Capítulo XXV

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Nuevo Comienzo.

-Rodrigo-

La Isla se extendía ante mis ojos desde el balcón de la habitación, podíamos ver el inmenso mar azul y de momento quería que estoy funcionara; que Zoe y yo fuésemos aquella unida pareja de hace un tiempo atrás. La semana pasada el doctor dio el alta dándole luz verde para tener relaciones sexuales y su emoción era evidente ya que después del quinto mes de gestación el sexo quedo fuera de juga debido a la amenaza de aborto.

Esa noche se arregló un poco más que en un día normal y sería un idiota al negaba que se veía muy hermosa, al principio me emociono muchísimo la idea de volver a hacer el amor con ella, pero en el momento que estuvimos en la cama a punto, no pude; mi miembro no funcionó. Ella no se enteró de lo que me sucedía y con la tonta escusa de tener miedo de lastimarla me aleje dejándola a medio vestir, y como al parecer le caigo al universo; John lloró a través de la pequeña pantalla del monitor para bebés y lo que se suponía que sería una noche de pasión se convirtió en una de insomnio por cortesía de nuestro pequeño hijo.

Sobrellevar la distancia con Sofía fue un poco más difícil que negarme a tener relaciones con Zoe; todo este tiempo estuve tentado a llamarla y más de un mensaje se quedó sin ser enviado, pero la decisión estaba toda, ella tenía derecho a ser feliz y aunque no amara a Zoe con la misma intensidad primero estaba mi familia; mi s sentimientos se podrían ir a la mierda. Cuando supe que Luca y Lucia nos acompañarían me extraño un poco ya que Sofía estaría pasándola mal sin su mejor amiga le podríamos sumar el que en definitiva que mi familia fueran sus acompañantes no le haría nada de gracia.

Este sería un nuevo comienzo, sí o sí y haría todo lo que estuviera en mis manos para olvidar a aquella niña que puso me mundo de cabeza y me hizo ver la realidad desde otra perspectiva, una que, aunque frente a ella parecía que no veía pero que en secreto me había empezado a encaprichar de ella. Sofía era una chica joven razón por la cual se le haría más fácil olvidarme en cambio conmigo seria diferente, ella es parte de mí y de dentro no se nunca se ira.

Unos brazos rodean mi cintura, al parecer estaba tan perdido en mis pensamientos que no me había percato el momento en el que Zoe entro nuevamente a la habitación. Hoy sería la noche, no trabo con nosotros a la niñera de John solo por gusto consigo, Zoe quería que alguien se ocupara del niño por las noches y quizá uno que otro día para poder estar juntos sin interrupciones. Siendo sincero al estar lejos de la ciudad estar íntimamente con ella lo sentía más fácil, estar lejos de Sofía me hacía sentir que no la traicionaba, un pensamiento desequilibrado dadas las circunstancias.

-Perdido en las hermosas vista cariño - Me dijo mientras depositaba un beso en la comisura de mis labios sin dejar de abrazarme.

-Sí, son maravillosas. Fue una buena idea tomarnos estos días - Dije mientras la girada y estampaba mis labios en los suyo. En un inicio le sorprendió, pero después de unos segundos me siguió el beso sin problema.

La pegue a mí, ella mientras se le escapaba de su boca un pequeño gruñido lo que confirmaba que me había extrañado. La hora de lo inevitable había llegado y no lo hacía por obligación o sacrificio solo que a estas alturas si me pusiera a escoger estaría en otra habitación con otra persona y estoy harto de negarlo. Camine hasta la puerta del balcón y con un pequeño movimiento la tuve anclada en mi cintura con sus pies enrollados a mi espalda, camine hacia la cama dando pequeños besos en su cuello la acosté en ella. En esta ocasión el hecho de no haber tenido sexo en dos meses jugaba a mi favor ya que estaba más que preparado para la acción. Teniéndola preparada para mi volví a tomar besándola con pasión, pero sin olvidar de quien era los labios que devoraba. Me separe un segundo para comenzar a quitar los botones su vestido que eran mucho y estando a la mitad no pude más, eran demasiados así lo subí el hasta su cintura y baje su ropa interior.

-Te amo Rodrigo. Gracias por regalarme tu compañía y este hermoso hijo, superaremos todo lo que la vida nos tenga preparado solo si estamos de la mano.

Yo no pude responder, que podría decir <<También te amo por ser la madre de mi hijo, pero no como a la mujer que quisiera tener todas las noches al otro lado de mi cama>> Tome aire para responder también y seguí con mi tarea. Ella estaba desnuda de la cintura hacia abajo y yo totalmente vestido, pero en cuestiones de segundo ya no tenía pantalones ni bóxer y la corrí hacia la punta de la cama.

Unos fuertes toques en la puerta hicieron dirigir mi atención a otro lugar cuando estaba a punto de penetrarla. Quise darle toda mi atención a mi esposa, pero los toques se hacían más insistentes. Maldición, será el que cosmos no quiere que vuelva a tener sexo con mi mujer. Levante la viste y ella solo reía al parecer la situación se le estaba haciendo graciosa. Se incorporó y empezó abotonar su vestido.

-Ve quien es, ya tendremos varios días para esto, pero debo acotar que me excita muchísimo tu disposición a la tarea - Me guiño el ojo mientras veía vestirme. cuando estuve listo me dirigí a la puerta. Eran Luca y Lucia; mi amigo sonreía al ver mi estado, y Lucia, bueno mentalmente me estaba córtame el en trocitos y lanzarme al mar.

- ¿Interrumpimos? - Dijo mi amigo mientras echaba un vistazo por sobre mi hombro.

-Ya qué caso tiene ¿Que quieren? – Respondí molesto sin tener claro cuál era la razón.

-Vinimos a invitarlos a desayunar con nosotros - En serio, para eso habían venido. Algo me decía que estaba había sido idea de Lucia ya que reía de manera irónica.

-No pudieron ir solos o es que acaso... - No pude terminar ya que Zoe había tomado la palabra.

-Cariño la niñera me acaba de avisar que John se durmió así que tenemos tiempo para ir a comer y dar un paseo, no perdamos más tiempo. Vamos.

Bajamos al restaurante mientras miles re recuerdos vienen a mi mente de la última vez que estuve con alguien en un hotel.

Sofía.

Buenos Días ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora