12.- Muralla.

29 6 0
                                    

Tras un viaje mediante la teletransportación, los cuatro guerreros se encontraban frente a la gran muralla que rodeaba Baekja, a varios kilómetros de la puerta principal.

—Es enorme— exclamó Irina. —¿Cómo entraremos sin ser descubiertos?

—Éste es el plan— contestó el mayor de los hermanos al momento que bajaba de un gran árbol por el cual había escalado para ver mejor el panorama; señaló a Irina, —Raziel y tu entrarán primero, buscarán algún escondite, y allí esperarás a que mi hermano regrese por Adiel y por mí.

—¿No crees que será peligroso?— preguntó Adiel; —si las tropas de Kam los llegan a localizar los pueden meter al calabozo por entrar sin ser invitados, o peor aún, rodarán cabezas.

—No los subestimes, son muy hábiles—, Izan palmeó el omóplato de su hermano como señal de confianza y apoyo. Sabía que lo que el otro había dicho era poco probable y por sus habilidades de invisibilidad y teletransportación, Irina y Raziel eran los indicados para entrar primero.

El más fuerte frunció el ceño.

—Adiel—, lo llamó Irina, —no te preocupes; sabemos cuidarnos solos— le sonrió; luego tomó la mano de Raziel y ambos se teletransportaron hacia el otro lado de la muralla.

Minutos después, dentro de Baekja, muy cerca del castillo de Kam; en un abandonado taller de artesanos, Irina dejó de usar su poder de invisibilidad, ella y Raziel estaban a salvo; no había gente por los alrededores.

—Espéranos aquí, regreso enseguida— dijo el menor de los hermanos antes usar su teletransportación para ir en busca de Izan y Adiel.

La pelirroja pensó en esperar, pero luego decidió que lo mejor era investigar por ella misma; sería más fácil ir sola y con su poder entrar al castillo para averiguar el plan del emperador; por lo que así lo hizo.

Sigilosamente, Irina entró al castillo sin ser descubierta, se coló entre los pasillos hasta llegar a lo que parecía el salón principal y se pegó lo más que pudo a la enorme puerta de madera para poder oír.

—Nabil nos ha sido de bastante ayuda; ahora sólo falta la otra parte del plan— exclamó Kam.

—¿Cuándo iniciará?— preguntó otra voz.

—Pronto; los trolls no son fáciles de vencer, y ahora que los guerreros fueron exiliados la princesa Sol no tendrá más remedio que aceptar nuestro apoyo para sacar a esas criaturas de su reino

—Pero mi Lord...— Irina hizo un esfuerzo por tratar de escuchar toda la conversación pero fue inútil; la llegada de una paloma mensajera interrumpió a esos dos.


CaceríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora