Capítulo 17:
Atada de manos, pies y boca, ___ estaba en un rincón del viejo ático de la casa. La habían dejado allí y se marcharon. No dieron explicaciones ni nada, simplemente se fueron. Aunque no todos, ya que desde el piso de abajo podían oírse los murmullos que producían las chicas hablando.
"Por favor, que alguien me saque de aquí".
La puerta del piso del ático se abrió y Sam subió acompañada de un hombre corpulento.
-Lamento tener que dejarte así, pero se hace tarde para mi... boda – esbozó una sonrisa de autosatisfacción al ver la expresión alarmada de ___ -. No te preocupes, mis "amigos" volverán en un momento y podrás divertirte con ellos... Ah, y si llegas a intentar escapar, ellos no dudarán en asesinarte.
Sam salió acompañada por el grupo y el hombre
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Dejaron en al auto estacionado a una distancia prudente de la casa, para así evitar ser vistos.
Caminaron cautelosamente por la espesa capa de hierbas que rodeaba la casa. Se notaba claramente que había pasado tiempo desde que una persona vivió allí y cortó el césped, pues era tan largo que llegaba a ocultar entero a Nagisa.
Todo estaba vacío y en silencio, parecía como si nadie estuviera allí.
-Chicos, necesito que se organicen y vigilen el exterior de la casa – susurró Otome, obteniendo como respuesta un asentimiento de los demás -. Yo entraré y buscaré a ___.
-Pero, Oto-Chan, puede ser peligroso. – la interrumpió Nagisa.
-Esos tipos podrían volver en cualquier momento... - Haru miró hacia el camino de tierra por el que el auto acababa de irse -. Iré contigo.
-¿Haru? – todos miraron extrañados al azabache, pero este hiso como si nada pasara.
Tomó la mano de Otome y entraron a la casa, mientras que los demás los siguieron con la mirada hasta que atravesaron la enorme puerta.
-¿Qué esperan? Vamos a dividirnos. – apuró Gou y comenzaron a organizarse.
La casa era muy grande y podrían tardar un poco en encontrar a ___.
-Busquemos primero en la planta baja, luego arriba.
Haru asintió y caminaron cuidadosamente sobre la superficie de madera que estaba totalmente rota. La castaña observaba atentamente el suelo, tratando de evitar pisar una de las maderas que débilmente se sostenían con las otras. Y Haru iba detrás de ella, dispuesto a atraparla en caso de que cayera.
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Revisaron la planta baja, pero ni siquiera había rastros de que alguien hubiera estado por allí.
-Vamos a arriba.
Muchas de las habitaciones no tenían puerta, por lo que les era más sencillo buscar en ella. Simplemente asomaban sus cabezas y registraban todo con la mirada.
Otome comenzaba a desesperarse. ¿Y si ____ no estaba allí? ¿Y ese chico Sousuke realmente estaba del lado de Sam y los había enviado a la casa para evitar que la encontraran? ¿Qué pasaría si no la encontraban a tiempo? ¿Makoto se casaría con Sam?
Sus pensamientos fueron interrumpidos por su teléfono. Un mensaje de Nagisa.
De: Nagisa
¡Oto-Chan, regresaron! Deben esconderse, rápido.
Su rostro palideció y entró en pánico. Haru se asomó por su hombro, leyó el mensaje y enseguida jaló su brazo, para comenzar a buscar un lugar donde esconderse. Pero ninguna habitación era segura. Sus pasos podían oírse claramente abajo, así que debían ser muy precavidos.
-¿Oíste esto? – dijo una voz gruesa en el piso de abajo.
-Han de ser unas ratas – respondió otra, pero femenina -. Ahora apúrate y ve a ver a la chica.
Fuertes pasos se oyeron desde las escaleras. Haru comenzó a retroceder con Otome pegada a su brazo. Terminó chocando con una pared, pero... esta se abrió.
-¿Una puerta oculta? – dijo confuso, pero como los pasos se oían cada vez más cerca, entraron.
-Haru, mira – miró hacia donde la castaña señalaba, unas escaleras -. ¿Crees que estas escaleras nos lleven a algún sitio?
El azabache se encogió de hombros. Comenzaron a subir.
-¡Mmh! – un extraño sonido se oyó desde el rincón del cuarto.
-¡___-Chan! – Haru tapó enseguida la boca de Otome, el grito había alertado al hombre y de un portazo la puerta que llevaba a las escaleras se derrumbó.
-Manténganse detrás de mí.
Otome corrió hacia ___ y la desató rápidamente. El sujeto no tardó en hacer su aparición. Haru estaba dispuesto a luchar contra él si era necesario, pero el hombre sacó un arma de su bolsillo y avanzaba apuntándoles.
El teléfono de la castaña volvió a vibrar.
De: Nagisa
La caballería está en camino, resistan.
-La... ¿Caballa? – los ojos de Haru brillaron con intensidad.
-¡No es momento para tus chistes! – interrumpió ___.
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Desde la primera vez| Makoto Tachibana y tú ©
Fanfiction___ no era una niña muy sociable. Sin embargo, disfrutaba de la compañía del único niño en su clase que le ofreció su amistad. Makoto era su nombre y era un niño muy tímido y cerrado, pero a la vez inteligente. Cierto día, la amistad entre ___ y Ma...