Peligrosa { #1 Saga Peligrosas }

2. Mala Familia

Al entrar por las grandes puertas abiertas de madera la oscuridad no me permitió ver, seguí caminando despacio hasta que mis ojos se adecuaron a la oscuridad. Entonces de repente las luces del escenario se encendieron lo que hizo que diera un pequeño grito. Había personas arriba del escenario, cada quien trabajando en algo. Una mujer estaba en el centro y miraba hacia arriba, los diferentes colores de las luces la iluminaban.

—Perfecto, ese tono es perfecto — gritó al aire, nadie pareció tomarle importancia

Enfoqué la vista en el grupo de chicos que trabaja en la escenografía y bufé, tal vez tendría que ensuciarme un poco. Me acerqué lentamente al escenario. La mujer que estaba de pie levantó la mirada y me vio. Tenía un cabello rubio casi blanco y tenía los ojos color azul, su piel era tan blanca que bajo la luz del escenario ella podría asustar a cualquiera pues podría confundirse con un espectro.

—Tú debes ser la alumna de Maggie –dijo la mujer acercándose a mí con una sonrisa.

Asentí.

—Soy la maestra Julia —me extendió su mano para saludarme, la tomé sin problema —Nos hace falta mucha ayuda extra y me encanta que hayas podido venir. ¿Puedes ayudar a los chicos con la escenografía?

—Eh... sí —sonreí.

—Excelente.

La maestra Julia siguió ordenando indicaciones al de las luces pero luego desapareció tras bambalinas. Yo me subí al escenario, y me puse a curiosear entre la escenografía para saber si podía conseguir hacer algo fácil.

—Angela, puedes ayudarnos pintando esto —me dijo un chico con poco cabello. No me sorprendí cuando me llamó por mi nombre — Las brochas están por ahí y puedes tomar de esta pintura — dijo señalando las cosas.

—Claro —tomé asiento en el suelo, justo al lado del chico para comenzar a pintar la escenografía.

Un chico de pelo negro y ojos bonitos estaba delante de mí, tenía sus audífonos puestos y hacía movimientos extraños. Al parecer estaba muy concentrado en su música. Detrás de mí se escuchaban unas melodías provenientes de un teclado. Giré la cabeza sobre mi hombro y noté que unos cuantos chicos estaban probando el sonido. Fue ahí cuando me pregunté de qué se trataría la obra.

—¿Angela Hunter?— preguntó alguien detrás de mí.

Me giré de nuevo sobre mi hombro y ahí estaba Peter, me quise dar un golpe en la frente porque al ser el presidente del club de teatro era obvio que me encontraría con él fácilmente y lo había olvidado.

—¿Sí? — me levanté del suelo.

—¿Qué haces aquí? Pensé que el club de teatro no era tan importante para ti — espetó con el ceño fruncido, claramente estaba enojado por mi actitud y mis palabras de esa mañana.

Las personas que nos rodeaban comenzaron a prestar atención a nuestra conversación.

—Tenía que llegar a clase Peter, no podía atenderte — me encogí de hombros — Estoy aquí porque la maestra Maggie me lo pidió.

—Era demasiado bueno para ser verdad, ¿tú siendo voluntaria? Ni de broma y menos de un club tan insignificante como tú dices.

Fruncí el ceño. Algunos respingos se escucharon a nuestro alrededor por su comentario.

—Oh basta, la maestra Maggie me preguntó y yo acepté. Eso quiere decir que prácticamente soy voluntaria.

Peter enarcó una ceja, fingiendo impresionarse.