Capítulo XX

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Noche de Celebración.

-Sofía-

Después del colapso que tuve en el baño tuve una larga charla con mi subconsciente en la que decidimos dejar a Rodrigo de lado por lo que quedaba del día y mejor celebrar mi reciente logro académico. Luego de notificar que el cumpleañero se había ido de pinta nos fuimos en caravana hacia mi departamento, Julio casualmente se encontraba cerca de la facultad mientras que Luca que ya se encontraba camino y al llegar me lleve una grata sorpresa mis padres ya nos estaban esperando con un rico almuerzo. Estaba segura que estoy fue orquestado por Lucia.

-Mi bebé ya es toda una triunfadora y no puedo estar más que orgullosa de ti mi niña - Las palabras de mi madre hicieron que mis ojos se cristalizaban, sabía lo que había sufrió y luchado mi madre ella solo luego de que mi padre muriera días antes de que naciera.

-Mamá no me hagas llorar, mejor celebremos, pero antes quiero dar las gracias por ser la madre que eres y por nunca frenar mis sueños y anhelos, y gracias a ti papá por cuidarme como si fuera tu hija y brindarle tanto amor a mi madre - Dije mientras rompía el abrazo de mi madre y corría a envolver en amor al hombre que he considerado mi padre.

-No tienes nada que agradecer nena mía, son lo más bello que Dios me ha regalado. Mis dos hermosas damas.

Comimos entre risas y bromas, Luca que por fin había llegado se había presentado como el novio de Lu cosa que nos extrañó a todos ya que él no era un hombre de <<relaciones estables>>. Pasadas las cinco de la tarde mis padres se despidieron, deseándonos buena tarde y alentándonos a seguirla la fiesta en otro lugar.

- ¿Dónde iremos esta noche? - Pregunto Fer mientras le daba otro sorbo a su cerveza.

-No sé a dónde irán ustedes, pero yo tengo planeado llenar la tina y darme un relajante baño de sales y pétalos de rosa para luego tener una noche de locura con la tercera temporada de Juegos de tronos acompañada con un delicioso helado de chocolate y menta.

Mis amigos me veían raro, al parecer mi estupendo plan no les parecía digno y eso que había omitido la parte en que quizá no pegara un ojo en toda la noche imaginándome como sería el celebrar con el hombre que amo su cumpleaños.

-De ninguna manera, hoy es un día de celebración así que será mejor que empecemos a buscar un lugar súper top a donde ir - Intervino Lu que se encontraba cómodamente sentada entre las piernas del ruso demente.

-Hoy no es un buen día para salir a la calle, no tengo ánimos – Terminé la discusión o eso creí mí.

-No estás de ánimo para celebrar con nosotros, pero te apuesto que si apareciera el idiota de Ortiz si le abrieras las piernas para que te penetrara y te tratara como aun puta... Perdón amiga, pero me duele verte sufrir por un hombre que no te quiere y que mientras tu estas aquí esperando despedirnos para echarte a llorar él debe estar preparándose para ir a cenar con su linda esposa en algún restaurant elegante de la ciudad.

Me había quedado sin habla nunca antes mi amiga me había hablado de aquella manera, pero lo más doloroso era que tenía toda la maldita razón ya que mientras lloro porque deseo y no puedo tenerlo, él sigue con su vida como si yo no existiera.

-Tienes razón, hoy es un día para celebrar no todos corren con la suerte con la que hoy me ha tocado a mí por lo que será mejor que se vayan a casa a prepararse; haré lo mismo, pero no iremos a una disco.

Todos me veían extrañados, ellos querían celebrara y lo haríamos, pero a mi manera. Sinceramente quería estar en dos lugares y como no tenía el derecho de estar en el primero junto a mis amigos, entonces me divertiría en el segundo. Nos quedamos en vernos a las nueve de la noche y nuestro conductor designado seria Luca quien se unió a esta loca aventura lo que me dejaba entre ver que Rodrigo no tendría fiesta de cumpleaños ya que su amigo no lo dejaría tirado por hacerme sentir mejor a mí.

Faltaban quince minutos para las ocho cuando salí de la ducha, seque todo mi cuerpo para luego hidratarlo con crema y cuanto esta fue absorbida por mi piel me coloque un conjunto de ropa interior negro. Estuve más de diez minutos contemplando mi closet sin saber que ponerme y era sincera por dos segundos no tenía los mejores ánimos para salir, pero debía hacerlo ya que solo las perdedoras se quedaban en casa llorando por amores imposible.

Como una estrella en el firmamento brillo desde el fondo de mi armario un lindo traje que me había regalado mi tía Luciana. Mi vestimenta consistía en un pantalón de vestir corto de talle alto con una chaqueta pegada al cuerpo que me hacía salir muy sexy todo en un negro mate. Me arregle el pelo en una coleta alta y me maquille de forma felina rasgando mis ojos con el delineado negro y dando el toque final a mis labios con un color burdeos.

Estaba lista y me encantaba lo que veía en el espejo lo que despertó la posibilidad de coquetear con algún chico que me pareciera lindo. Al darme otro vistazo me percate que algo faltaba <<Pedazo de idiota no tienes zapatos>> me recrimino mi voz interna mientras no encontraba nada que diera un toque especial a mi atuendo hasta que las vi al fondo de mi armario con algo de polvo ya que no las usaba desde <<aquella noche>> estas botas habían sido una buena inversión. Al ver mi reflejo imágenes de aquella noche vinieron a mi mente <<Rodrigo quitándomelas mientras esparcía besos en mis piernas sobre mis medias negras>> Moví la cabeza como queriendo deshacerme de aquellos recuerdos.

En mi interior sabía que me había arreglado para él arreglado para él, pero las botas sabía que lo volvería loco. Tome mi teléfono e hice una foto a cuerpo completo frente a mi espejo, la actualice en todas mis redes sociales. Justo cuando la estaba colgando en el WhatsApp recibí un mensaje de mis amigos que estaban abajo. Me pareció extraño ver estacionada la camioneta de Julio en lugar de la de Luca, subí atrás y todos me veían con ojos de plato

- ¿Qué pasa? - Dije mientras ellos me comían con la mirada.

-Nenas te ves terriblemente sexi. Si fuera heterosexual te follaba aquí mismo contra la capota del auto – Confeso Fer y todos estallamos en carcajadas.

-Pero eres demasiado gay amigo ¿Dónde dejaste a Luca? - Pregunte y los tres se veían entre ellos.

-Lo llamo Zoe para invitarlo a cenar por el cumpleaños de su amigo.

Lo intuía, pero no podía quejarme me encontraba con la mejor en compañía, mis mejores amigos.

-Él se lo pierde. Julio guía la marcha hacia el sillón del loquero, hoy tengo de sacarme todo lo que tengo atorado entre la garganta y el corazón contando.

-Tus deseos son orden pata mí.

Sin más partimos hacia el lugar donde había cambiado mi vida para siempre.

Buenos Días ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora