Capítulo 12

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Ya era viernes. La semana se me había pasado volando. En estos tres días no había pensado en el estúpido de Logan y lo que me contó Sam, no merecía la pena. Christian se iba por las mañanas temprano y volvía por la noche, siempre sin ganas de cenar. Hugo fue el único que estuvo conmigo todo el tiempo, si se suponía que tenían que protegerme y cuidar de mí, no sé que hacía el imbécil ausentándose los días enteros. Pero prefería que no estuviese, así no tenía que aguantar sus idioteces. Alguien llamó a la puerta.

- Amanda, vete preparándote, Sam y Dylan estarán aquí en menos de una hora. - Miré el reloj y eran ya las once menos cuarto. Había quedado con ellos a y media.

- Sí, ahora mismo bajo. - Se fue y cerró la puerta de nuevo.

Me levanté de la cama rápidamente y fui al baño. Me duché en menos de cinco minutos y volví a mi habitación para vestirme. Cuando Hugo me dijo de ir a la cabaña del lago me pareció una idea fantástica, pero solo el hecho de pensar que también vendría la barbie me daban ganas de vomitar. Menos mal que iba a tener a mis dos mejores amigos para animarme.

Me vestí con unos pantalones cortos y una camiseta de tirantes. Antes de bajar a desayunar decidí hacer la maleta primero. Metí dos bikinis por si acaso, tres conjuntos de pantalón y camiseta y un pijama de verano. El neceser lo metería luego cuando me lavara los dientes.

Cuando hube acabado bajé a la cocina para desayunar. Allí estaba Hugo recogiendo los platos metiéndolos en el lavavajillas.

- Hey, buenos días. Por fin bajas, ya pensaba que iba a tener que subir de nuevo a tirarte de la cama. - Dijo con una sonrisa.

- Buenos días. - Dije riendo. - He estado preparando todas las cosas para el viaje, listillo. - Cogí un croissant que había en la mesa y empecé a comérmelo. Tenía un hambre de muerte.

- Ah bueno, en ese caso estás perdonada. Voy a ir bajando las cosas a la entrada. Por cierto, diles a Sam y a Dylan que vamos con ellos en su coche. Christian irá con Madison en el suyo.

- Que novedad... - Dije por lo bajo mientras Hugo salía por la puerta.

Como era de esperar, mis amigos se presentaron puntuales en mi casa. Hugo y Dylan como se llevaron tan bien se quedaron un rato hablando abajo en el salón. Pero Sam exigía explicaciones con respecto a Christian.

- Estás tardando en contarme todo lo que pasó aquélla noche con Logan y tu nuevo inquilino. - Se sentó como un indio en mi cama. No se movería de ahí hasta que no le contara lo sucedido. Cogí una bocanada de aire y empecé a hablar.

- Hugo y Christian me trajeron a casa. Cuando fui a abrir la puerta me di cuenta que no tenía el bolso porque me lo había dejado en su coche, y al girarme me topé con Logan. Le dije que no quería hablar con él pero éste insistió y me agarró del brazo sin dejarme marchar. De repente, como si hubiese estado allí todo el tiempo, Christian apareció y se abalanzó encima de Logan pegándole puñetazos en la cara. Lo amenazó y el muy gilipollas se fue en su coche. Resulta que Christian venía a devolverme el bolso. Fin de la historia. - Los ojos de mi amiga estaban abiertos como platos.

- ¡¿Me estás diciendo que ese chico te defendió de las garras de Logan y encima está viviendo bajo tu mismo techo?! ¡Eso es genial! - Dijo entusiasmada.

- ¡¿Qué?! ¡No, no es genial! ¡Es un asco! - Desde luego que no era genial. Esto era una completa locura.

- Vamos Mandi, tienes a dos tíos guapos y buenos, al menos Hugo, al otro no lo conozco, y ¿me dices que no es genial? - Sam parecía no entender nada.

- Claro que no. Hugo sí, el es una persona fantástica, se preocupa mucho por mí y me hace reír. Pero Christian es todo lo contrario, es un imbécil egocéntrico, insensible, arrogante, malhumorado, terco como él solo y... ¿Te he dicho ya que es un imbécil? - Mi amiga comenzó a reír. - ¿Y ahora por qué te ríes?

Por fin te encontré~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora