Desde la primera vez| Makoto Tachibana y tú ©

Capítulo 6

Nota: ¡Oh, dios mio! No puedo creer que hayamos superado las 4k de lecturas. Les agradezco muchísimo el haber seguido la historia hasta acá. Sin ustedes el libro no tendría sentido <3

Capítulo 6:

-¿Tienes idea de que harás? – preguntó una castaña, mirando de reojo a la chica rubia y furiosa que caminaba a su lado.

-Por supuesto que sí.

Frenaron en el semáforo, justo cuando este pasó de verde a rojo. Desde la acera de enfrente, vieron pasar caminando y riendo a ___, Makoto y Arya. Sam no pudo evitar darle una patada al frío pavimento.

-Planeo ir a su punto débil. – entrecerró sus ojos y fijó su vista en la pequeña pelirroja que iba caminando entre ambos chicos.

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El fin de semana había llegado. No había tareas pendientes y mucho menos cosas importantes que hacer. La casa de ___ fue el lugar elegido para juntarse a ver películas.

Ellos traían las películas y ___ se encargaba de la comida. Era un trato muy justo.

-Hemos elegido unas de terror. – dijo Nagisa, seguido de que emitió un ruido similar al de un fantasma.

-¿T-terror? – repitió Makoto congelado -. ¡Te he dicho que no me gustan esa clase de películas!

-Pues mejor... - Rei miró con picardía a Makoto -. Así tendrá una excusa para abrazar a ____.

Todos se acomodaron en la sala. Haru, Makoto y ___ en el sillón familiar y Nagisa con Rei en el suelo.

La mesa ratona estaba llena de golosinas y comida chatarra. Si llegaban a comerse todo eso, al día siguiente tendrían un dolor de estómago tremendo. Pero eso a ellos no les importaba. Eran jóvenes y debían disfrutar al máximo. ¿O no?

Nagisa encendió la televisión y apenas mostraron el título de la película, los chillidos de Makoto comenzaron a oírse. ___ no pudo evitar reír. Makoto era un cobarde, no había formado de negarlo.

La película era sangrienta y más que terrorífica. Makoto parecía un papel de lo pálido que estaba. Cada vez que algo aparecía, él gritaba. ___ se mantenía en silencio y observando. Una película de terror no era nada comparado a todo lo que había vivido hasta ese momento. No prestaba mucha atención a la televisión, se concentraba más en tomar con fuerza la mano de Makoto para que se calmara.

Apenas estaba obscureciendo. Los chicos habían llegado bastante temprano.

Decidieron quedarse a pasar la noche allí, lo cual a ___ no le molestó para nada.

"Cualquier cosa con tal de pasar algo de tiempo con Kotoma...", pensó ___.

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En medio de la tercera película que veían, llamaron a la puerta. Antes de que ellos pudieran ir a abrir, alguien ya había abierto. ___ se levantó del sillón enseguida.

Arya se encontraba parada en la puerta. Ella era quien acababa de abrir. Enfrenten de ella, a una mujer vestida elegantemente. Era un tanto regordeta.

-Arya, ¿Qué haces aquí? Deberías estar durmiendo – regañó ___, haciendo que la niña vaya a la sala con los chicos -. ¿Se le ofrece algo? – preguntó finalmente a la mujer.

-Buenas tardes, soy Yumiko Sakura de Servicio Social. – Se presentó la mujer.

Apenas oír las palabras "Servicio Social", Makoto se levantó de un salto del sofá y se colocó junto a ____. Aunque ella no comprendía bien la razón de la visita de esa extraña mujer, Makoto comprendía perfectamente de que se trataba: Arya.

-Por favor, pase. – dijo Makoto, abriendo la puerta.

___ lo miró confundida.

Pasaron al comedor y tomaron asiento. La mujer apoyó sobre la mesa un enorme portafolio que traía en su mano y lo abrió, sacando de él una carpeta con muchísimos papeles llenos de letras que – a la vista – parecían un código indescifrable.

-Pertenezco al Servicio Social de Francia. He sido enviada a aquí, ya que tengo informado de que este es el lugar donde reside Arya Sumer Blair - ___ asintió con la cabeza -. Tengo una orden para llevarme a la niña de Japón.

-¿Qué? – gritó ___, levantándose y tirando la silla -. Usted no tiene derecho a llevársela.

-Por supuesto que sí – interrumpió Sakura con tono severo. Makoto hiso que volviera a tomar asiento -. Tengo en claro que la madre de la niña, Susan Blair, fue asesinada la tarde del 5 de Junio. Su abogado afirmó que no dejó en ningún papel un tutor legal para la niña, por lo que su tenencia le pertenece al estado de Francia.

-¡No va alejarla de mí! – gritó enfadada y al borde del llanto. Pero no lloraría, no mostraría debilidad ante esa mujer.

-Mañana por la mañana vendré por ella. – ignoró completamente los gritos de ___.

Se levantó y caminó hacia la puerta. Aunque Makoto la sostenía con todas sus fuerzas para que no fuera detrás de la mujer, ___ logró soltarse y la detuvo, poniéndose en su camino.

-Escuche, esa niña es lo único que me queda y yo soy lo mismo para ella. La he estado cuidando desde hace seis años. Yo... Tiene que haber algo que pueda hacer para quedarse conmigo...

-Lo hay – interrumpió Sakura, acomodando las mangas de su saco -. Es posible que haga un trámite de adopción pero...

-¡Lo haré!

-Déjame terminar – exigió Sakura, ya bastante enfadada -. Pero, dejando de lado que eres menor de edad, solo está permitido adoptar a las parejas casadas.

Antes de que ___ pudiera decir algo, sintió como apretaban su mano fuertemente. Makoto estaba a su lado. Sakura Yumiko se marchó, dejando sobre la mesa el permiso para llevarse a Arya.

___ se dejó caer en el sofá, ocultando su rostro en sus manos y evitando llorar. Un brazo la rodeó.

-Yo te prometí que nunca te dejaría sola... Ahora estamos juntos en esto. – susurró Makoto.