Capítulo XXII

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Adiós Amor.

-Sofía-

Cuando estuve de vuelta ya un poco más calmada note que Luca y Rodrigo se encontraba en la barra, Zoe conversaba animosamente con Julio y por lo que pude entender ya sabía que era fotógrafo e intentaba de concertar una sesión de foto para su familia en lo que en bebé naciera, mi amigo mentía diciendo que estaría muy ocupado. Tenía claro que no acepta por ese la esposa de Rodrigo temiendo que lo viera como algún tipo de traición lo cual me parecía tonto, ese era su trabajo le hice la seña del pulgar hacia arriba dándole a entender que aceptara, él y Fer se quieren mudar a una casa más grande para así Julio pueda abrir su estudio, necesitan el dinero no sería la razón por la que rechazara esa entrada.

Había pasado otra espantosa hora en compañía de los Ortiz y podía jurar que la botella de tequila la vacié solita, todo me parecía más lindo, a estas alturas no me importaba si él estaba solo o en compañía del culo apretado de su esposa o con un harem de mujeres bailándole la danza de los siete velos mientras él come uvas de la mano de una morena con senos como melones.

El chico de ojos grises que llevaba follandome me invito nuevamente a bailar y por culpa del alcohol deje que con sus manos recorriera mi cuerpo, con disimulo fue dándome pequeños besos en la mandíbula hasta llegar a la comisura de mis labios pidiéndome permiso para besarme, pero justo cuando nuestros labios estuvieron a punto de unirse sentí que alguien jalaba mi brazo y solo podía ser una persona, no podía creer que Rodrigo hiciera algo tan papelonero con su esposa presente, había visto rabia en su mirada lo que no imagina era que llegara a este punto, pero al girar la cara vi a Fer sacándome de la pista algo decepcionada.

-Estas borrachas y comportándote como una loca despechada. Es hora de irnos - Me dijo sonando como un padre que te descubre en la fiesta a lo cual te fuiste a escondidas.

-Prometo compórtame. No me quiero ir - Dije y este me soltó. Dirigí mi mirada a la mesa y Rodrigo seguía sin estar en su lugar, seguía en la barra con Luca revivir nuestro primer encuentro. Esta vez todo era diferente estaba realmente dolía, no era la misma desde ese mismo día. Nunca lo seria.

Caminé de nuevo a la consola, pedí una última canción. Necesita expresar mi dolor y decirle adiós a Rodrigo para siempre. Era su lugar estar con su familia y yo era una piedra en el camino. Mis amigos me veían con cara de << ¿Qué haces?>> y el dúo en la barra con preocupación, pero aun así no me importo. Es ahora de Decir Adiós de Camila inundaron el lugar, saque fuerzas de mi interior y comencé a cantar en su dirección así quedara como la patética borracha despechada que era.

Te cansaste de mí

Me alejaste de ti

Y en las sales del mar se seco

Había llegado la hora y si él no tomaba la iniciativa lo haría yo, pronto estaría muy lejos de esta ciudad y esta historia seria el mal recuerdo de lo que no debes a hacer, jamás te enamores de un hombre que no es tuyo, ni tiene intención alguna de serlo.

Fuiste el único amor

En que creí

Pero el tiempo mato lo que te di

En un momento dado por una milésima de segundo creí que Rodrigo y Sofía podría ser una realidad, pero en un parpadeo estábamos aún más lejos; confié, le di todo lo que nunca le había entregado a nadie y lo amé de una forma que solo estaba hecha para él.

Es hora de decir adiós

No queda otra salida termino

Abrázame en silencio

Lo siento

Dejémoslo pasar

Digámonos adiós

Luca se removió en su asiento mientras Rodrigo empuñaba sus manos con fuerzas dispuesto a correr al escenario y llevarme en su espalda por estar dando aquel espectáculo, pero era lo que había, no lo haría y si lo intentaba su amigo lo detendría. Inevitablemente imagines de una vida junto se apoderaron de mis pensamientos haciendo derramar una solitaria lagrima en mis mejillas, nuestro bebé se parecería a él o mí, era la pregunta que me dejaba sin sueño muchas noches y la respuesta era la misma; nunca lo sabré. Por su parte el tendrá que cargar con mi culpa y sufrimiento, pronto tendrá a su hijo entre sus brazos.

Te perdí lo se

Nada queda ya

Solo las cenizas de un recuerdo

Tienes que seguir tengo que seguir

Y buscar consuelo en otros besos

Al finalizar la canción no pode contenerme y el resto de mis lágrimas cargadas de dolor terminaron de abandonar mis ojos. Recordé en donde me encontraba y giré en dirección a nuestro grupo; Zoe y Julio ya no se encontraban allí y temí lo peor, mi arrebato pudo haber causado problemas, pero después de michos meses volvía a pensar en mi quería y desee salir rápidamente del lugar que de un momento a otro se había vuelto pequeño y asfixiante, pero como soy idiota en vez de salir hacia la calle me fui corriendo a los baños y detrás de mi Lu. Cuando la privacidad de la pequeña habitación hablo.

-Me puedes explicar qué demonios fue esa autoflagelación y humillación. Esta no eres tú; donde está la So que manda a la mierda al mundo entero. A parte no sé qué le paso a la mujer de Rodrigo, solo le pidió a Julio que la llevara afuera a tomar un poco de aire, pero en realidad la que me preocupa eres tú - Me dijo mi única amiga. Ni yo entendía que había hecho definitivamente el alcohol no era buen consejero.

- ¿Quieres saber que le paso?, se enamoró de un hombre casado al cual no le importa, ama a una persona que solo llegue toma mi cuerpo y se va. Me quedé sin alma desde aquella maldita noche en la que perdió lo único que le podía quedar él... –Contesté derrotada, pero antes de que pudiera terminar la puerta de abrió. Un Rodrigo confundido cruzo el umbral de la puerta exigiendo respuestas

- ¡Que perdiste Sofía? ¿Qué era lo único que te quedaría de mí?

Me bloqueé y no supe que responder no sabía que decir. No estaba preparada para rascar sobre una herida que se encontraba en carne viva y que a él posiblemente ni le importaba, pero había llegado la hora.

-Los dejare para que hable, entretendré a tu esposa mientras están aquí – Comento Lucia antes de abandonar el lugar.

-Me vas a decir una maldita vez a que te referías con lo que acabas de decir – Rodrigo se encontraba ansioso, pasaba la mano por el cabello y caminaba de un lado a otro.

-Rodrigo... Yo... El día que fuimos al hotel en la montaña algo paso, no lo supe hasta que...

-Luca entro como loco al baño interrumpiendo como de costumbre.

-Hermano será mejor que salgas de aquí de inmediato, tu mejer acaba de romper fuente en el estacionamiento mientras tomaba un poco de aire con Julio - Robert se quedó paralizado.

-Mueve ese culo hombre tu hijo está a punto de nacer.

Al decir eso Robert sonrió de una manera única, como nunca lo había visto y salió corriendo del baño sin siquiera despedirse dejando ahí con el corazón roto y una confesión a medias. Hoy más que nunca estaba segura de que nunca se enteraría que le dimos vida a un ser y que ya no volvería a ser parte de su vida.

Adiós Amor...

Recogiendo los pedacitos que quedaban de mi dignidad salí de aquel baño.

Un mes había transcurrido, me enteré por Lucia que tuvo un lindo y saludable bebé al cual nombraron John y que esta tarde salían de vacaciones familiares.

Buenos Días ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora