Siempre acabo pensando en él. Aunque la distancia nos separe y nuestras vidas hayan cambiado radicalmente por dentro seguimos siendo los mismos.
Y aunque cambiemos no nos podríamos adaptar, pero si lo haces por alguien a quien amas vale la pena.
Pero mi vida no ha cambiado por querer a Castiel, sino que él prefirió mi felicidad antes que la suya, y eso es algo que me hace increíblemente infeliz.
Al día siguiente me levante y saque de paseo a Basha, y justo al entrar a mi casa vi a Viktor en la puerta, esperándome.
—Hola Viktor, ¿qué haces aquí?—dije mientras abría la puerta de mi casa.
—Te estaba esperando...
—Ah bu-bueno si quieres pasar...
—Por supuesto. ¿Ya has desayunado?
—No ahora mismo iba a hacerlo, ¿te apetece algo?
—Hoy cocino yo, no te preocupes—dijo con una amplia sonrisa.
Viktor y yo pasamos el resto del día juntos. Realmente a cambiado mucho, antes era inmaduro e infantil y ahora es más maduro y consciente. Eso me gusta de él.
—Adiós Sam—dijo mientras me daba un beso en la mejilla.
Mis mejillas se tornaron a un color rojizo, me ha pillado desprevenida.
—Adiós...—dije mientras miraba hacia otro lado.
Él se fue con una sonrisa burlona y se subió al coche, y yo aún ruborizada volví a casa, pensando en Viktor.
23 de Noviembre, a las 20:00 los Blest actuarán aquí en Varsovia, una hora antes del concurso de piano.