Capítulo 15

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Capítulo 15:

Luego de dejar a Arya en la escuela, fui directo a la preparatoria Iwatobi. Unos compañeros de clase que estaban en la entrada me saludaron, pero no hice más que ignorarlos. Estaba realmente aterrada de encontrarme con Makoto. Sé que parecía una cobarde, pero era como me sentía en ese momento. Estaba pensando en un lugar donde ir a esconderme los últimos quince minutos que quedaban antes de ingresar a clases.

"¿Qué lugar es poco habitado por alumnos en estos días?... ¡La biblioteca!".

Y ese fue el lugar donde fui a refugiarme. Tomé asiento en uno de los sillones, mientras que tomé una novela para leer durante el poco tiempo libre que quedaba. Estaba por acabar de leer el primer capítulo cuando, desde detrás del sofá donde me había sentado, dos manos se apoyaron sobre mis hombros.

-¡___-Chan! – gritó una voz suave y tierna a mis espaldas.

"¿Nagisa?".

Me di la vuelta y mi pensamiento era cierto, se trataba de Nagisa. Pero... ¿Cómo sabía mi nombre? Según recuerdo, él es el más olvidadizo. Como si fuera poco, venía acompañado por los chicos del club de natación.

-¿Qué quieres? – pregunté, pero de una manera fría.

-Siempre tan fría, ___-Chan. Nunca cambias. – dijo él sonriendo.

-Mira, no tengo tiempo para tonterías – le interrumpí -. Di a lo que vienes y acabemos con esto de una vez por todas.

-Nosotros no queríamos hablar contigo – dijo Rei -. Más bien, Makoto es quien tiene que hablarte.

Haru le dio un empujón a Makoto, dejándolo parado en frente de mí. Reía nerviosamente, mientras balbuceaba palabras sin sentido alguno. Estaba por decirle algo, cuando el timbre sonó.

"Salvada por la campana".

Aparté a Nagisa y Gou de mi camino, y me fui al salón. Makoto y Haru venían atrás mío, los pude divisar por el rabillo del ojo. Dejé soltar un resoplido de fastidio y continúe mi camino. Los demás ya estaban en el salón y, al parecer, la profesora había comenzado la clase. Abrí la puerta, pero al entrar, todos estaban en silencio, y resultó ser bastante incómodo. Los otros dos aparecieron detrás de mí.

-¡Oh, Nanase-Kun, Tachibana-Kun, Blair-San! - exclamó Amakata un tanto disgustada -. Se han tardado demasiado. Vamos, tomen sus asientos.

Asentimos y fuimos velozmente a sentarnos. Como el tema que Amakata estaba explicando ya me lo sabía perfectamente, el resto de la clase no presté atención y me dedicaba a mirar hacia la ventana. Haru hacía lo mismo. Vaya uno a saber en que estaría pensando. Algo que realmente me incomodó durante esa hora de clases, fue que Makoto no apartó la vista de mí ni un segundo.

"Por favor, deja de mirarme".

-Bien, ahora todos hagan grupos de a cuatro para el proyecto de ciencias. – ordenó Amakata.

Tenía el presentimiento de que Makoto me pediría para ser su compañera. Se levantó de su asiento y, justo cuando estaba parado en frente mío, un chico que se sentaba delante de mí se volteó.

-Oye, ___ - llamó él -. ¿Quieres ser mi compañera?

Vacilé un poco, pero acabé aceptando. Juntaron las mesas y comenzaron a discutir sobre que se trataría su proyecto. Según la profesora, debíamos realizar una maqueta en parejas y ella elegiría la que sería expuesta en la feria de ciencias de la ciudad. Había cinco premios en total. El primero era un viaje todo pago a una isla, el cual era el que todos deseaban ganar.

-Quiero que elijan un lugar de la ciudad y que armen un modelo a escala. – indicó ella, anotando las consignas en el pizarrón.

-Nanase, Tachibana, ¿Están con nosotros? – preguntó el chico, mirando con una sonrisa a Makoto y Haru.

-Claro. – dijo Haru, con una expresión seria.

Unimos las mesas de Haru y Makoto con las nuestras. Tomé el asiento junto al chico, mientras que los otros estaban en frente nuestro. Saqué una hoja y un lápiz, para así comenzar a anotar nuestras ideas. El chico se presentó a mí como Hiro Ritsu. Él y Makoto eran los que más proponían cosas. En cambio, Haru y yo estábamos sumamente callados y atentos a sus palabras.

-¿Qué opinas tú, Nanase? – pregunté, alzando la vista y notando que me miraba fijamente. Nerviosamente, bajé la mirada a mi hoja -. Debemos dar una explicación sobre el lugar que elijamos. Así que... ¿Tú que dices?

-El centro de natación Iwatobi. – se encogió de hombros.

-No es mala idea – dije aplaudiendo -. ¡Nanase-Kun, tu idea es excelente!

-Dime Haru. – pidió, con una leve sonrisa dibujada en su rostro.

-H-haru – asentí y anoté eso en la hoja -. Entonces... Hiro propuso la estación de tren, Makoto la playa y Haru el centro de natación...

-¿Qué hay de ti? – preguntó Hiro.

-Pues... yo... - fui interrumpida por el timbre de salida.

Comenzamos a guardar las cosas tranquilamente. Haru ofreció que esa noche fuéramos a su casa. Nos entregó a Hiro y a mí un papel con su dirección, para que se nos fuese más sencillo llegar.

-Nos vemos, Nan... digo, Haru y Makoto. – dije despidiéndome con la mano y saliendo.

Debía buscar a Arya de la escuela y marcharme al trabajo. ¿Pero con quien la dejaría? Ese era un problema. Lo único que se me ocurrió fue llevarla conmigo allá, luego buscaría un lugar donde dejarla. Por ahora, vendría conmigo.

...

-Está bien, pero que solo por esta semana. – dijo la gerente.

-Quédese tranquila, para este fin de semana conseguiré donde dejarla. – afirmé.

Me entregaron el uniforme y me puse a tomar pedidos. Arya me observaba desde una mesa. Una de mis compañeras de trabajo le dio lápices para colorear y algo para que almorzara.

No había tanta gente, pero al menos los pocos clientes que tuve me sirvieron para ganarme unas monedas.

Al final del trabajo, pasamos por casa y nos cambiamos de ropa. Supuse que a Haru no le molestaría que llevase a Arya conmigo. Luego, buscamos por la casa varias cosas que podrían servirnos, como tubos de papel higiénico, latas vacías, botellas, y demás elementos reciclables. Además de unas cuantas témperas que Arya no había usado y estaban nuevas, y también pinceles. Guardamos todo en su mochila y salimos.


Desde la primera vez| Makoto Tachibana y tú ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora