Capítulo 18

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Capítulo 18:

Lentamente el sujeto fue acercándose a ellos, sin dejar de mantener su arma en alto y apuntarles a los chicos.

Haru se mantenía de pie, sin demostrar temor hacia el hombre. En cambio, las chicas estaban temblando y casi llorando detrás de él en el piso.

-Oiga señor. – un pequeño rubio tironeó de la camisa del hombre.

Se dio la vuelta y observó con una ceja enarcada al chiquillo sonriente que tenía detrás de él. Pero en cuanto miró detrás del rubio, una silla fue directo a su cabeza.

-A eso llamo un ataque hermoso. – dijo Rei con una sonrisa victoriosa.

El hombre no quedó del todo inconsciente, así que pronto se levantó y trató de golpear a Rei, quien chilló como niña asustada y retrocedió espantado. Pronto alguien se tiró encima del hombre y se colgó de su espalda. Pero esto no le impedía acercarse a los otros.

-¡Rápido, Rin-Chan, has algo! – gritó Nagisa, ayudando a las chicas a levantarse del piso.

-¿Qué quieres que haga? – preguntó el pelirrojo, tratando de no soltar al tipo.

El hombre comenzaba a golpear su espalda contra una pared, tratando de que Rin lo soltara, obteniendo como consecuencia que él recibiera los golpes.

"Vamos, Rin, piensa algo", se decía a sí mismo.

Flash Back...

-¡Rin, te he dicho que dejaras de morder los muebles!

(...)

-Onii-Chan, has roto mi muñeca con tus dientes.

(...)

-¡Rin-Chan, tus dientes son como de tiburón!

(...)

-Apuesto a que podría romper una cuchara con sus dientes.

Fin del Flash Back...

-Presiento que me burlaran luego de esto. – murmuró.

Abrió su boca y enseguida mordió el hombro del sujeto. Su grito se escuchó por toda la casa, lo que alertó a los demás que estaban abajo. Pero claro, como eran chicas y no podían hacer nada contra los demás, salieron corriendo. Pero dos personas se interpusieron.

-¿A dónde creen que van, trío de zorras? – dijo amenazadoramente Gou, sosteniendo un palo en sus manos.

-¿De dónde sacaste eso? – preguntó Sousuke con un poco de miedo a la pelirroja.

-Hay cosas de mí que no sabes, Sou.

Enseguida Sousuke trajo de la patrulla de Rin unas esposas y las colocó sobre las manos de las tres chicas. Para luego hacerlas subir al vehículo.

Una motocicleta llegó y de ella bajó un hombre rubio y una mujer castaña.

-¡Entrenador Sasabe, Ama-Sensei! – exclamó Gou acercándose a ellos con Sousuke.

-No se preocupen, la policía viene en camino. – dijo Ama sonriendo.

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Mientras tanto, la pelea había finalizado en el ático. Nagisa aún continuaba golpeando al hombre con los restos de una silla.

-O-oye, Nagisa – dijo ___ sorprendida por lo mucho que el rubio disfrutaba golpeando al tipo -. Creo que ya es suficiente.

-Nunca es suficiente, ___-Chan. – contradijo Nagisa con mirada sádica.

Rei y Haru arrastraron al hombre hasta afuera, donde otra patrulla había llegado.

-Bien hecho, Matsuoka – felicitó uno de los policías, palmeándole la espalda -. Tienes un gran futuro protegiendo esta ciudad.

Una sonrisa se formó en el rostro del pelirrojo.

-En verdad, muchas gracias por haberme rescatado – dijo felizmente ___ a todos sus amigos -. En verdad yo...

-No es momento para eso – interrumpió el entrenador Sasabe -. Quedan cinco minutos para que la boda comience.

-¡Ay no! - ___ agarró su cabeza con ambas manos -. ¿Cómo llegaremos?

-Entrenador, presénteme su motocicleta. – dijo Haru.

Con un poco de desconfianza, Sasabe le entregó las llaves a Haru, quien enseguida se subió, con ___ detrás de él. Antes de que pudieran irse, Amakata le entregó a ___ la bolsa con su vestido.

-Mucha suerte, ____-Chan – gritaron los demás -. Enseguida estaremos allá.

Haru aceleró y rápidamente ya estaban de camino a Iwatobi. Lo único que esperaba era que llegaran a tiempo.

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Las puertas se abrieron y a la iglesia entró una chica rubia, joven, con un largo vestido blanco y un ramo de rosas en sus manos. En el altar aguardaba un castaño, con un traje negro y muy elegante.

Enseguida se acercó a él y el sacerdote comenzó con la ceremonia... 



Desde la primera vez| Makoto Tachibana y tú ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora