Capítilo XIV

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Dosis De Realidad.

-Lena-

Entrar al consultorio y encontrarlo sin llave era muy raro ya que el Doctor Ortiz nunca llega tan temprano y desde que él y la señora Zoe regresaron de su segundo aire muy pocas veces se quedaba luego de terminar con las consultas de día. Me instalé en mi mesa y comencé a revisarla agenda y todas las citas que teníamos pautadas para el día de hoy. Susurros muy bajos de personas que hablan llamaron mi atención, luego un silencio en minutos después el lugar fue invadido por el ruido de amor. El feliz matrimonio despertó con ganas de mostrarse cariño, esos dos no podían estar con las manos quietas. El grito de la señora Ortiz al momento de correrse lo escucharon hasta lo animalitos del bosque, al quedar todo en completo silencio seguí con mi trabajo.

-Buenos días, consultorio del Doctor Ortiz - Dije mi típico saludo al atender el teléfono de la oficina.

-Buenos días Lena soy Dante el asistente del Profesor Ortiz. He tratado de comunicarme con él, pero su móvil suena apagado - Dijo el un poco desesperado mientras los tortolos disfrutaban de un buen desayuno.

-Si encuentra aquí. Lamentablemente está ocupado y no podrá ponerse al teléfono ¿Tienes algún mensaje para él?

-Si, por favor quisiera saber si el asistirá a sus clases regulares hoy.

-En cuanto tenga respuesta me comunico contigo. Que tengas lindo día - Me despedí dulcemente.

-Gracias Linda eres un sol. Igual para ti. Hasta luego -Se despidió el cerrando así la comunicación.

Me concentré una vez más en mi trabajo hasta que la puerta del consultorio de mi jefe se abrió mostrándome que no era Zoe Ortiz la que salía como en maquillaje y con cara de recién follada sino la chica que dejé aquí anoche antes de irme; lo que quería decir que ella no se fui de aquí.

Ella al verme se sobresaltó; me dio los buenos días para luego salir corriendo literalmente, y segundo después el psiquiatra más renombrado del país salió con los pantalones a medio poner y sin camisa. No supo que tenían público hasta que hablé.

-Doctor Ortiz... Acabo de colgar a con su asistente quería saber si hoy ira al campus - Dije algo cortada. Le había sido infiel a su bellísima esposa con esa niña que puede ser su hija.

-Asistiré y Lena cancela mis citas de hoy y luego vete a casa – Ni con alerta de tsunami cancelaba sus citas. Hice lo que me pidió y partí a mi casa pensado en los sucesos de esta mañana.

Me esperaba la charla de <<No es como parece>>

-Sofía-

Llegue a casa lo más rápido que tráfico me permitió, los recuerdos invadían mi mente y mis ojos eran una cascada que no podía controlar. Como pude ser tan estúpida, su único plan d fue el llevarme a la cama y una cama metafórica ya que para el señor Ortiz el piso de su oficina fue más que suficiente, ni para un cuartucho de hotel fui digna y para sentirme más idiota al despertar fui quien le pedio sexo; con montaje de que me quería ayudar me dejé llevar como una niña. Mis días mejor cuando afirmaba que era frígida.

Al abandonar el edificio me sentí tan vacía como si un pedazo de mi hubiese quedado en aquella oficina. No está muy claro el sí estoy arrepentí, pero ahora pensando con cabeza fría debí detener todo aquello ya que gracias a mi subió una milésima el índice de infidelidad de este país. El reloj de mi sala anuncia que tengo media hora para llegar a la universidad por lo que con una buena ducha borro todo lo que él plasmo sobre mi piel. A quien quería engañar jamás podría eliminar su huella de mí.

Buenos Días ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora