Buenos Días Profesor

Capítulo XXVII

¿Su chica?

-Sofía-

Esto era un mal chiste, una broma de muy mal gusto. No sabía qué hacer y ellos me habían visto, lo más sensato sería saludarlo mientras que por su parte Daniel veía en la misma dirección que y entendió mi reacción, así que con el valor que no sé dónde se esconde fui camine los veinte que me separaban de su mesa, pero cuando me decidí a hablar mi amiga se adelantó. De la boca de Lucia podía salir cualquier irreverencia característica de las suyas.

-Sofía de esta manera me tengo que enterar que están el mismo hotel que nosotros- ¿Están? Pero si vine sola, la vi extrañaba y entendí. Daniel, creía que estaba con él o lo hacía creer.

-Buenas noches - Saludé a todos los que estaban en la mesa para luego dirigirme a mi amiga – Lu estoy tan sorprendida como tú – Respondí tratando de parecer convincente. Todos ahora miraban a Dan esperando algún tipo de presentación y la señora Ortiz se encontraba ansiosa en saber quién me acompañaba que decidió ella misma tomar la delantera en la situación.

-Sofía es bueno verte, ahora se pude decir que esta el grupo completo. Cuéntanos ¿Quién es el apuesto joven que te acompaña? – Preguntó con una sonrisa de superioridad dirigida a su esposo. En ocasiones me cuestiono si es que esta mujer sabe más de lo que admite.

-Un placer volver a verla profesora. Él es... - No encontré como presentarlo, es; mi ex infiel, mi posible futuro reenganche o un viejo amigo. Rodrigo me veía con cara de pocos amigos, sus labios eran una línea muy fina y su ceño fruncido parecía tallado en mármol. Daniel tenía muchas ganas de ser conocido porque se presentó solito.

-Mucho gusto soy Daniel Sanz el N... - ¿Que mierda iba a decir? Aunque prensándolo bien dejaría que se llamaba como quisiese ya que la vena de cuello de Rodrigo reventaría en cualquier momento y eso sería divertido, pero antes de terminar la frase me vio en ademan de pedir pidiendo permiso y yo solo asentí.

- El novio de Fí – Dijo al fin. Reía por dentro, no volvería con él ni drogada, pero serviría de mucha ayuda para volver loco a mi querido profesor en estas vacaciones.

-Oh linda, que escondido te lo tenías - Dijo Zoe con una linda sonrisa.

- ¿Cómo que novios? cuando diablos volviste con él y porque me entero hasta ahora - Pregunto mi amiga algo molesta. Rodrigo se removió en la silla dirigiendo toda su atención hacia a mí. Le interesaba mi respuesta.

-No hemos vuelto formalmente, digamos que estamos en un viaje de recuentro -Dije observando directamente a Rodrigo, estaba en todo mi derecho a rehacer mi vida, pero no estaba segura que con su prontuario Daniel sería la mejor opción.

-Entonces les deseo suerte... - En ese momento se hizo un silencio incomodo, así que decidí terminar este horrible encuentro.

-Fue un placer verlos. Buen provecho - Tome de la mano de Daniel y nos retiramos. No sin antes de recibir otro par de miradas asesinas.

Al llegar a nuestra mesa me senté dando la espalda. No les quería dar la cara; incluyendo a mi mejor amiga. Daniel se sentó a mi lado, cuando el mesonero apreció pedí algo ligero; claramente me había quedado sin apetito. Omití a las personas que se encontraban en la misma sala y me centre en nuestra conversación la cual abordo muchos temas como; sus razones para engañarme, lo idiota que fue al dejarse llevar por Nikki, lo arrepentido que estaba de todo y por ultimo; lo que deseaba mi perdón.

-Te perdono Dan, quizás tus razones sean pobres, pero no quiero tener ningún tipo de resentimiento hacia nadie estas perdonado. No sé si eso no llevara a retomar nuevamente nuestra relación, pero por la amistad que una vez no unió, necesito que te hagas pasar por mi novio – Segundos después los labios de Daniel estaban sobre los míos devorándome con dulzura. En un inicio fue raro, pero luego poco a poco me fui acoplando a su beso, hasta que nos separamos por falta de aire.

- Acepto, pero antes me vas a contar desde cuándo te acuestas con Ortiz - Me quede sin aire, no sabía que responder.

-Con un profesor ¿Te volviste loco? O no te das cuenta que esta casadisimo - Respondí tratando de ser convincente.

-No me veas con esa cara. Desde que entramos a este lugar la tensión se podía contar con un cuchillo, sin dejar de mencionar que su mujer al vernos dio por sentado que éramos pareja solo lo quería ponerle celoso y ya que vamos a actuar quiero que me cuentes todo respecto a este tipo y la relación que tienes con él - Daniel antes de ser mi novio fue mi amigo por mucho tiempo. Me conocía muy bien.

Le relaté brevemente todo lo que había pasado a lo cual el solo respondía con groserías o maldiciones ya que según él hablaba su ego de hombre estaba herido, muy hipócrita de su parte si recordamos que me engaño con la zorra del campus. Por el rabo del ojo pude ver como las parejas se iban y como era de esperarse mi amiga vino a despedirse. Hablando con Daniel el tiempo se fue volando y por un momento me sentí como hace algunos años, en otro momento y en otra vida hubiésemos sido muy felices. Me despedí de él ya que había quedado con unos amigos; me rogo que lo acompañara, pero me negué de igual forma quedó en llamarme a su vuelta para seguir con nuestra conversación.

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Estuve dando vueltas por instalaciones del hotel hasta que encontré unas lindas tumbonas. Me acosté en una mientras contemplaba el cielo y de un momento a otro me había quedado dormida, pero mi sueño fue interrumpido por el incesante llanto de un bebé. Me incorpore mientras veía como el sol de la tarde cubría la isla solo hasta que una voz conocida llamo mi atención por lo que decidí marchar en el mayor de los silencios para no ser detectada.

-Pido disculpa si mi hijo la despertó - No podía salir corriendo, se había percatado de mi presencia. Lo oí acercarse un poco más. Maldición.

-Sofía... ¿Eres tú? – No, tu abuela bailando flamenco. Me dije quedado frente a él. Estaba con la misma ropa de hace un rato, pero con la gran diferencia que llevaba un hermoso bebe rubio en sus brazos. Mis ojos se cristalizaron al ver aquella escena.

-Hasta donde se no tuve gemela. Disculpa... Hola Rodrigo... - Respondí derrotada, era como evitar lo inevitable.

-Hola Sofía. ¿Puedes acercarte? Deseo presentarte a alguien - Cambio al bebé de brazo dejando a la vista una hermosa carita.

-No creo que sea buena idea, tu esposa puede llegar en cualquier momento- Como ya era costumbre no me dejo terminar.

-Ella no tiene idea de lo importante que eres para mí, para tu tranquilidad ella se fue de compras con Lucia – Traición, mi mejor amiga me estaba cambiando por Zoe lentamente.

-Lo que faltaba, que también se quede a Lucia - Pensé en voz alta. Él me sonrió al escucharme.

-Lucia lo hizo para que pudiéramos hablar, Su lealtad está contigo; necesitábamos a mi mujer y tu nuevo novio fuera de la ecuación, pero quiero que te acerque un momento a conocer a este hombrecito.

Sin más remedio me acerque a ellos hasta conseguir una distancia prudente. Era una copia exacta de su padre.

<<Mi pequeño se hubiese parecido a su padre>>

Inmediatamente detuve mis pensamientos antes de que llegaran más lejos.

-John quisiera presentarte a Sofía; mi chica, pero no se lo digas a tu mami. Este será nuestro pequeño secreto.

-Sofía amor, este es John mi pequeño.

Me encontraba en shock, me había presentado.

¿Su chica? Se refiero a mi como ¿Amor? la paternidad lo había vuelto loco.

-Hola John soy Sofía una amiga de tu papi. Eres igual de guapo que tu papi - Una risa nerviosa y una lagrima rebelde escaparon de mí, verlo en su faceta de padre me inspira ternura y amor, amarlo más si es que eso era posible. Gracias a nuestra pequeña burbuja no nos habías percatado de la presencia de la niñera.

-Disculpe señor Ortiz; necesito llevarme a este niño es hora de alimentarlo y el baño, si me permite.

Le entrego a John no sin antes darle un beso en la frente. Cuando la mujer tuvo lo suficientemente lejos me tomo de la mano y partimos en dirección desconocida.