Capítulo 15:
-¿Qué? – Makoto la miró con el ceño fruncido -. Yo jamás haría eso. Amo a ___ y sé que ella no se ha ido.
-Oh pobre Mako-Chan. Sé que es difícil, pero debes dejarla ir. Después de todo, ella nunca te amo – el castaño apartó bruscamente la mano de la chica de su hombro -. Pero si aceptas mi petición, te prometo que te daré todo mi amor.
-Ya te he dicho que no. – repitió el chico.
-¿Sigues sin creerme? – preguntó y Makoto asintió -. Bien – chasqueó sus dedos y una de sus amigas le entregó instantáneamente una grabadora similar a la que le dieran a ___ -. Óyelo por ti mismo.
Oprimió el botón y la grabación comenzó a reproducirse:
-Pero ___-Chan, ¿Abandonarás a Makoto así como así? – preguntó Sam.
-Por supuesto. Ya estoy cansada de su actitud tan empalagosa. ¡Y ni hablar de la otra enana! Hubiera sido mejor que la mataran con su madre.
-¡No digas esas cosas, ___-Senpai!
-Oh, por favor, Sam. Todos sabíamos que tarde o temprano me cansaría de él y lo botaría como a los otros.
-Senpai, no le haga eso a Tachibana-Kun. Aunque haya terminado conmigo, yo creo que es alguien bueno y que no merece que lo hagan sufrir.
-Tsk. Mañana mismo me iré a Francia. Quizás allá encuentre a alguien mejor que ese idiota.
Esa era la voz de ___, su ____. Pero... ¿Cómo? Estaba seguro de que ella jamás diría cosas así. Pero tambien lo dejaban en duda.
Las chicas permanecían delante de él con sonrisas satisfactorias. Aguardando a que su plan haya funcionado y el castaño caiga directo a los pies de la rubia.
-Mako-Chan, lamento habértelo revelado de esa forma. Pero debíamos decírtelo – dijo emitiendo un falso llanto Sam -. Yo sé que todavía sientes algo por mí. Aunque muy mínimo, lo sientes. Y soy capaz de volver ese pequeño sentimiento uno muy grande y fuerte si me lo permites.
Makoto estaba en silencio.
-Tambien es por la niña. Piensa que ella quedó sola ahora que ___, su única familia, se fue.
"Tiene razón. No puedo dejar a Arya por su cuenta. Hoy mismo se la llevarán si no hago nada y a ella le gusta mucho estar con nosotros".
-Está bien, Sam. Acepto casarme contigo. – respondió cabizbajo Makoto, aún con un fuerte sentimiento en su corazón que le decía que ___ aún estaba allí.
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Aunque ella gritara, él no podía oírla. Su boca estaba tapada por una cinta. Sus tres enemigas de la infancia, las causantes de que ella pasara malos momentos en la escuela, se encontraban frente a ella. Melissa, Tori y Nami. Habían crecido mucho y con ellas su odio hacia ___.
-¿Lo ves? – Rio Melissa, sosteniendo de la nuca a ___ y obligándola a ver como Sam besaba a Makoto luego de que este aceptara casarse con ella -. Él nunca te amo.
Las tres rieron y miraron como el castaño se alejaba con la rubia colgada de su brazo. Las chicas restantes se acercaron y ordenaron en nombre de Sam que se la llevaran.
"¡No, no déjenme ir!"
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Otome aguardaba preocupada en la entrada de la escuela a que ___ saliera. Su castigo había terminado y era hora de que saliera, pero no había rastros de ella.
-¿Será que ya se fue? – se preguntó a sí misma la castaña, observando la hora en su celular y volviéndolo a guardar en su bolsillo.
-¡Oto-Chan, Oto-Chan! – gritaron a sus espaldas.
-¿Quién...
Su corazón se aceleró al ver corriendo hacia ella a Gou, junto con el resto del equipo y entre ellos... Haru.
-Oto-Chan, dinos que ___ está contigo. – dijo Gou desesperada, tomando por los hombros a la chica.
Apenas oyó el apodo "Oto-Chan", Haru apartó su mirada hacia la chica castaña que se encontraba parada frente a ellos. Ella desvió su cabeza sonrojada.
-La he estado esperando hace media hora. – respondió encogiéndose de hombros.
Otome se acercó un poco hacia la entrada de la escuela. No solo para buscar si ___ se encontraba por allí, sino que tambien para que esquivar la penetrante mirada de Haru. Saliendo de la escuela vio a Kyo, una chica del salón de Makoto que acababa de salir del club de literatura clásica. Ella era conocida de Otome, por lo que la saludó agitando su mano en cuanto la vio.
-¡Kyo-Kun! – gritó acercándose a ella -. ¿Has visto a ___?
En el rostro de Kyo se formó una expresión de miedo y asintió. Enseguida los chicos del club la rodearon.
-La vi cuando estaba sacudiendo los borradores en el salón del club. En cuanto me asomé por la ventana, ella estaba saliendo de la escuela. Pero dos hombres se acercaron a ella y comenzaron a querer atarla. Yo estaba tan asustada que no fui capaz de reaccionar. Acabaron llevándosela hacia el lado contrario de la calle principal.
-¿Viste a alguien más con los hombres? – preguntó Nagisa.
-Ahora que lo dices, una chica rubia venía con ellos. – respondió la de cabellos lilas.
-¡¿Sam?! – dijeron todos al unísono, mirándose con terror entre sí.
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Desde la primera vez| Makoto Tachibana y tú ©
Fanfiction___ no era una niña muy sociable. Sin embargo, disfrutaba de la compañía del único niño en su clase que le ofreció su amistad. Makoto era su nombre y era un niño muy tímido y cerrado, pero a la vez inteligente. Cierto día, la amistad entre ___ y Ma...