Nota: Buenas, lectores. Quería avisarles que hasta mañana no va a haber capítulo (para que no se impacienten). Y tengo que agradacerle muchísimo a Martu-Sempai, que me ayudó a escribir este capítulo y el anterior. ¡Arigato, Sempai! ^-^
Capítulo 3:
¿Llorar? ¿Gritar? ¿Pedir ayuda? ¿Dejarlo así? Claramente lo decía en la carta, él mismo acababa de suicidarse.
"Ahora eres libre. Ve y vive tu vida"
La voz de nuevo, pero luego no la oyó más. Nada más se desvaneció con la vida de Hiro.
Por alguna razón, ella igualmente lo veía como una especie de "hermano posesivo" o simplemente "sobre protector".
-Volveré a Iwatobi. - dijo decidida saliendo fuera de la casa.
Caminaba en busca de una estación de trenes, un autobús o simplemente alguien que pudiera llevarla. Estaba feliz de volver a Iwatobi, a su ciudad, a su escuela... con Makoto. Pero esa felicidad se borraría pronto al ver a su amor con otra persona. ¿Una nueva enemiga quizás?
(...)
Horas y horas caminando, pero ningún auto se detenía. Estaba por darse por vencida, cuando una luz se ve a lo lejos. Estira su - ya de por sí - acalambrado brazo y alza el pulgar, cruzó los dedos de su mano libre, con la esperanza de que alguien se detuviera.
El auto frenó junto a ella y la ventanilla baja. Una chica de lentes rosas y castaña se encontraba al volante. Nadie más estaba en el auto más que ella. Llevaba la radio encendida, en un canal que parecía ser una especie de documental del mar narrado.
-¿Te encuentras perdida, amiga? - preguntó amablemente la chica.
-Necesito ir urgente a la ciudad Iwatobi - dijo apoyando sus manos en la puerta del auto -. No tengo idea que tan lejos está. Pero por favor, ese necesario que llegue ahí lo más pronto posible.
-¿Iwatobi? - repitió la chica, ___ asintió -. Da de casualidad que justo estaba yendo hacia allí. Sube, yo te llevo.
Abrió la puerta y ___ subió. Abrochó su cinturón y fue entonces cuando la chica de lentes arrancó.
-Me llamo Otome, Otome Katarou. - se presentó mirando hacia el frente, pero igualmente sonriendo.
-S-soy ___ Blair. - respondió tiritando.
Era de madrugada y el frío se había apoderado de la ruta. Otome lo notó y frenó. Desabrochó su cinturón, bajó y en unos segundos volvió a subir. En sus manos traía un bolso. Se lo entregó a ___ y continuó conduciendo.
-Hay una estación de servicio cerca - explicó Otome -. Puedes cambiarte allí. No hay problema con que te quedes esa ropa. Después de todo, me queda pequeña.
___ asintió y le agradeció. El resto del viaje fue hablando con ella. Otome se mudaba a Iwatobi con sus padres, luego de haber tenido problemas en su antigua escuela. ___ le recomendó la preparatoria Iwatobi, a lo que Otome dijo que sería una de sus posibles elecciones.
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El hecho de haber estado toda la noche en busca de alguien amable que se ofreciera a llevarla valió la pena. La felicidad la inundaba al encontrarse frente al edificio que constituía a la famosa preparatoria de Iwatobi. Los alumnos ingresaban. Algunos con pereza, otros felices de regresar a ese templo del saber. Estaban a viernes, por lo que tendría todo el fin de semana para poder recuperar el tiempo perdido con Makoto.
"¿Qué hace ella aquí?", pensó frunciendo el ceño con disgusto cierta rubia, quien acompañaba a su novio a la escuela tomados de la mano.
A pesar de que a Makoto le incomodaba un poco lo pesada que Sam podía ser, debía hacerlo para no herir sus sentimientos. Miraba al piso, con su mirada baja. Sonrojado hasta las orejas, caminaba tratando de no tropezar con los alumnos que aguardaban fuera de la escuela. ___ se encontraba apoyada en la pared junto a las rejas. No apartaba su vista de las personas que entraban.
Sam sabía perfectamente que si no lo detenía, correrían el riesgo de ser vistos por ___. Jaló su mano y lo hiso frenar. Volteó el enorme cuerpo de Makoto hacia ella.
-¿Qué te parece si faltamos a clase y nos vamos a pasear a algún lado? - preguntó ella inocentemente y pestañeando tiernamente.
-L-lo siento, Sam, pero no puedo. - negó Makoto volviendo a caminar hacia la entrada.
"¿Kotoma?", pensó felizmente ___ al ver a su amado Makoto caminando hacia la escuela.
-¡Makoto! - gritó ella caminando hacia donde él estaba.
En cuanto Makoto se dio la vuelta para buscar a la dueña de esa voz, un rostro se colocó delante de él y obstruyo su vista. Sentía los labios repletos de labial rosado con sabor y perfume a fresas de Sam sobre los suyos. Se movía rápidamente, como su estuviera desesperada por besarlo. ¿Corresponder o no corresponder?
"Piensa en sus sentimientos, Makoto", le dijo su subconsciente al castaño.
Y, entonces, correspondió a la chica.
___ observaba desde su lugar sorprendida. No podía creer lo que sus ojos veían. Apretó sus puños y maldijo a Sam en voz baja. Al separarse de Sam, Makoto vio perfectamente a ___ parada a unos metros de ellos. Cuando estaba por exclamar su nombre, ella ya se había tirado sobre la rubia para comenzar a golpearla. Muchos se juntaron alrededor suyo y alentaban a ___, quienes en la mayoría de la escuela se habían enterado de su desaparición. Entre las personas estaba Gou, observando asombrada y feliz de que ___ estuviera dándole su merecido a Sam.
___ la golpeaba sin piedad alguna. Aunque la rubia cubría su rostro, ella la seguía golpeando. Tantos años de enojo guardados estaban siendo descargados en ese momento. Algo la empujó lejos de Sam. Desde el suelo, alzó la mirada y vio a Makoto ayudándola.
-Esto es increíble. - dijo sarcásticamente ella, mirándolo con odio.
Le dio una última mirada al chico y salió corriendo a su casa. Si se quedaba más tiempo allí, era seguro que cometería una locura peor que la que Hiro hiso.
"¿Cómo pasó todo esto?"
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Desde la primera vez| Makoto Tachibana y tú ©
Fanfiction___ no era una niña muy sociable. Sin embargo, disfrutaba de la compañía del único niño en su clase que le ofreció su amistad. Makoto era su nombre y era un niño muy tímido y cerrado, pero a la vez inteligente. Cierto día, la amistad entre ___ y Ma...