Y así es.
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Hija de la tierra.
RandomUna historia llena de magia,romance, poder, ecología y misterio rodeada de una trama politeísta y mágica.En donde Sol Selene (nombre relativo a la luna) es una joven compleja y común pero detrás de ella se esconden todos los dones que los dioses le...