Capítulo 4

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Capítulo 4:

Llegó a casa y lo primero que encontró, fue a Haru y Arya jugando en el patio delantero. Al verla, era imposible describir la felicidad que ambos tenían. Haru sonrió más que nunca en su vida.

Haru entró a la casa y regresó con un plato de ensalada, ya que sabía perfectamente que en presencia de Arya estaba prohibida la caballa. Se sentaron junto a los escalones de madera en la puerta.

Aprovechando que Arya estaba distraída jugando dentro de la casa, ___ prosiguió a informar a Haru sobre todo lo sucedido. El secuestro, la carta, el retrato, Hiro e inclusive lo que acababa de pasar con Makoto.

-Por cierto - dijo ___ -, ¿Qué hacía aquí, Haru?

-Arya se quedó en mi casa durante estos días – se explicó el azabache -. Veníamos todas las mañanas y limpiábamos la casa.

-¡Haru-Chan, gracias! – estiró sus brazos y se lanzó encima de Haru.

Su momento feliz fue interrumpido por un sonoro carraspeo proveniente desde enfrente de ellos. ___ levantó la mirada y vio a Makoto.

Él no sabía cómo actuar. ¿Enfadado? ¿Triste? ¿Ofendido? ¿Cómo actuarían ustedes si alguna vez encontraran a su mejor amigo abrazado con el amor de su vida? Pues Makoto levantó de un tirón a Haru del suelo. Lo tenía tomado de la camisa y miraba directo a los ojos, como queriendo matarlo con la mirada. Haru seguía con su expresión seria de siempre.

-¿No debería ser ___ la que este enfadada? – preguntó, interrumpiendo los pensamientos del castaño.

Al oír esto, soltó de repente a Haru. Un tanto apenado por haber actuado así tan repentinamente.

-Yo... - trató de decir Makoto.

-No te molestes – interrumpió ___, quien traía a Arya a su lado y tomaba el brazo de Haru -. No tienes nada que decir ni explicar.

Dicho esto, los tres se marcharon, dejando a Makoto parado en medio del jardín. Ahora se sentía muy mal.

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-Lo siento, pero esto fue un error. – finalizó él, tratando de sonar amable, a pesar de que la tristeza lo inundaba.

-¿Hablas en serio? – para su sorpresa, la rubia reaccionó de una manera totalmente diferente a como imaginaba. Llorar o simplemente salir corriendo era lo que esperaba, pero sonaba completamente enfadada. Parecía como si sus ojos violetas se hubieran tornado rojos y llenos de ira -. ¡Debí haberlo imaginado! Al parecer, era mentira todo eso que hablaba sobre "Makoto Tachibana, el chico más dulce y amable de la preparatoria Iwatobi". ¡Eres una farsa y yo me encargaré de que pagues esto! ¡Tú y la torpe de tu amiguita!

Le dio un empujón y se marchó pisando con fuerza. Makoto quedó más sorprendido que hacía unas horas en casa de ___.

"¿Hacerme pagar?".

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Era de medio día y los chicos se encontraban almorzando en el lugar más típico: la terraza de la escuela. Esta vez Gou no los acompañaba, ya que ella y ___ acordaron almorzar junto a la piscina.

-Makoto-Senpai, no se ofenda, pero usted es un idiota. – opinó Rei.

-P-pero no quería que pasara así. – se defendió él.

-¡Bueno, basta de peleas! – interrumpió el hiperactivo Nagisa -. Ahora nuestra prioridad es reconciliar a Makoto y ___. Para que así nadie vuelva a meterse con su relación.

-Ella está realmente enfadada. – dijo Haru, prosiguiendo a comer su caballa.

Todos pusieron una mano en su barbilla y estuvieron pensativos por un largo rato. La concentración que tanto les costó mantener fue interrumpida por un estruendoso "¡Lo tengo!" de Rei.

Se acercaron curiosamente al chico de lentes, mientras éste contaba con sumo detalle su plan. Finalizada la explicación, Nagisa sacó su teléfono y le envió un mensaje a Gou.

"Lleva a ___-Chan a su casa. Rei-Chan tiene un buen plan ;)"

Con poca fe de que el plan resultara, Gou siguió las indicaciones que sus amigos le dijeron.

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Mientras ellas se encontraban viendo la televisión en la sala de la casa de ___, los muchachos preparaban todo.

-¿Nagisa-Kun, consiguió la guitarra que le pedí? – preguntó Rei.

-Claro que sí – asintió el rubio -. Pero sigo sin comprender que es lo que quieres hacer.

-Ahora verás... ¿Haruka-Senpai, ya tiene los trajes?

-Espero que esto sirva. Ahora tendré que esperar una semana para poder volver a comprar caballa. – Haru el entregó una bolsa a Rei, quien sonrió complacido.

-¡Bien! – festejó el del lentes -. Ahora sí, vístanse y yo traeré mi trompeta.

En cuanto llegaron a casa de ___, ya estaban vestidos con los extraños y ridículos trajes que Rei había pedido.

-¿Nos dirás que tramas? – preguntó Makoto observando el enorme sombrero que debía usar.

-Es simple, Makoto-Senpai – comenzó a explicar Rei -. Después de una larga serie de investigación y ver novelas mexicanas, he llegado a la conclusión de que ninguna chica podría negarse a aceptar las disculpas de un chico... ¡Con una banda de mariachis!

-¿Bromeas, verdad? 

Nota: Sí, sí. Entiendo si quieren matarme. Sé que prometí un capítulo el viernes pasado, pero... no les voy a dar ninguna excusa, voy a ser sincera: No tenía ganas U.U  El resto de esta semana estuve ocupada y no tenía tiempo. Voy a intentar publicar lo más pronto posible, pero no se impacienten.


Desde la primera vez| Makoto Tachibana y tú ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora