Que con tan solo una cosa, por muy pequeña que sea, te hace muy feliz si te lo da la persona a quien amas.
—Castiel...—dije asombrada.—¿Cómo sabías que el concurso era aquí?
—Tengo contactos—dijo mientras me enseñaba su móvil.
Lo más raro es que ha venido en traje, debe de estar realmente cansado. Me senté a observar las estrellas y Castiel hizo lo mismo mientras me cogía de la mano, ¿extraño verdad? Él nunca ha sido muy cariñoso y expresivo.
—Dime Castiel... ¿Tienes algo con Priya?—dije algo celosa.
—¿Eh?¿Pero qué dices?—soltó entre carcajadas—Eso es solo para llamar más la atención, ella realmente tiene novio.
—A-ah... Pues ahora me siento un poco estupida...
—Tu sabes mejor que nadie que yo solo te quiero a ti...—dijo.
Seguido de esto me dio en beso más sutil y cariñoso que me ha dado en la vida. Quizás se haya dado cuenta de que debe de apreciar más lo que se tiene. Le di un fuerte abrazo mientras le susurraba palabras de amor y lo tanto que le extrañe, en un momento Castiel se puso a llorar. No se le escuchó pero sentí como mi hombro de mojaba y para calmarle le di un beso en el cuello, lo que le hizo sobresaltar.
—No hagas eso, solo te lo puedo hacer yo—dijo mientras susurraba y seguido de esto me mordía la oreja.
Me quede completamente sorprendida y sonrojada, por lo que me intente separar de él, pero me abrazó aún más fuerte.
—C-Castiel es casi la hora de volver...
—Vamos—dijo mientras se levantaba.
Me llevó a caballito hacia la sala de nuevo, yo le pedía que me bajara ya que me daba vergüenza, parecía una niña de tres años. Él simplemente se reía y burlaba de mi, pero no me quiso bajar.
Ya en la sala él se quedó el la puerta y yo volví a mi sitio.
Cuando me senté, vi a un ganador que estaba nervioso por saber en qué puesto ganara, mirándome con desprecio.