Peligrosa { #1 Saga Peligrosas }

8. Personas del Pasado

Después del desayuno decidimos que iríamos al bar en Brooklyn pues no había nada mejor que hacer, lo hacíamos por simple rutina, para saber cuáles eran las nuevas noticias, y saludar. Hayden se ofreció a manejar mi coche mientras que Isaac se llevó a Jo. Después del beso que nos dimos Hayden parecía otro, alguien más sonriente, más alegre, como si hubiera ganado un premio. Para mí sólo era un simple beso. De todas formas lo dejé tomar mi mano y que acariciara el dorso con su pulgar. Llegamos sin demoras pero antes de entrar recibí un mensaje, mi padre me estaba buscando y decía que me quería ahí de inmediato.

Los chicos y yo entramos en el lugar, saludamos a los empleados que atendían la parte de arriba y nos introdujimos en la parte de atrás hasta bajar al sótano. La sala, como de costumbre, estaba repleta de personas, haciendo lo mismo de siempre. Mi padre estaba al fondo reunido con varias personas pero pude notar a alguien nuevo junto con él. Una chica de cabello rubio y alborotado. Fruncí el ceño.

Mi padre levantó la mirada y al verme sonrió ampliamente. Le correspondí la sonrisa y caminé hacia él.

—Cara mia, has llegado muy rápido —me dijo Bruno levantándose de su asiento y dándome un beso en cada mejilla, al tiempo en que posaba sus manos en mis hombros.

—Estábamos por llegar cuando llegó tu mensaje —respondí — ¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué me has pedido que viniera? —disimuladamente lancé una mirada a la mesa, donde estaba aquella chica. El pelo le ocultaba la cara, además traía un sombrero, no podía saber quién era.

—Alguien nuevo se ha unido a nuestra familia y estoy profundamente feliz—fruncí el ceño.

Entonces se giró un poco a la derecha. Sabía que estaba hablando de esa chica desconocida sentada a su lado y la verdad no me estaba dando buena espina. Por un momento llegué a pensar que ella y mi padre estaban saliendo, casi valoro la idea de ponerme a hacer una escena. Mi padre y una joven chica interesada, vaya drama en el que se metía.

—Ven cariño —le habló a la chica.

Ella se levantó, con la mirada gacha y tomó la mano de mi padre. Me puse nerviosa al ver ese gesto, tomé aire para prepararme y decirle un par de cosas desagradables. Entonces la vi y me quedé boquiabierta.

—¿La recuerdas?

La chica levantó la mirada y me sonrió. Las puntas de su cabello rubio y alborotado era lo único que podía verse el resto estaba cubierto por el sombrero, sus ojos eran de un color azul intenso y tenía facciones pequeñas y finas, aparentaba ser más adulta de lo que era. Su maquillaje cubría la mayoría de las pecas que adornaba su rostro. Al instante la reconocí.

—¡¿Liv?! —La abracé emocionada —Estas más grande. Estas... no te reconocía hasta que te vi de cerca. Creí que eras la amante de mi papá o algo así.

Ella soltó una carcajada y Bruno me dedicó una mala mirada. Olive Towns, mi prima, hija de la hermana de mi padre. Tenía mucho que no la veía. Su familia se había mudado a Phoenix, pero recordaba que la visitábamos y jugábamos juntas, la última vez que la vi fue antes de que mi madre muriera.

—Aún no puedo creerlo, ha pasado tanto tiempo —me dijo soltándose de mi abrazo.

—Lo sé, demasiado, ¿pero qué haces...? —deje la pregunta en al aire, pues recordé lo que Bruno había dicho: "se ha unido a la familia" — ¿Te unirás?

—Sí –asintió y sonrió.

Fruncí ligeramente el ceño pero después le sonreí. En realidad no me gustaba la idea de que ella se involucrara en todo esto, Liv era más pequeña que yo, mi instinto protector me decían que esto era peligroso para una chica de su edad y no debía estar aquí. Pero sabía que pudo haberle costado mucho llegar hasta aquí y no cambiaría de opinión tan fácilmente.