Desde la primera vez| Makoto Tachibana y tú ©

Capítulo 21

Capítulo 21:

-___, despierta – murmuraron a su oído -. ¡Que te despiertes!

-¡Me declaro inocente! – gritó abriendo sus ojos.

-¿Qué? – dijeron las niñas mirándola raro.

-Nada, nada – soltó un bostezo y miró la hora en su reloj -. ¿Ya llegamos?

-De hecho... - Arya miró a su alrededor -. Estamos tratando de despertarte hace mucho. Todos han bajado ya.

-Señorita, ¿Podría apurarse? Deben abordar los demás pasajeros. – apuró una de las azafatas.

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Los chicos aún no habían llegado por ellas, así que se vieron obligadas a esperar en el café del aeropuerto. Sus estómagos gruñían, no soportarían estar un segundo más. Pidieron algo para desayunar y así se quedaron esperando.

___ observaba a la gente que pasaba, buscando alguna señal de alguno de los chicos. Pero como luego de un rato no aparecían, decidió buscarlos ella misma

Seguida por las niñas, caminaba entre el gentío del aeropuerto. A lo lejos vio un abrigo color verde muy conocido para ella. Corrió hacia él y lo abrazó por la espalda.

-¡Aquí estas, no sabes cuánto me alegra verte, Makoto!

Pero en cuanto se dio la vuelta, se sintió una tonta al haber hecho eso.

-¡¿R-ren?!

-Que feo, ni siquiera sabe reconocer a su propio novio. – se burló Ran, parada junto a Makoto y observando divertida la escena.

Realmente estaba irreconocibles. Habían crecido muchísimo desde la última vez que se vieron, así que no podían culparla.

-Bienvenida a casa, ___-Chan.

-M-makoto...

Antes de poder decir palabra, el castaño ya había posado delicadamente sus labios sobre los de ella. La sostenía firmemente con una mano en su cintura y la otra en su mejilla. Los mellizos miraban un poco enternecidos, mientras que las niñas hacían muecas de asco.

En cuanto se separaron, Makoto le regaló una de sus tan típicas pero hermosas sonrisas.

-¿Nos vamos ya? – preguntó tomando la mano de la chica.

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___ observaba con ojos brillosos la nieve caer a través de la ventanilla del auto de Makoto. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que pasó el invierno en Iwatobi. Allá en Francia nevaba igualmente, aunque no era tan divertido como cuando estaba con los chicos.

-Oh y por cierto, ____-Chan – dijo Makoto, interrumpiendo las fantasías de la chica -. Apenas lleguemos, hazme el favor de seguir a Ren.

-¿Qué? – confusa miró hacia Ran, esperando una respuesta, pero solo pudo oír las risillas de los mellizos.

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-Vamos, vamos, ____ - Ran empujaba a su cuñada hacia el interior de la casa de sus padres -. Debes apurarte.

-¿Apurarme para qué? – preguntó curiosa.

-¡Bienvenida, ___-Chan! – Saludó alegremente la señora Tachibana, bajando las escaleras -. Me alegra mucho que hayas vuelto.