Capítulo 14:
Haru y Makoto faltaron nuevamente a clases, y todo porque tenían práctica. Lo extraño fue que esa
Como la profesora me había dicho que necesitaba elegir obligatoriamente un club de la escuela, me acerqué a un pizarrón que había en la entrada, donde figuraban los clubes y otras actividades que se realizaban en la escuela. Con mi dedo índice iba recorriendo cada uno de los carteles que habían pegados allí, hasta que me detuve en uno. "Club de Natación". Makoto fue lo primero que se me vino a la mente. Quizás, si ingresaba en él, podría pasar algo de tiempo con él.
-Claro, ___-Chan – dijo sonriendo la profesora Amakata -. Los muchachos del club están en la piscina, debes consultar por Gou Matsuoka, quien es la encargada del club.
-Bien, gracias, profesora. – me despedí de ella y salí a la piscina.
No fue muy difícil encontrarla. Ingresé por los vestuarios. No había nadie, así que supuse que estarían afuera. Por una de las ventanas, pude ver a los muchachos en la piscina, junto con Gou, a quien recordaba perfectamente. Estaba por salir con ellos, cuando escuché unas palabras que me hicieron frenar de repente.
-Entonces no hay duda. Definitivamente, ella es la ___ que ustedes buscan.
-Deberías hablar con ella, Makoto.
-Tienes razón. – ¿Ese era Makoto?
Entré en pánico. No podía moverme y no sabía cómo reaccionar. La puerta se abrió y Makoto me vio ahí parada.
-¿___? – dijo sorprendido.
"¿Cómo sabe que soy yo?".
Negué repetidamente con la cabeza y salí corriendo de allí. Escuchaba desde lejos sus gritos pidiendo que me detuviera y que quería hablar conmigo, pero no le hacía caso y continuaba corriendo. Quedaba una clase más para que las clases acabaran, pero no quería volver a cruzarme con Makoto. Sabía que tendría preguntas y que yo me vería obligada a responder, pero no quería. Decidí reportarme como enferma y retirarme temprano.
...
Estaba sentada en la fuente del centro. Las personas pasaban alrededor mío. Algunas iban o volvían de hacer compras, otras salían de su trabajo para almorzar y otras simplemente paseaban, ya sea solos o en familia. Yo simplemente los observaba. Cada tanto cerraba mis ojos e imaginaba como hubiera sido el poder pasear con mi familia, como la gente allí lo hacía. Durante el tiempo que estaban vivos, mi padre trabajaba todo el tiempo, mi madre estaba ocupada con la casa y mi hermano con sus estudios.
Abrí los ojos nuevamente y una sonrisa se formó en mi rostro. En frente mío había una pequeña cafetería, la cual tenía mesas afuera que estaban sumamente llenas. En una de las rústicas ventanas que esta cafetería poseía, había un cartel que decía: "Se solicita empleada joven". Era como si el destino hubiera querido que viera ese cartel. Revisé la billetera que traía en mi bolsillo. El padre de Kisumi me había dado algo de dinero, pero no alcanzaría para el resto de la semana. Decidida, me levanté y caminé hacia allí.
-Disculpe – dije a una de las pocas camareras que había allí, quien se volteó y me sonrió -. ¿Sabe con quién puedo hablar por el empleo?
-¿Vienes por el empleo? – preguntó y yo asentí -. Me alegra mucho, ya hacía tiempo que necesitábamos personal.
Me guio hasta una oficina donde se encontraba una mujer joven, quien también traía el uniforme del lugar, solo que con unas cuantas cosas diferentes. Hablamos por un rato. Me hiso unas cuantas preguntas y tuve que llenar una planilla con mis datos. En resumen, conseguí el empleo. Mi trabajo comenzaría al día siguiente, luego de clases, lo que significaba que no podría quedarme con Arya a su clase de natación.
...
-Me alegro mucho por ti, prima. – dijo Arya feliz, mientras comía su cena.
-Lamento no poder ir mañana – me disculpé -. Pero lo bueno es que podré ir a buscarte.
-No hay problema – soltó un bostezo -. De todos modos, la pasaré bien.
-Creo que ya es hora de dormir. – opiné levantando los platos.
Luego de que Arya se ofreciera a ayudarme a lavar los platos, nos fuimos directo a dormir. Tenía planeado salir de clases temprano al día siguiente. Explicaría mi situación a la profesora Amakata y me daría su permiso. Otra cosa que me tensaba era Makoto. Ya me había descubierto.
"Makoto... No sé qué hacer contigo".
...
Estaba caminando rumbo a la escuela. Caminaba justo por una calle de árboles de cerezo, los cuales nunca había visto. El camino termina en uno, el cual me parece muy familiar. Era el árbol que estaba en el patio de la primaria Iwatobi. En él estaba el arriate que construimos en el sexto grado, año en el cual me marché. Había cinco niños sentados frente a él, quienes compartían un pequeño picnic.
-¿Esa soy yo? – pregunté en voz alta a la nada, mientras señalaba a la niña.
El árbol y los niños desaparecieron, volviéndose niebla. El hermoso paisaje se cambió por el patio de esa misma escuela. Nuevamente estaba yo, parada frente a Makoto.
-No, por favor... - dije aguantándome las lágrimas -. Dime que este no es el momento en que...
-Ya no quiero ser tu amiga...
-¿Qué?
-Ya me oíste, no quiero ser tu amiga, Makoto.
-Pero... ¿Por qué?
-No tengo por qué darte explicaciones.
-¿Qué hay... que hay del beso?
-No significó nada para mí, fue una simple apuesta.
El patio desapareció completamente, convirtiéndose en una pradera de flores. Era hermosa y llena de color. Makoto apareció en frente mío.
-¿Por qué me mentiste? – preguntó, pero luego se dio la vuelta y comenzó a alejarse.
-¡Makoto! – grité corriendo detrás de él, pero cada vez se alejaba más y más -. ¡Makoto, espérame!
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Desde la primera vez| Makoto Tachibana y tú ©
Fanfiction___ no era una niña muy sociable. Sin embargo, disfrutaba de la compañía del único niño en su clase que le ofreció su amistad. Makoto era su nombre y era un niño muy tímido y cerrado, pero a la vez inteligente. Cierto día, la amistad entre ___ y Ma...